jueves, 11 de junio de 2009

TORREDONJIMENO Y VILLANUEVA DE LOS INFANTES



En las imágenes, Francisco de Quevedo y Plaza mayor de Villanueva, con la iglesia de San Andrés al fondo.

En la actualidad, Villanueva de los Infantes es una pequeña localidad cercana a la manchega e industriosa Valdepeñas, de Ciudad Real, más famosa esta Valdepeñas debido a sus excelentes quesos y “caldos”. Villanueva, es un poblachón manchego lleno de historia que hará las delicias del viajero que quiera indagar en el pasado y le guste descubrir en nuestros muchos pueblos, respuestas y curiosidades del ayer.
Sus calles están cuajadas de vetustas casonas, la inmensa mayoría, con escudos nobiliarios en las portadas. Más muestras de su rancio abolengo lo comprobamos en la profusión de conventos e iglesias que lo pueblan, y la mucha hidalguía que respiran los cientos de blasones que decoran las fachadas y las capillas de las iglesias.

El paso de Villanueva de los Infantes a la Historia Universal, no obstante, se debe fundamentalmente a dos personajes de fama incuestionable. Uno es Fray Tomás de Villanueva, que vivió sus primeros días en dicha localidad, y que subiría a los altares como Santo Tomás de Villanueva.

El otro personaje es el inmortal escritor del Siglo de Oro español, D. Francisco de Quevedo y Villegas, el cual vivió sus últimos días hospedado en el convento de dominicos de Villanueva. Todavía hoy se puede visitar dicho convento, -hoy convertido en restaurante y hospedería-, pero que conserva original y sin aditamentos, muchas de las estancias y dependencias por las que anduviera sus postreros pasos el poeta del: “Polvo soy, más polvo enamorado”.

Pero la vinculación entre Torredonjimeno y Villanueva la encontramos en las fiestas que se hicieron con motivo de la canonización de Santo Tomás de Villanueva, a las cuales asistieron la familia tosiriana Prado-Valenzuela, emparentada en línea materna con la familia del santo. Un miembro de este linaje tosiriano, D. Juan del Prado y Valenzuela, llegará a convertirse en un famoso rejoneador, que llevará su arte y destreza por diferentes plazas de toda la geografía de la España del s. XVII.
Otro personaje, natural de la Villa de Infantes y que está relacionado, más que con Torredonjimeno, con la provincia de Jaén, es D. Bartolomé Jiménez Patón, que si bien no nació en Villanueva, si que podemos decir que su vida discurrió casi entera en dicha villa. A él le debemos los giennenses el libro “ Historia de la ciudad de Jaén y de algunos famosos varones hijos de ella”, libro que escribió en esta manchega villa.

Por todo ello, y por otras muchas más exquisiteces que guarda Infantes y sus alrededores, es un lugar recomendable para la visita y para el solaz del viajero.

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