miércoles, 28 de marzo de 2018

PROGRAMA DE RADIO LA ALMENA. PRESENTACIÓN DE LA REVISTA ÓRDAGO Nº 14


"Icono que ilustra el Podcast del programa La Almena en la plataforma IVOOX" 

Extremamos programa de radio. Gracias a la generosa invitación de José Águila, miembro del AMPA del Castillo y director y redactor del programa de radio escolar El Castillo, tenemos el placer de ofrecerles un programa de radio sobre historia, costumbres etc de la localidad y comarca que se titula LA ALMENA, y que se emitirá por radio FM en el 88.10 del dial para toda la localidad en fecha a convenir, pero que trabajamos para que sea los lunes o martes a las 22:30 pm lo más seguro. Ya iremos concretando a través de la redes sociales su ubicación final.

Además los interesados podrán bajarse el audio y reproducirlo en tablts, smartphon Intenet o grabarlo en dispositivos electrónicos y poder reproducirlo mientras se está en el trabajo o conduciendo en la plataforma IVOOX. El primer programa lo pueden escuchar o descargar si siguen este enlace

https://www.ivoox.com/almena-0-audios-mp3_rf_24863049_1.html

Este primer programa ha sido una exposición sobre el contenido del último número que se ha editado de la Revista Órdago, y del cual esperamos que todos los interesados puedan disfrutar.

domingo, 25 de marzo de 2018

Apuntes para el estudio de la antigua bandera de Torredonjimeno.


"Actual bandera municipal de Torredonjimeno. Diseño de Antonio Valderas Martos y aprobado por todos los grupos municipales en octubre de 2006"

Luis Gómez, Codirector de la Revista Cultural Órdago de Torredonjimeno

Artículo que se publicó en el pasado nº 14 de Noviembre de 2017 de la Revista Cultural Órdago de Torredonjimeno.
Debido a que el formato de la revista es en blanco y negro, el contenido del mismo pierde un poco en su edición impresa, por lo que es mejor poder verlo en Internet en este Blog, ya que así se puede apreciar los colores de las fotografías que nos hablan sobre los antiguos colores de la que pudo ser el antiguo guión o bandera de nuestra localidad.

El día 29 de octubre de 2006, el Ayuntamiento de Torredonjimeno presentaba a todos los tosirianos la que a partir de ese momento se convertirá en bandera oficial de la localidad. La enseña elegida se realiza sobre el diseño de Antonio Valderas Martos, natural de la localidad de Valdepeñas de Jaén. El evento venía a satisfacer una reivindicación histórica que el antiguo portavoz del Partido Popular, Fernando Lara, realizara en múltiples comisiones municipales a finales del siglo XX, aunque definitivamente fuese llevada a la práctica bajo el gobierno del Partido Andalucista.

Sobre el diseño de la nueva bandera local podemos indicar que la misma se encuentra partida en dos cuarteles, rojo el primero y blanco el segundo, siendo atravesada de izquierda inferior a derecha superior por una barra verde fileteada con dos líneas blancas a los lados.[1]

En algunas representaciones tempranas de esta nueva bandera, se ha podido observar que además de los colores antes descritos, sobre el conjunto así terminado se ha incluido el tradicional escudo de la localidad, cuya descripción sería, “Contorno oval: en campo de oro una cruz de Calatrava, brochada de un castillo cuadrado esclarecido, mazonado de sable con sus almenas, una puerta y una ventana, tres torres, la del medio mayor, todas almenadas de tres almenas y cada una con su ventana. En la ventana del castillo una cabeza de frente, coronada. En los cantones diestro y siniestro de la punta unas trabas de gules, colocadas la primera en banda y la segunda en barra[2] El individuo que asoma por la ventana y cuyas sienes portan corona, según la tradición local asegura que es Ximeno de Raya, héroe epónimo que da nombre al municipio[3].
           
Pero si bien la nueva enseña local ha sido aprobada por los grupos políticos de la localidad, lo cierto es que su diseño y colores obedecen más a criterios y gustos estéticos más propios del siglo XXI que al  posible entronque o parecido con la antigua bandera que hubiese  existido en Torredonjimeno ya que jamás se hizo estudio histórico previo.





"Manuscrito inédito de Fray Alejandro del Barco, en el cual el religioso mínimo deja constancia de como era el guión de la Villa en el siglo XVIII"

La antigua bandera tosiriana

Los colores de la antigua y posible bandera tosiriana serán identificados por Fray Alejandro del Barco en el manuscrito inédito que escribió con motivo de las celebraciones que en Torredonjimeno tuvieron lugar para festejar las beatificaciones de los santos Gaspar Bono y Nicolás Longobardo, nos comenta el P. Alejandro del Barco: “Delante de todo y para ir abriendo calle, se puso la Orquesta Militar con la tambora, trompas, clarinetes, y platillos, luego le seguía el Guión de tela de oro con galones y fleques de lo mismo, (la negrita es nuestra) y puesto en un asta ó vara de plata; el cual lo llevaba D. Juan Moro Dávalos, (en cuya casa está el título de Alférez Mayor de esta Villa) y le iban acompañando todos los de la primera distinción y Nobleza de ellas[4] el Guión al que hace referencia el P. Barco, no es otro que el emblema propio del pueblo, es decir la bandera de la localidad. El portador de la misma no será otro nadie más que D. Juan Moro Dávalos, Alférez Mayor de la Villa y por lo tanto el encargado de representar u ostentar la bandera. Debido a su cargo, el Alférez de la Villa llevaría la bandera o guión que representaba a todos los conciudadanos, no siendo plausible el que llevase una enseña o distintivo diferente y que no fuese el que identificase a la localidad.

 

"Reproducción actual hecha por miembros de la Revista Órdago de la posible bandera de Torredonjimeno según las indicaciones de de Fray Alejandro del Barco en su manuscrito. El escudo inserto en su interior corresponde a la forma que tiene dicho emblema en la Fuente de Martingordo de la localidad, obra que es del mismo siglo en el cual el mínimo elaboró su manuscrito".

El portador de la bandera no podía ser un individuo cualquiera. Según Bernardino Escalante: “La bandera es el verdadero fundamento de la Compañía, y en que consiste la honra y reputación suya y de sus soldados, conviene que al que se le hubiere de encomendar tenga las calidades de un perfecto alcaide en nobleza, y estimación de honra, para que la sepa guardar, y morir por defendella, sin jamás desamparalla”. Aunque la referencia está realizada para abanderados militares, por extensión, las insignias locales debían ser portadas por individuos de reputación intachable, pues ellos mismos representaban a todo el pueblo. En este caso el linaje Moro Dávalos, tenía una larga tradición en la localidad tosiriana, con casa solariega y probada hidalguía. [5]

La antigua bandera tosiriana quedaría pues descrita como un pendón de tela amarilla oro, y aunque en el texto del franciscano tosiriano no se dice nada al respecto, podemos suponer que sobre esa misa tela, en el centro, iría la Cruz de la Orden de Calatrava e inscrita sobre ella la tradicional torre y a sus lados las “trabas” o cadenas. Nada que ver con los actuales diseños actuales, que aunque aceptados por la mayoría municipal, vienen a satisfacer unos intereses más políticos que históricos.

Tampoco, y según lo relatado, parece posible que la bandera de Torredonjimeno fuese la propia de la orden de Calatrava, es decir, la cruz calatraveña en rojo (gules) sobre paño blanco (plata). Esta sería la propia de los caballeros calatravos, pero no de la de todos los vecinos de la villa, ya que en ella, había en determinados momentos caballeros de la Orden de Santiago, de San Juan, Alcántara, o simplemente villanos que no pertenecían a la orden religioso militar. Seguro que hay documentación sobre la aparición de la bandera o estandarte calatravo en la localidad, pero ello no quiere decir que esa misma bandera fuese la que representaba a la localidad en sí misma.

Apostamos, según nuestras investigaciones, por considerar que es el guión de tela dorado antes dicho el que representaba a la localidad y es por tanto su bandera más antigua.



 Notas: 

[1] BOJA nº 231 de 2006, adopción de bandera e himno de Torredonjimeno.
[2] BOJA nº 85, de 2006. Escudo de Torredonjimeno.
[3] Para saber más sobre  “D Ximeno” ver el artículo “¿Quién fue don Ximeno?”, de Manuel Fernández Espinosa, Revista Cultural Órdago n º 4, Págs.  22 a 25.
 [4] Artículo titulado: “Procesión del  Rosario que se hizo en Torredonjimeno el día 12 de septiembre de 1787 con motivo de la beatificación de Gaspar Bono y Nicolás Longobardo” Alejandro del Barco y García. Citado de Boletín “Encuentro”  número XVII,  de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Jesús Preso y  N ª  Sra.  del Rosario de Torredonjimeno. GÓMEZ LÓPEZ. L, Torredonjimeno 2005. el artículo está construido sobre un original inédito del propio Alejandro del Barco, el cual relató los acontecimientos que tuvieron lugar en Torredonjimeno tras la beatificación de los dos santos mínimos. 
[5] Sobre el linaje Moro Dávalos en Torredonjimeno se puede consultar la Revista Cultural Órdago de Torredonjimeno n º 3 “La huella del franciscanismo en Torredonjimeno” Foro Alejandro del Barco, donde se esbozan las vinculaciones del linaje Dávalos en la localidad.

miércoles, 21 de marzo de 2018

ANÁLISIS DEL “NIÑO JESÚS DORMIDO SOBRE LA CRUZ”. ÓLEO DEL CONVENTO DE MMDD DE TORREDONJIMENO


"Retablo lateral de Santo Domingo, en la Iglesia de MMDD Nuestra Seora de la Piedad de Torredonjimeno"

Luis Gómez López. Director de Órdago

Al penetrar en este templo cenobita tosiriano, podemos admirar, entre otras cosas, sus retablos y capillas laterales, llamándonos poderosamente la atención el imponente retablo lateral, de estilo neoclásico el cual alberga las tallas de los santos dominicanos por excelencia.
Dicho retablo está compuesto de tres calles, una central, la más ancha y separada por dos más estrechas en los laterales las cuales se enmarcan por un par de columnas de fuste liso y rematado ambas en capiteles compuestos jónico-corintio recubiertos de pan de oro. En la calle central, -qué como ya hemos explicado es más ancha que las otras dos-, apreciamos una hornacina de arco de medio punto en cuyo interior se encontramos la talla del santo titular de la Orden de Predicadores: Santo Domingo de Guzmán. En el espacio entre columnas y a ambos lados del santo, sobre peanas de madera: Santa Rosa de Lima a la izquierda y San Martín de Porres a la derecha.

La parte superior está conformada por un frontón triangular roto, del cual sobresale una hornacina de medio punto enmarcada por pilastras de madera  rematada por un frontón semicircular en cuya clave se inserta una estrella refulgente con el escudo de la orden en su centro y sostenida por guirnalda en dorado. En el espacio interior de la hornacina, un óleo policromado que representa a un Niño Jesús Dormido sobre Cruz, estudio de este artículo. 


"Niño Jesús Dormido sobre lienzo en la parte superior del retablo de MMDD de Torredonjimeno"

 El Niño Jesús Dormido

En la Europa de los siglos XVII y posteriores, era muy frecuente la utilización de la imagen del Niño Jesús dormido. La escuela Boloñesa era un exponente en este sentido, siendo los artistas Guido Reni y Giacomo Francia un ejemplo de lo dicho.
A España llegó esta tendencia de la mano de Alonso Cano, Murillo y Alonso del Arco. Pero es sin lugar a dudas Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) quien más profundizó en dicha temática y el que más provecho sacó de las mismas. Conocida es su lienzo “Niño Jesús Dormido”, en el que se representa al niño Dios durmiendo junto a una calavera, símbolo de que Dios vencerá a la muerte, obra que podemos contemplar en el Museo del Prado.
Pero volviendo al retablo que nos ocupa, debemos describir la obra como un trabajo en óleo sobre lienzo policromado de finales del siglo XVII o principios del XVIII, de autor anónimo, que nos muestra a un rubicundo niño Dios durmiendo sobre la cruz inclinada. Su cara reposa sobre su mano derecha, mientras que la mano izquierda recoge, -en una posición forzada-, la bandera de la resurrección o del Cordero Pascual. El cuerpo, de trazo fino y delicado, se desliza sobre la cruz apreciándose las redondeces de su figura, propias de la escuela barroca.
El madero reposa sobre una pilastra arquitectónica rectangular, y a su lado, la lanza de Longinus, uno de los muchos atributos martiriales con los que se decora el cuadro. Sobre el madero se aprecia una tela desvaída, casi morada, a semejanza del color del hábito con el que se representa a Jesús Nazareno, y en el suelo, dos dados simbolizan el pasaje del evangelio de Juan 19-24[1] donde los soldados romanos se echarán a suerte las ropas de Nuestro Señor Jesucristo. Al lado de éstos, tres clavos propios del martirio, y debajo de ellos podemos apreciar lo que bien podrían ser las treinta monedas con las que Judas Iscariote vendió a Jesús. En la esquina inferior izquierda, y ténuemente resaltada, el espectador puede apreciar la corona de espinas.
En la parte superior del cuadro, a la izquierda, el velo de la Verónica en cuyo interior se aprecia el contorno de la Santa Faz del cual sólo está definido el trazo de su contorno. Por debajo del mismo, y apenas legible, se aprecia el títulus de INRI[2] con la particularidad de que la letra “N” está escrita al revés. Más arriba, un velo granate abierto –que simboliza el Velo del Templo- deja ver en el centro y de manera luminosa la figura del Espíritu Santo simbolizado en la paloma. Por debajo de ésta se aprecia un paisaje brumoso e indefinido que cierra el conjunto y que hace que el observador se centre en la figura principal.




"Niño Jesús Dormido sobre Cruz. Obra de Alonso del Arco"


Semejanza con la obra de Alonso del Arco

Alonso del Arco (1635-1704) es un artista español del barroco tardío perteneciente a la escuela menor de los pintores del Madrid de Carlos II.
En el año 1681 realizó su trabajo “Niño dormido sobre cruz”, obra que se encuentra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En dicho óleo podemos apreciar las múltiples similitudes con el trabajo del retablo dominico tosiriano para lo cual pasamos a describir.
La obra de del Arco simboliza a un niño Jesús dormido, siendo su postura muy similar al trabajo anónimo objeto de nuestro estudio. Aunque la postura es muy similar, hay que destacar que en el caso de del Arco el niño Dios está de izquierda a derecha y en el de las dominicas tosirianas  está al revés. Por lo demás, podemos contemplar la misma cartela o títulus, y una mayor muestra de objetos martiriales así como mejor definidos.
Nos encontramos ante un óleo tenebrista, con predominio del oscuro frente al claro, siendo los focos de luz los emitidos por el Espíritu Santo en forma de paloma en la parte superior y la luminosidad del niño sobre el madero. El resto, aparece con colores vahídos, desvanecidos entre los grises fuertes y los negros matizados.

Aun así apreciamos en la parte superior izquierda, la 

escalera un estandarte romano con el lema SPQR; debajo, y

posado sobre una estructura o base de piedra, el gallo y a su lado la palangana y el jarrón con el que Pilatos lavó sus manos después de condenar al suplicio de la cruz a un inocente.
En la parte inferior izquierda podemos ver la vara con la esponja y a su lado, con la punta ensangrentada la lanza con la que Longinus atravesó el costado de Nuestro Señor. Debajo de estos atributos martiriales, aparecen otros como la corona de espinas, los vergajos con los que fue azotado Nuestro Señor y la caña que se le dio por cetro mientras los soldados se mofaban de Ecce Homo.
En la parte inferior, el observador puede apreciar el martillo, las tenazas junto a los tres clavos y por encima de estos el juego de dados (en este caso tres) con el que los soldados que custodiaban la cruz de Nuestro Señor se repartieron sus ropas (ver nota 1). En la parte derecha, al contrario que en el retablo dominico, aparece la Santa Faz en este caso mejor definida.

Conclusión

Las similitudes entre ambas obras son grandes. Podemos deducir que el autor anónimo del retablo tosiriano era conocedor del trabajo efectuado en 1681 por Alonso del Arco.
La temática, la postura y los adornos de la obra, así como la composición de la misma demuestran sin lugar a dudas este hecho.
Podemos pues, presumir en Torredonjimeno, de tener un trabajo pictórico de gran calidad reflejo de una obra de mayor calado conservada en la actualidad en el Museo de Bellas Artes de la Real Academia de San Fernando.

Notas: 
[1] Juan 19-24 “Por tanto, se dijeron unos a otros: No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será; para que se cumpliera la Escritura: REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES”.
[1] En la antigua Roma era frecuente que los reos fuesen llevados desde el lugar donde se dictaba la sentencia hasta el patíbulo recorriendo las calles en procesión, para dar escarmiento y ejemplo público. Los condenados a crucifixión portaban por lo general el travesaño a sus espaldas, pues los romanos dejaban el poste vertical en el mismo lugar para poder ser utilizado en posteriores ejecuciones. En el cuello del reo se colocaba el títulus, o cartel en el que se reflejaba los delitos cometidos por el infractor. En el caso de Jesús, dicho texto estaba escrito en tres lenguas, en hebreo (o arameo, la lengua usada en tiempos de los apóstoles en Jerusalem), en griego y en latín. El acrónimo INRI venía a decir: IESVS NAZARENVS REX IVDEARVM. En este caso, el delito por el cual se condenó a muerte a Jesús, fue por el haberse proclamado rey de los judíos y por lo tanto entrando en conflicto con la Ley Romana que gobernaba dichos lugares en esos año. Este hecho y el ver este títulus colgado del cuello de Jesús irritó notablemente al Sanedrín, pues éstos no reconocía a Jesús como su rey. N.A.