viernes, 18 de abril de 2014

UN REY DE ITALIA EN JAÉN


Humberto de Savoia-Carignano, Príncipe del Piamonte


Por Luis Gómez López


Humberto II fue rey de Italia tan sólo durante unos pocos días, apenas 33, concretamente hasta el 12 de junio de 1946 y lo hizo bajo el nombre de “Príncipe del Piamonte”.

Hijo de Víctor Manuel II y de Jelena Petrovic-Njegos, a “Umberto Nicola Tommaso Gennaro Maria di Savoia-Carignano”, le tocó vivir una de las etapas más duras de la Historia de Italia. En el año 1944 Roma es liberada por el ejército norteamericano. Pocos años después, en 1946, su padre, Víctor Manuel II, debido a la impopularidad de la que gozaba, debe abdicar en favor de su hijo Humberto. Transcurrido un mes de éste suceso se celebra en Italia un plebiscito poco claro (el Vaticano sospechaba que había habido fraude masivo en las elecciones y no reconoció al presidente de la República italiana, surgida tras esa votación hasta pasados varios años) cuyo resultado culmina con la destitución de Humberto II el cual abandona su país.

Humberto residirá durante unos años en Cascais, Portugal, muy cerca de la residencia de otro hijo de rey exiliado, D. Juan de Borbón (hijo de Alfonso XIII y padre del actual Juan Caralos I). De allí marchará para Ginebra, en Suiza, mucho más cerca de su querida Italia.

Durante toda su vida solicitó al gobierno de la República que se le permitiese visitar Italia y ser enterrado en su país natal, hecho éste que no se produciría, muriendo en la citada localidad suiza en el año 1983.

En el año 1955, Humberto II visitó la capital del Reino de Jaén. Lo hacía a lo largo de la mañana del día 4 del mes de Abril, en plena Semana Santa. Procedente de Madrid, Humberto recaló en nuestra provincia, y nada más llegar se dispuso a visitar la catedral del Santo Reino. Allí fue recibido por el obispo de Jaén que a la sazón, en esos años, lo era el obispo doctor D. Félix Romero Mengíbar, y por  el arcipreste de la misma D. Juan Montijano Chica, nuestro paisano.

Según la noticia, Humberto, en compañía de los capitulares antes citados: “recorrió detenidamente el templo y capilla mayor donde le fue mostrado el Santo Rostro, reliquia que el monarca besó y adoró. Por último estuvieron en el coro, contemplando todas las  maravillas escultóricas que encierra”.

Estando la provincia entera en procesión, Humberto presidió alguno de los desfiles procesionales, tanto de Jaén capital, como de los de Úbeda y Baeza, localidades que también visitó durante su estancia en Jaén.

Desde Cassia, aprovechamos estas fechas de Semana Santa de abril de 2014, para traer al recuerdo esta noticia.
Representantes del cabildo catedral de esa época durante una procesión. De izq. a dch.: Aniceto Gómez, Rafael Cruz, D. Juan Montijano Chica, Eleuterio Villén y Manuel Sánchez. 

jueves, 17 de abril de 2014

NOTAS A LA ANTIGÜEDAD Y DEVOCIÓN DE NUESTRA ERMITA DEL CALVARIO

Foto: Ermita del Calvario.
Ermita del Santísimo Cristo del Calvario


Manuel Fernández Espinosa

San Jerónimo refiere (340-420) que los peregrinos que llegaban a Jerusalén visitaban con mucha devoción los lugares en que todavía se recordaban los momentos más significativos del camino que hizo Jesucristo con la cruz a cuestas. Estos momentos se llamarían más tarde "Estaciones" y formarían el Via Crucis. El año 1342 se les concedería a los franciscanos la custodia de los Santos Lugares y serían estos los que más empeño pondrían en propagar esta antiquísima tradición, estableciendo las Estaciones y erigiendo Calvarios por toda la Cristiandad.

Los documentos escritos concernientes al Via Crucis de nuestro Calvario han sido estudiados por Francisco José Téllez Anguita y sus conclusiones, a fecha del año 2001, llevan a suponer con mucha probabilidad que la tradición del Via Crucis en el Monte Calvario se instaurara, al menos de un modo oficial, entre 1721 y 1723.


Foto: Interior de la ermita.
Interior de la ermita.


En efecto fue por abril de 1721 cuando el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba daba la autorización al cabildo de Torredonjimeno para que se trasladara con la mayor decencia el llamado Cristo del Humilladero (que se hallaba "en depósito" en la ermita de San Cristóbal) a la ermita nueva que se encaramaba en el cerro y que es la que hoy existe. Esta ermita pasaría a denominarse Ermita del Cristo del Humilladero.
 
La pre-existencia del Cristo del Humilladero (se hace constar que estaba en depósito en la ermita de San Cristóbal, antes de pasar a la ermita del Calvario) permite que podamos suponer que el ejercicio del Via Crucis existiría en Torredonjimeno con anterioridad a 1721 que es cuando se erige la Via Dolorosa , puesto que tenemos que tener en cuenta que los llamados Humilladeros (además de ser comúnmente el rollo o picota donde se ejecutaba a los reos) era un lugar de devoción al Santísimo Cristo crucificado, su emplazamiento solía estar a la salida de los pueblos y era el destino de quienes realizaban el piadoso ejercicio del Camino de la Cruz. 


Foto: Devota Cruz del Calvario de Torredonjimeno.
Una de las artísticas y originales cruces del Via Crucis, la única que se libró de la destrucción en 1936: Corresponde a la Undécima Estación: Jesús es clavado en la cruz.

Uno de los tosirianos que más se destacó en el acrecentamiento de la ermita del Santísimo Cristo del Calvario fue Marcos de Guevara. Poco sabemos de este vecino, pero podemos estar seguros de que en fechas de la fundación del Via Crucis del Calvario (principios del siglo XVIII) fue uno de los más comprometidos en hacer del Calvario un lugar de devoción local. La Cofradía del Santísimo Cristo de la Sentencia se obligó en sus estatutos a "rezar las cruces", subiendo al Calvario tras la procesión del Viernes Santo.
 
Como dato curioso digamos que el actual Cristo Crucificado que se venera en la ermita lo trajimos Antonio Ureña, mi amigo Luis Gómez y yo de una casa de retiros de la Archidiócesis de Braga (Portugal). También es oportuno recordar que frente a este Crucificado que tenemos en nuestra ermita rezó no pocas veces la Hermana María Lucía de Jesús y del Inmaculado Corazón (en el siglo Lucía dos Santos), una de los tres famosos pastorcitos de Fátima que tantos favores recibieron de la Virgen María. La Hermana Lucía está hoy en proceso de beatificación.

Aquí ofrecemos un enlace, para pedir la beatificación de la Hermana Lucía, encomendándonos a ella.
 
Juan Pablo II y la Hermana Lucía, que rezó al Cristo que actualmente veneramos en la ermita de nuestro Calvario


lunes, 7 de abril de 2014

TOSIRIA MÍSTICA: ALMAS QUE VIVIERON ENTRE NOSOTROS

María Amelia Fé Olivares






SOR INOCENCIA DEL INMACULADO CORAZÓN 
DE MARÍA DEL SANTO ROSTRO, 
UNA DE LAS MÍSTICAS QUE VIVIERON EN EL TORREDONJIMENO DEL SIGLO XX

Manuel Fernández Espinosa

España asistió a mediados del siglo XX a una asombrosa renacencia espiritual. La Guerra Civil supuso un estrago de vidas humanas, víctimas en una y otra zona, una tremenda devastación, pobreza y hambre, pero en la retaguardia frentepopulista el exterminio sistemático cobró carácter de persecución antieclesial (decir "anticlerical" sería quedarse corto: no fueron pocos los seglares asesinados por el simple hecho de confesarse católicos). Nuevamente, la sentencia de aquel antiguo cristiano llamado Tertuliano (aprox. 150 d. C. - 225), se hacía realidad: "La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos". El Santo Reino de Jaén se mostró particularmente fructífero: durante la represión roja en el curso de la Guerra sufrirían martirio muchísimos católicos de todos los estados, no sólo clérigos: el mismo Obispo de la Diócesis: Monseñor Manuel Basulto Jiménez; el sacerdote D. Francisco Solís Pedrajas; el seminarista de Monte Lope Álvarez: Manuel Aranda Espejo; la monja trinitaria marteña Francisca de la Encarnación Espejo Martos o el joven seglar José María Poyatos Ruiz. También sería inmolado el Padre Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana: España sufrió todo un Holocausto y poco a poco la Iglesia Católica va proclamando la santidad de esos hombres y mujeres de Jaén que, recordamos: no murieron por políticos, sino por confesar a Cristo.

En los años previos a aquellas turbulencias de la guerra y sus terrores, una mujer brillante y valiente era maestra de escuela en Torredonjimeno. Había ganado la plaza con el nº 1 en los cursillos de provisión de escuelas, pero convencida de que podía aspirar a una carrera acedémica mucho más ambiciosa rogó autorización al Ministerio de Instrucción Pública para, sin perder su plaza en Torredonjimeno, poder matricularse en la Universidad Central de Madrid y allí cursar Filosofía y Letras; en 1933 se va a la capital de España. Esta gran mujer se llamaba María Amelia Fé Olivares.

Su presencia en Torredonjimeno pudo haber sido efímera, pues hemos dicho que, reteniendo su plaza, pidió dispensa para seguir estudiando en Madrid, pero no fue así; puesto que el estallido de la guerra el 18 de julio de 1936 impide que pueda reincorporarse a la Universidad Central de Madrid y tenga que desplazarse a Torredonjimeno para atender la escuela durante los años en que el conflicto se prolonga. Pero, ¿quién era María Amelia Fé Olivares?

María Amelia Fé Olivares había nacido en 1 de septiembre de 1911 en Jaén y era hija de D. Inocente Fé Jiménez y Consejo Olivares Herrera. Su progenitor llegó a tener nombradía en la historia política de la capital de Jaén. Inocente Fé había nacido el 29 de diciembre de 1880 y era director de una empresa de productos químicos y perfumería que había fundado con el famoso arquitecto Flores Urdapilleta: la empresa se llamaba Flor-Fe. En su condición de industrial se implicó en el proceloso mundo de la política, bajo la tendencia regionalista. Fue colaborador de Blas Infante y fundador del Centro Andaluz de Jaén, embrión del andalucismo, llegando a figurar como concejal y hasta como alcalde de Jaén desde 1922 a 1924, destacando por su labor en pro de las obras públicas de la ciudad. En un ambiente doméstico de inquietudes políticas y culturales como el que decimos, crecieron los hijos de este hombre que, muy pronto huérfanos de madre, se llamarían María, Inocente, Amelia y Elena.

María Amelia destacaría por su espíritu resuelto, su aplicación a los estudios, su curiosidad, su sociabilidad y su religiosidad. Inocente Fé era un regionalista, pero ignoraba la deriva personal que Blas Infante estaba dando en su errática búsqueda del "hecho diferencial" andaluz que terminó encontrando en el mítico Al Andalus. Blas Infante se convertiría en secreto al Islam con su viaje a Marruecos en 1924. Inocente Fé permanecía mientras tanto en su regionalismo ingenuo y católico: durante la guerra civil, en la casa de la familia Fe-Olivares se acogería hospitalariamente a monjas exclaustradas y se oficiarían Misas clandestinas.

Amelia no solo es una maestra de escuela, con afán de conocer y enseñar. También cultiva para sí y sus círculos más íntimos la poesía. Por vivir en Torredonjimeno tuvo que frecuentar el Santuario de Nuestra Señora de Consolación: tal vez ello explique que un poema de agosto de 1939 se titule así: "Consolación" (lo reproducimos abajo).

Finalizada la contienda, Amalia se apresura a poner de su parte en la reconstrucción de un país devastado y a principios del año 1940 se inscribe en la Sección Femenina de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, siendo nombrada Secretaria Provincial de la Delegación de Jaén, participa en los cursos de formación de mandos en Medina del Campo, donde conocerá al benedictino fray Justo Pérez de Urbel, gran historiador y escritor, que a la sazón era capellán de la Sección Femenina. Amelia aprovecha estos cursos para ponerse al corriente del folclore de otras regiones españolas, realizando una labor de recopilación de canciones tradicionales de toda España que incluía piezas con letra en euskera, catalán y gallego.

Amelia va prosperando en su carrera como maestra, ganando oposiciones a Instituto de Enseñanza Media en 1944 y obteniendo su plaza en el Instituto "Virgen del Carmen" de Jaén... Sin embargo, silenciosamente en su corazón se va gestando la vocación religiosa y en 1951 ingresa en la Orden del Carmelo Descalzo, profesando el día 19 de marzo de 1953 y tomando el nombre de Sor Inocencia del Inmaculado Corazón de María del Santo Rostro. Se trata de una vocación carmelitana que ha ido incubándose desde pequeña, pues su relación con el Carmelo ha sido desde niña, ha frecuentado la lectura de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz, también conoce a la gran santa francesa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, la de Lisieux. Con una carrera académica brillante, Amelia sintió la llamada del Carmelo y renunció al mundo para ahondarse en la vida mística del Carmelo Descalzo de Puzol (Valencia); nuestra paisana, como aquella otra gran santa conversa del judaísmo, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo la filósofa Edith Stein) recorrió el camino del intelecto para llegar a Dios. Amelia Fe Olivares regresó a la Casa del Padre el día 8 de julio de 1975.

La obra poética de Amelia Fe Olivares ha permanecido en el silencio hasta que algunos de sus familiares y amigos afrontaron el desafío de ordenarla y publicarla. Fruto de este meritorio empeño es el libro "María Amelia Fé y Olivares. Aspiración hacia el Absoluto", de Juan Moreno Uclés y Carlos María López-Fé. Dicho libro consta de una biografía a cargo de Carlos María López-Fé y un exhaustivo y competente estudio de la obra poética de esta mística jaenera del siglo XX. 

Sor Inocencia del Inmaculado Corazón de María del Santo Rostro (en el siglo Amelia Fé Olivares) vivió en Torredonjimeno, aunque podemos imaginar que por los años en que prestó su servicio docente entre nosotros tuvo que presenciar o saber de muchas de las iniquidades que aquí se cometieron durante la Guerra Civil. No sabemos los recuerdos que guardaría de su paso entre nosotros, pero su poema "Consolación" incluído en el libro que referimos arriba, es por su título una elocuente alusión a la advocación mariana patronal de Torredonjimeno. Dice así:

Consolación.

¡Qué paz me va llenando!
¡Qué sosiego inefable y deleitoso
mi alma va inundando,
y el árido desierto va regando
como un arroyo claro y abundoso!

¡Oh Dios, qué generoso
te muestras con el alma de tu esclava!
En soplo poderoso
ha convertido en lago silencioso
aquel torrente de encendida lava.

Y aquella costa brava
que ayer gemía, de clamores plena;
la que el mar arrasaba
y el viento desolaba
ya es dulce playa de riente arena.

Cediendo va mi pena
a la paz que a mi alma va llegando
como la luna llena
de claridad serena
el reino de las sombras va anegando.

¡Ya te vas acercando,
Señor, y me devuelves tus favores!
Mi alma vas sanando
y la vas regalando
con el suave manjar de tus amores.

Sirva de botón de muestra esta inspirada estancia compuesta por una mujer de una sensibilidad y espiritualidad que es otra prueba de lo espléndido que fue nuestro siglo XX, pese a los tenebrosos poderes que pugnaron por sumir a España en un océano de sangre.

Este artículo se ha escrito con el propósito de dar a conocer a esta mujer que vivió entre nosotros, a esta poetisa que recogió en su obra las inspiraciones más altas de nuestra literatura mística, en prueba de lo que, con Tertuliano, decíamos más arriba: "La sangre de mártires es semilla de nuevos cristianos".




Sor Inocencia del Inmaculado Corazón de María del Santo Rostro


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

"María Amelia Fé y Olivares. Aspiración hacia el Absoluto", Juan Moreno Uclés y Carlos M. López-Fé.

"Amelia Fé, Mística giennense del siglo XX", de Carlos María López-Fé y Figueroa, "Senda de los Huertos", Revista Cultural de la Provincia de Jaén, 67-68.

"Andalucía desde Jaén. Nuevas aportaciones para entender Jaén en Andalucía", Manuel Medina Casado.

Revista DON LOPE DE SOSA, varios números.

Revista PAISAJE, varios números.

martes, 1 de abril de 2014

UN CRONISTA OFICIAL PARA TORREDONJIMENO

El historiador D. José Carlos Gutiérrez Pérez,
Cronista Oficial de Jamilena
 
 
CRONISTAS OFICIALES DE TORREDONJIMENO
 
Este dossier tiene el propósito de clarificar el quehacer y los requisitos que han de concurrir para el nombramiento de Cronista Oficial de una localidad. En primer lugar, hacemos una exposición del caso particular que afecta a Torredonjimeno, a la luz de cierta noticia aparecida en la prensa provincial la pasada semana, argumentando con documentación ciertos hechos históricos que se han puesto en duda por ignorancia o malicia de personas que, habiendo sido consultadas sobre el devenir de la plaza de Cronista Oficial en Torredonjimeno, han demostrado tener una información nula. En un tercer momento ofrecemos la entrevista que nos ha concedido D. José Carlos Gutiérrez Pérez, Cronista Oficial de Jamilena e investigador histórico de una impecable trayectoria académica.
 
Manuel Fernández Espinosa
y
Luis Gómez López
 
INTRODUCCIÓN
 

La semana pasada saltaba la noticia que previamente había sido rumor: el Club de Lectura de Torredonjimeno, presidido por Doña Esmeralda Berbell, lanzaba la propuesta de investir como Cronista Oficial de Torredonjimeno a D. Manuel Campos Carpio. Torredonjimeno Directo publicaba el 27 de marzo recién pasado la noticia bajo el titular "Proponen a Manuel Campos Carpio para el cargo de Cronista oficial de Torredonjimeno".
 
CRONISTAS GRATOS Y NON-GRATOS
 
En la elaboración de la noticia el redactor, haciendo gala de profesionalidad, consultaba con varias fuentes para ilustrar los antecentes de este cargo honorífico que, durante tantas décadas (por ruines razones políticas, todo sea dicho), ha estado vacante en una ciudad que tanta historia atesora como nuestro Torredonjimeno. 
 
Uno de los consultados por el medio digital fue D. José Calabrús que afirmó que no existía constancia de Cronista Oficial de Torredonjimeno desde D. Alonso Molina Talero. D. Alonso Molina Talero, en efecto, fue nombrado Cronista Oficial de Torredonjimeno el año 1929 a propuesta del Ayuntamiento de Torredonjimeno. No sabemos si el Sr. Calabrús dispone de más información que la que sobre este asunto sirve la revista DON LOPE DE SOSA. A nosotros nos consta que D. Alonso Molina Talero fue nombrado Cronista Oficial de Torredonjimeno gracias a la noticia que publica DON LOPE DE SOSA en su sección de actualidad (que a la sazón se titulaba "Pues sabrás Inés hermana..."): en ella se recoge el nombramiento. (Puede verse DON LOPE DE SOSA. Crónica Mensual de la Provincia de Jaén, mes de Octubre de 1929, núm. 202, pág. 316 del volumen correspondiente al año 1929).  
 
El mismo medio "Torredonjimeno Directo" aseveraba a su vez, textualmente, que: "No consta documento alguno en Torredonjimeno que acredite el nombramiento de ningún cronista oficial de la ciudad en la historia reciente. Al menos en la historia de la etapa democrática del ayuntamiento. Los consultados dudan de si el que fuera párroco e historiador de la ciudad, Juan Montijano, fue nombrado como tal en el siglo pasado".
 
Ignoramos quiénes sean esos consultados cuyo nombre no se declara, pero además de decir una obviedad como que "en la historia de la etapa democrática del ayuntamiento" Torredonjimeno ha estado sin Cronista Oficial, revelan su ignorancia al poner en tela de juicio que D. Juan Montijano Chica fuese Cronista Oficial de Torredonjimeno: "Los consultados dudan de si el que fuera párroco e historiador de la ciudad, Juan Montijano, fue nombrado como tal en el siglo pasado". D. Juan Montijano no fue párroco, eso lo primero: fue Canónigo de la Sacra Iglesia Catedral de Jaén y, cuando se retiró a Torredonjimeno, fue coadjutor de las Madres Dominicas del Convento de Nuestra Señora de la Piedad, falleciendo el año 1988. Para despejarles las dudas a los "consultados" sería muy conveniente remitirlos a la lectura de un artículo de nuestro amigo D. Vicente Oya Rodríguez, Cronista de la ciudad de Jaén y de Cambil: el artículo se titula "El Instituto de Estudios Giennenses y los Cronistas Oficiales de Jaén" (publicado en el Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, número CLXXXV): en las páginas 329, 330 y 331 D. Vicente Oya Rodríguez traza la semblanza de D. Juan Montijano Chica y éste es presentado, por si todavía queda alguna duda, como: "Cronista Oficial de Torredonjimeno y consejero del Instituto de Estudios Giennenses", institución de la que también fue Secretario General (desde 1965 a 1971) y Vice-Director desde 1971 a 1973. Las dudas, por lo tanto, solo las pueden tener los indocumentados. Y solo las pueden sembrar los que por inconfesables intereses todavía alimentan una fobia enfermiza por la figura de D. Juan Montijano Chica.
 
ENTREVISTA A UN CRONISTA OFICIAL EN ACTIVO
 
Para saber en qué consiste la labor de un Cronista Oficial de una ciudad hemos entrevistado a D. José Carlos Gutiérrez Pérez, Cronista Oficial de Jamilena. Nacido en Jamilena el año 1982, José Carlos es Licenciado en Humanidades por la Universidad de Jaén y prepara su Doctorado en Historia. Historiador, genealogista, especialista en Órdenes Militares y Edad Media, ha participado en muchísimos Congresos nacionales e internacionales y publicó el año 2009 su libro "Martos y su comarca en la Baja Edad Media", resultado de algunas de muchas investigaciones históricas. También es colaborador de ÓRDAGO y fue asiduo contertulio del programa televisivo "A PIE DE OBRA", que dirigía años ha Manuel Fernández Espinosa. José Carlos es un activo organizador de Congresos comarcales y su meritoria labor le valió el nombramiento de Cronista Oficial de Jamilena. Hemos querido saber cuáles son los requisitos profesionales que tiene que cumplir un Cronista Oficial y, a la luz de ellos, saber si D. Manuel Campos Carpio merece, como afirman sus amigos del Club de Lectura, ser Cronista Oficial de Torredonjimeno.
 
ÓRDAGO: ¿Qué ha supuesto para ti el nombramiento de Cronista de Jamilena?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Desde luego un orgullo muy grande, ya que, pese a mi juventud, en el proceso de elección solo se tuvo en cuenta mi trayectoria investigadora y divulgadora en torno a la historia de Jamilena, sin intermediar en ello otros factores. De igual forma, me supuso una oportunidad para poder participar en diferentes foros de investigación y divulgación en los que dar a conocer mi pueblo, pero sobre todo el ser Cronista Oficial de Jamilena me ha acarreado una responsabilidad, ya que eres el principal encargado de ir recogiendo la historia del pueblo, tanto la habida como la que está ocurriendo en estos momentos.
 
ÓRDAGO: ¿En qué consiste ser cronista de una localidad?
La labor del cronista oficial es muy variopinta y abarca diferentes ámbitos, pudiendo centrarse ésta en algunos de ellos o en todos. Lógicamente, la figura del cronista siempre va asociada a la historia de la localidad de la que tiene el título. Quizá ésa es su tarea más importante, la cual consiste en recoger datos de la historia actual que va transcurriendo en nuestros días (actos, noticias, sucesos…), así como la historia pasada, que le sirve para ir trazando poco a poco aspectos históricos de la población en la Edad Media, en el siglo XIX, etc. Esa labor de investigación, en algunos casos periodística, posteriormente tiene su reflejo en publicaciones (libros, artículos…) y charlas, con las cuales se cumple el objetivo de divulgar a la sociedad los resultados del trabajo realizado. Por otro lado, creo que aparte de esa visión del cronista como historiador local, éste también debe de ser un dinamizador cultural en su municipio organizando, por ejemplo, eventos culturales, como congresos o jornadas históricas, promocionando el turismo en su municipio, colaborando con las iniciativas culturales, defendiendo su patrimonio histórico-artístico, y sobre todo haciendo que su labor investigadora y divulgadora sea un elemento que repercuta en el desarrollo local.
 
ÓRDAGO: ¿Cualquiera puede optar a ese cargo? Es decir, ¿es mejor que el candidato sepa manejar los archivos municipales, diocesanos, parroquiales, o simplemente vale con que uno sepa escribir generalidades sobre las tradiciones y las leyendas de la comarca o de un pueblo?
 
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: No cabe duda de que las tradiciones y las leyendas locales o comarcales forman un elemento muy importante en la cultura de un pueblo, que lógicamente el cronista debe conocer, investigar y dar a conocer. El cronista como historiador debe estar familiarizado con todo tipo de fuentes, ya sean orales, documentales, arqueológicas, etc., pero no centrar su trabajo en un solo tipo de fuentes, como el caso de las orales, que tanta información aportan, pero que a veces suele resultar erróneas, debiendo contrastarse con otras fuentes. Es ahí donde las fuentes documentales escritas suelen ser las más fiables de cara al desarrollo del discurso histórico, aunque también contengan errores. Con todo, la tarea del cronista es precisamente esa saber seleccionar y cribar la información. Es muy importante conocer, por ejemplo, las leyendas medievales de la comarca de Martos, pero por sí solas no explican la historia de la comarca, cosa si hacen documentos como las visitas de la Orden de Calatrava a la misma, los protocolos notariales, los diplomas reales, etc. El trabajo de archivo es por tanto un factor básico en el quehacer de todo cronista.
 
ÓRDAGO: Un cronista oficial estará obligado a supervisar o al menos desde su puesto, a corregir aquellas inexactitudes históricas que se hayan dicho o escrito sobre su localidad, ¿No es cierto?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Efectivamente, creo que es una obligación. En mi caso particular, antes de ser cronista de Jamilena y siéndolo, he podido ir viendo que la historia de mi localidad estaba repleta de errores graves, que merecían una revisión. El caso más conocido era el de la iglesia de Jamilena, la cual se creía que había sido parte de un proyecto del emperador Carlos V, el cual quería construir un convento de monjas calatravas en Jamilena, que finalmente no llegó a concluirse, quedando como único elemento del mismo la iglesia del supuesto convento, luego convertida en parroquia. Este error hasta hace poco, incluso, aparecía en los trípticos turísticos. Revisando la documentación existente uno se daba cuenta de que en verdad Carlos V y la Orden de Calatrava manejaron la idea de construir un convento de monjas en Jamilena, pero de tal proyecto no se llegó a poner una sola piedra, quedando el mismo en una mera intención por diversas circunstancias. Entonces, ¿por qué se dice que la iglesia era parte de ese convento? Desconozco el motivo. Pero, nuevamente, si manejamos las visitas de la Orden de Calatrava, vemos que ya en el siglo XVI se habla de ampliar la antigua iglesia medieval de Jamilena, que al parecer se estaba quedando pequeña para la población. Tenemos incluso datos sobre los objetos litúrgicos de la iglesia de Jamilena en el siglo XV. Por tanto, iglesia había, y no vino de la mano del convento fallido. Y ya el colmo del disparate fue un párrafo que leí, donde un investigador ante la falta de datos apuntaba a que la ermita medieval de la Virgen de Valverde (o de la Estrella) pudo estar situada sobre el solar de la actual iglesia de Jamilena, como si los restos de esta ermita no estuvieran todavía visibles ya a inicios del siglo XX en la paraje por todos conocido.
 
ÓRDAGO: Por lo tanto, el Cronista, es algo así como un “vigilante” de la veracidad de los hechos que se escriben o se cuentan sobre la Historia de su localidad…
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Digamos que es un obrero más en el edificio histórico que está construyendo, junto a otros compañeros investigadores; pero que tiene el deber de recopilar y corregir aquellos datos que se vayan conociendo y sabiendo, así como admitir que su propio trabajo está también sujeto a correcciones por parte de otros investigadores, porque la Historia no es una ciencia exacta, ya que continuamente está sujeta a nuevos hallazgos documentales e interpretaciones nuevas. Sirva como ejemplo el caso del castillo de Torredonjimeno, del que hasta hace pocos años pensábamos erróneamente que era de origen musulmán, pero las investigaciones que llevé a cabo sobre el mismo me permitieron plantear la hipótesis de que su origen estaba precisamente en una torre señorial cristiana, que posteriormente dio el topónimo a la localidad.
 
ÓRDAGO: ¿Qué se hace en las reuniones de Cronistas Provinciales?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Los cronistas provinciales nos reunimos o coincidimos varias veces al año en diferentes foros nacionales, provinciales o comarcales, ya sean congresos, jornadas, conferencias, etc. No obstante, la cita provincial por excelencia son los congresos de cronistas de la Provincia de Jaén, que organiza la Asociación Provincial de Cronistas de Jaén. Dichos congresos son anuales y constan de una parte dedicada a la asamblea general anual y otra al congreso en sí, que en las últimas ediciones ha estado dedicado a una temática concreta, como la Batalla de las Navas de Tolosa, la Constitución de Cádiz… Lógicamente, los cronistas pueden aportar comunicaciones de temática libre relacionada o no con su localidad, pero siempre dentro del ámbito giennense. En mi caso, como primicia, adelanto ya que mi intervención en el congreso de este año, a celebrar en el mes de junio, tratará sobre giennenses enrolados en el ejército estadounidense durante la I Guerra Mundial, aprovechando el centenario de dicha efeméride.
ÓRDAGO: En las localidades vecinas (Martos, Torredelcampo, Porcuna, etc) existen también Cronistas, desde tu punto de vista, ¿Qué podrías decirnos sobre ellos?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Los conozco a todos, y son buenos investigadores y mejores personas, que en la medida de sus posibilidades realizan su labor como cronistas, dentro del tiempo que sus trabajos les dejan. Así, por ejemplo, están los casos de Juan Carlos Castillo Armenteros en Torredelcampo, profesor de la Universidad de Jaén en el área de Historia Medieval, arqueólogo, con una dilatada experiencia investigadora y docente, plasmada en muchos congresos internacionales y nacionales, libros, artículos, etc. En el caso de Martos, tras la muerte de Miguel Calvo Morillo, hace unos años, se eligió como nuevo cronista al profesor Antonio Teba, asiduo articulista en la revista “Aldaba” con interesantes trabajos sobre el Martos de los siglos XIX y XX, y ganador hace unos años del Premio de Investigación Manuel Caballero Venzalá. En Porcuna tenemos también a Antonio Recuerda Burgos con una larga y magnífica trayectoria investigadora y numerosísimos artículos y libros en su haber, el cual es una referencia obligada para acercarse a la historia local de Porcuna y su comarca. Citar también los casos de Lopera y Arjonilla, con José Luis Pantoja y Manuel J. Segado, que llevan a cabo una tarea de recopilación asombrosa, pero sobre todo divulgadora en el ámbito de las nuevas tecnologías con sus blogs en Internet.
 
ÓRDAGO: Por lo que cuentas, el nivel es muy alto.
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Efectivamente. Es que el cronista debe ser una persona preparada para investigar, divulgar y promocionar su pueblo sin más recompensa que el trabajo bien hecho. Por tanto, el nivel de exigencia que se debe plantear deber ser muy alto. Es por ello por lo que el futuro cronista tosiriano debe estar a la altura, debido a la cantidad de reconocidos investigadores y colectivos que hacen una labor encomiable en Torredonjimeno.
 
ÓRDAGO: ¿Cómo se decidió en Jamilena la elección del cargo de Cronista Oficial?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Creo que dicho proceso fue ejemplar y a imitar por otros municipios, ya que el Ayuntamiento de Jamilena no eligió “a dedo” al nuevo cronista, sino que estableció un proceso de selección, que comenzó con la convocatoria de la plaza en el Boletín Oficial de la Provincia de Jaén. Tras ello se estableció un plazo para que se presentaran candidatos, los cuales debían de aportar su currículum vitae. Una vez realizado el concurso de méritos, un tribunal compuesto por miembros de la corporación municipal de Jamilena, un profesor de la Universidad de Jaén y otro de la Asociación de Cronistas, baremó las candidaturas y eligió la mía en vista de mis méritos aportados, siendo aprobada en el pleno municipal por unanimidad.
 
ÓRDAGO: ¿Es esa la única forma que existe?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: No, aunque creo que la manera como se realizó en Jamilena es la mejor. Los demás casos son en los que la corporación municipal designa directamente al candidato que tienen pensado. En ocasiones se da la circunstancia de que dichas designaciones se realizan por corporaciones municipales de un determinado color político, que al paso de un tiempo pueden provocar la destitución del cronista por diferentes motivos. Por tal motivo, es necesario que el consenso entre las fuerzas políticas locales sea imprescindible para elegir cronista, y no dar lugar situaciones polémicas como las ocurridas en algunos pueblos de nuestra provincia. Con todo quiero decir que también encontramos casos en los cuáles la elección de cronista se ha hecho en figuras muy destacadas en el panorama cultural e investigador de la localidad, que muchas veces han resultado acertadas debido a la autoridad y solvencia del cronista elegido, como ocurrió por ejemplo con los casos de Juan Carlos Castillo Armenteros, profesor de Universidad de Jaén y cronista oficial de Torredelcampo, y Antonio Luis Bonilla Martos, profesor de la Universidad de Granada y cronista de Fuensanta de Martos.
 
ÓRDAGO: En Torredonjimeno, desde que falleciera D. Juan Montijano Chica, el puesto de Cronista ha estado vacante. ¿Qué perfil crees tú, que sería el más indicado para alguien que optara a este cargo en Torredonjimeno? Queremos decir que, debido a la rica Historia que tiene la localidad, la cantidad de archivos que afortunadamente se conservan, y en relación al nivel que has comentado que existe en dicho puesto en las localidades vecinas… ¿qué requisitos crees tú que debería de tener el candidato o candidatos que optasen al cargo?
JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ: Desde luego es increíble que tras la muerte de D. Juan Montijano, no se haya planteado la posibilidad de nombrar a un sucesor, sobre todo en un pueblo con una historia tan rica como Torredonjimeno y tan agitada políticamente en los últimos años. Creo que va siendo hora de que Torredonjimeno cuente de nuevo con un cronista oficial, como ya expresé en su día a Juan Infante, presidente de la Asociación Provincial de Cronistas. De hecho todos los pueblos que rodean a Torredonjimeno lo tienen, como Martos (Antonio Teba), Jamilena (José C. Gutiérrez), Torredelcampo (Juan Carlos Castillo), Villardompardo (Carlos Ramírez), Arjona (Manuel A. Cardeña), Porcuna (Antonio Recuerda), Higuera de Calatrava (Miguel A. Arjona) y Santiago de Calatrava (Francisco Gordo). Sobre el perfil del posible candidato creo que Torredonjimeno cuenta con muy buenos investigadores que podrían dar la talla, y que son de sobra conocidos por todos, al contar con investigaciones serias y bien documentadas. Otra cosa distinta es que quieran ser o no cronistas tosirianos.
 
ÓRDAGO: Como ha podido quedar claro, a la luz de la entrevista, el cargo de Cronista Oficial de una ciudad no es algo que se deba conceder por simpatías o por la propuesta aventurada de grupos de presión socio-cultural. La cantidad de papel publicado tampoco puede ser considerada en el haber de méritos, si lo que se ha publicado carece de una mínima calidad científica. Creemos que es el caso de D. Manuel Campos Carpio: sus muchas publicaciones están llenas de errores garrafales, fruto de no haber contrastado las noticias recogidas en sus trabajos de campo con otra documentación que no sea la oral. Tampoco ha sometido nunca, que nosotros sepamos, sus propios escritos a una auto-crítica que rectificara sus a veces descabelladas hipótesis. En sus obras no aparece nunca un aparato de notas, dando la sensación de que este aspirante a Cronista Oficial de Torredonjimeno escribe la "historia" de Torredonjimeno sin consultar los trabajos de otros autores como pueden ser D. Alfredo Ureña Uceda, D. Francisco José Téllez, D. Manuel Jesús Cañada Hornos o nuestros artículos publicados en ÓRDAGO. Creemos que, después de tanto tiempo sin Cronista Oficial, para ser exactos desde el fallecimiento de D. Juan Montijano Chica en 1988 (que SÍ fue Cronista Oficial de Torredonjimeno, aunque a algunos les cueste trabajo admitir los hechos históricos y prefieran dudarlos o ponerlos en duda), ante el panorama comarcal y provincial en cuanto a la categoría profesional de Cronistas Oficiales de otras localidades, cuya labor intachable es algo más que una afición indocumentada, Torredonjimeno requiere un Cronista Oficial que esté a la altura de las circusntacias.