martes, 31 de diciembre de 2013

NOTICIA SOBRE EL ALUMBRADO PÚBLICO DE TORREDONJIMENO


"Aspecto de la plaza del Ayuntamiento de Torredonjimeno en las primeras décadas del s. XX"
 
Para despedir el año 2013 traemos esta curiosa noticia que publica el “Diario Oficial de Avisos” de Madrid, con fecha 7 de diciembre del año 1899.
La noticia nos da cuenta de la subasta de electricidad eléctrica para la localidad de Torredonjimeno, que se habrá de hacer efectiva en febrero del año 1900. La curiosidad radica en que se especifica el número de bombillas o “bujías” que habrán de lucir en la “villa” tosiriana, indicándose además la intensidad de las mismas.
Según podemos leer en el libro de Alfredo Ureña Uceda “Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico en Torredonjimeno” (p. 248) ”La iluminación del espacio (- se refiere al de la Plaza del Ayuntamiento-) ya se hacía desde el último tercio del s. XIX por medio de una farola central y otras cuatro en las esquinas, colocadas en 1876. 
Justo ahora que termina el año 2013, e inmersos sobre la polémica de la subida de la tarifa de la luz eléctrica en nuestros hogares, es el motivo por el que traemos esta nota a nuestro blog. Es como si en 114 años, los tosirianos estuviésemos todavía hablando de lo mismo: de la luz…
Dice así la curiosa nota:
Torredonjimeno (Jaén)
 
A los quince días contados desde el 26 de Noviembre, á las doce de la mañana,—Instalación y servicio del alumbrado público de dicha villa por medio de la electricidad por término de tres años,—Presupuesto, 6.600 pesetas anuales.-Fianza, el 5 por ciento. La subasta se celebrará en el Ayuntamiento de Torredonjimeno, en cuya Secretaría se hallan de manifiesto las condiciones.
El contratista principiará á abastecer la localidad del mencionado fluido el día 1.º de Febrero de 1900.
El servicio de este contrato comprenderá el suministro de 200 lámparas incandescentes diarias, de las que 100 tendrán la intensidad lumínica de 8 bujías, 12 de 16 y 88 de 10. También suministrará dos arcos voltaicos de 400 bujías cada uno, que lucirán diez días al año á elección del Ayuntamiento. A excepción de los arcos antes mencionados, las demás lámparas lucirán diariamente desde media hora después de la puesta del sol y terminará media hora antes de la salida del mismo al siguiente día.
Lo que se hace público para conocimiento de las personas que deseen tomar parte en la licitación. Las proposiciones se presentarán en pliegos cerrados, extendidas en papel de la clase 12., y con estricta sujeción al siguiente Modelo de proposición:
Don F. de T., vecino de,.., según cédula personal que acompaña, señalada con el número,.., enterado del anuncio inserto en el Boletín Oficial de Jaén, correspondiente al día 26 de Noviembre, para contratar el servicio del alumbrado público por medio de electricidad, en 1a villa de Torredonjimeno, se compromete
á tomar á su cargo el servicio, bajo las condiciones que comprende el expediente de subasta y por la cantidad de..., pesetas anuales, acompañando la carta de pago del depósito provisional y los planos, dibujos, etc., de que halle mérito dicho pliego de condiciones.
(Fecha y firma)”
 
Luis Gómez

sábado, 28 de diciembre de 2013

ENTREVISTA A PÍO MOA

Traemos al Blog de Cassia la entrevista que le realizamos al escritor, novelista e historiador Pío Moa y que fue publicada en el blog RAIGAMBRE.

ENTREVISTA A PÍO MOA

"LA INDEPENDENCIA TIENE UN PRECIO, A VECES MUY DURO,
PERO VALE LA PENA" (Pío Moa)




 
 

 
Por Luis Gómez López y Manuel Fernández Espinosa,
Consejo Redactor de RAIGAMBRE


 
D. Pío Moa visitó Jaén para presentar su reciente novela “Sonaron gritos y golpes a la puerta”, en el marco del V Aniversario de la giennense Asociación Cultural y Juvenil “Iberia Cruor". Pío Moa (Vigo, 1948) ha logrado consolidarse como uno de los historiadores más solventes, rectificando los errores y las manipulaciones con las que tergiversan nuestra más reciente historia (la que gira alrededor de la Guerra Civil, con sus antecedentes, desarrollo y postguerra). Frente a los que nos hurtan la verdad histórica o la guisan a su conveniencia, la obra de D. Pío Moa se yergue como un colosal esfuerzo por restituir a las generaciones de futuros españoles la historia que nos están burlando y birlando. Esa es la razón por la que determinados medios y su comparsa de periodistas y demás enteradillos, todos al servicio de los espurios intereses de sus patronos, cargan contra Pío Moa. Pocos le rebaten los argumentos, pues pocos son los que conocen las fuentes tan a fondo como el historiador gallego. Historiadores de prestigio, como Seco Serrano o Cuenca Toribio, también Stanley Payne y Hugh Thomas (entre los extranjeros) han elogiado la obra de Pío Moa. Solo los periodistas mercenarios que cobran su soldada por repetir las consignas de sus dueños se atreven, en su incultura y desfachatez, a llevarle la contraria a Pío Moa y, como no son capaces, tienen que recurrir al argumento “ad hominem”.
El autor compagina su formidable obra como historiador con una labor ensayística no menos encomiable, puesto que –en los tiempos que corren- Pío Moa tiene una voz propia, siendo una de las pocas excepciones de personajes públicos que piensan por sí mismos, sin doblegar su criterio a las tendencias marcadas por el discurso predominante; lo propio hace Moa en sus artículos de opinión. “Los mitos de la guerra civil”, “Años de hierro. España en la posguerra 1939-1945” y tantos otros títulos pertenecen a su producción histórica. En su faceta ensayística mencionaremos “La democracia ahogada, Ensayos sobre la España de hoy” o “Contra la balcanización de España”. Sin embargo, este hombre sencillo y trabajador, también tiene una vena creativa que tenía que expresarse a través de otro género literario y otros registros: la novela. “Sonaron gritos y golpes a la puerta” es el título de la novela de Pío Moa que, al margen de los circuitos de la crítica literaria oficialista (tan insignificante como bien pagada por el poder establecido) ha suscitado muy buenas críticas entre lo mejor de nuestros escritores (es el caso de Aquilino Duque). A propósito de esta novela entrevistamos a D. Pío Moa y esto nos respondió.

Luis Gómez: Todas las novelas tienen algo de biográfico o de vivencias propias del autor. En “Sonaron gritos y golpes a la puerta” ¿nos encontraremos con algo parecido? ¿hay vivencias personales de la vida de Pío Moa reflejadas en la novela?

Pío Moa: Como el autor es el “padre” de los personajes, inevitablemente deja algo de sí en ellos. Pero mis vivencias biográficas son muy distintas, incluso contrarias a las de los personajes de la novela. Podría identificarme con Paco y Alberto, hasta cierto punto, o con Contreras, como personas de mente especulativa y al mismo tiempo dadas a la acción, a la aventura. Algunos aspectos íntimos también tienen algún reflejo más o menos lejano. De todas formas he querido retratar a personajes verosímiles pero no comunes, alejados del costumbrismo, que a mi juicio es una plaga en la literatura española, y enfrentados a circunstancias extremas como las de aquella época. Ante situaciones tales, cada persona reacciona de distinta forma. Unos se hunden, otros se envilecen o adoptan posturas demasiado convencionalmente heroicas, otros, como en este caso, luchan, a veces con buena suerte y otras con mala, tropiezan, tienen sus neuras...
-Luis Gómez : Escribir sobre la Historia no es lo mismo que novelar una historia, ¿qué aspecto le resulta más difícil?

Pío Moa: La historia y la novela son muy diferentes. La historia es al mismo tiempo más fácil, porque no necesitas aplicar la imaginación, y más difícil, porque te obliga a una lógica rigurosa y un concienzudo examen de las fuentes. Por otra parte, hay dos tipos de novela: aquella en la que el autor se traza un esquema detallado y tiene todo el relato previamente en la cabeza; y aquella que va surgiendo un poco por sí sola a partir de unas pocas ideas iniciales. La mía es de estas últimas. La idea nació de un hecho real sucedido a una persona que asistió al asesinato de su padre por milicianos de una forma parecida a como en la novela. Después todo siguió por sí mismo. Así como el peligro de escribir historia es no analizar bien los hechos o dejar suelta la imaginación, en la novela el peligro mayor consiste en dar rienda suelta a la fantasía hasta olvidar la lógica y lo verosímil. “Sonaron gritos...” se atiene al trasfondo histórico pero sobre su entramado actúan libremente los personajes. Para la parte de Rusia, por ejemplo, me he apoyado en memorias y diarios de divisionarios, y los sucesos narrados son básicamente ciertos. Lo mismo el episodio de la emboscada al maquis: ocurrió algo muy similar en Asturias unos años después, pero, por licencia literaria, lo traslado a Galicia y a un par de años antes.

En fin, cuando se hace novela histórica, se corre el peligro de que la historia se coma a la novela o viceversa. Creo que esto no ocurre en la mía, que es muy propiamente una novela dentro de un trasfondo histórico. De hecho, casi todas las reseñas –en blogs, porque los grandes medios boicotean sistemáticamente mis libros—señalan esta prevención: es muy difícil –y abundan los casos— que un historiador haga una buena novela, por lo que los comentaristas eran reacios de entrada a leerla. Pero una vez metidos en el relato han cambiado de opinión Así Aquilino Duque (Viñamarina: Una novela dantesca), Luis del Pino
Libertad Digital) o Carlos López Díaz (Archipiélago Duda) y otros. Esto me ha animado, porque yo mismo temía no estar a la altura y sacar un relato histórico disfrazado de novela. Estoy contento de haber superado la prueba.

-Luis Gómez: En un momento de la novela, un personaje, Tenreiro, escribe una novela y se la da al protagonista para que este opine sobre ella. Después de unos párrafos, los protagonistas, terminan adulando al autor diciéndole que el estilo de la misma se parece al de Dickens, mientras que otros opinan que se acerca más a Dostoievski. ¿Qué estilo le gusta más a don Pío Moa, el de Dostoievski y la escuela rusa o el de Dickens y su crítica social?

Pío Moa
: Me gusta más Dostoievski que Dickens. En general, la gran novela rusa del siglo XIX tiene una profundidad y una riqueza incomparables. Los comentarios a la novela de Tenreiro son en plan burlón, y es evidente que Tenreiro, con su peculiar sentido del humor, los acepta como tales, fingiendo enfadarse por seguir la broma. Casi ningún comentarista ha juzgado sobre la tertulia y el grupo aquel, pero para mi gusto es de lo mejor de la novela.
 
 


-Manuel Fernández: ¿Qué autores han ejercido más influencia en su vida?

Pío Moa: Homero, desde luego, el Cervantes de El Quijote, Shakespeare... Pero si la novela debe a alguien es a dos autores muy poco conocidos: Jan Valtin, un agente de la Komintern, autor de “La noche quedó atrás”, que es un relato biográfico novelado, y Segiusz Piasecki, polaco, con “El enamorado de la Osa mayor”. De la primera tomo cierta idea de los avatares del compromiso político, y de la segunda el espíritu libre y aventurero, fuera de convenciones, de los principales personajes.

-Manuel Fernández: Excelentes novelas las dos y las dos escritas por dos hombres de acción: “La noche quedó atrás” de Jan Valtin (pseudónimo de Richard Julius Hermann Krebs), es un formidable testimonio de un militante marxista del siglo XX y la novela del polaco Piasecki es también otra obra que no deja impasible. Piasecki la escribió en la cárcel donde estaba por su muchas actividades delictivas, una de ellas era el contrabando. ¿Cuál cree usted que es el motivo por el que el lector de “Sonaron golpes a la puerta” se enganchará a la lectura de la misma?

Pío Moa: Eso no puedo decirlo, porque cada lector tiene sus gustos e intereses. Alguno me ha dicho que prefería a Juan José Millás, de quien nunca fui capaz de leer más de veinte páginas. Por eso digo que va en gustos. Pero casi todo el mundo ha coincidido que la acción les arrastraba.

-Luis Gómez: Usted es más bien conocido en los ambientes literarios por su gran labor divulgadora sobre el periodo de la Guerra Civil española, donde ha contribuido enormemente a desmitificar ciertos errores y a colocar algunos puntos sobre las íes en controversias y “mitos” levantados al calor de la propaganda de uno y otro bando. ¿No teme desengañar a sus seguidores al adentrarse en un estilo tan diferente?

Pío Moa: No creo que nadie se desengañe, al contrario. Es absolutamente urgente disputar el terreno literario y artístico, dominado por la izquierda, porque es este el que crea opinión pública, mucho más que un libro de historia. Esta novela podría ser un avance en esa dirección, aunque no fue concebida con ese fin. Quiero decir que podría haber quedado en una novela fallida, pero vistas las críticas, creo que no lo ha sido. Existe sin embargo cierto prejuicio, del que ya hablé, contra la posibilidad de dominar la novela y la historia una misma persona. Admito que no es fácil, pero tampoco imposible

-Luis Gómez:
Su novela no ha tenido la suficiente repercusión en los medios oficiales. ¿Por qué cree usted que se silencia la obra de Pío Moa?
Pío Moa: Hace ya muchos años que los grandes medios de masas boicotean mis libros, así que no me ha extrañado en esta ocasión. ¿Por qué ocurre? Por razones ideológicas “progres” que se han impuesto no solo en la izquierda, sino también en una derecha artística e intelectualmente casi nula. Vivimos un páramo cultural, en el que hay mucho miedo a salirse de lo políticamente correcto.

-Luis Gómez:
Si se le diese la oportunidad de tener más proyección mediática, se le hiciese más publicidad y se vendiesen más libros suyos a cambio de no modificar o no decir lo que usted dice, ¿lo haría? ¿Cree que todo hombre tiene un precio?
Pío Moa: Ni se me ocurre hacerlo. La independencia tiene un precio, a veces muy duro, pero vale la pena. Además, estoy seguro de que si me dedicase a escribir lo que no pienso, por razones económicas, no me saldría nada que valiese la pena. No todos los hombres tienen un precio, aunque sí muchos, la mayoría.

-Manuel Fernández: ¿Cree que la integridad, la sinceridad y determinados valores morales, están en franca decadencia en la actualidad?

Pío Moa: Bueno, la sociedad española está moralmente muy degradada, y esto se nota en los índices de lo que he llamado salud o enfermedad social (delincuencia, población penal, fracaso escolar, fracaso matrimonial, consumo de drogas, alcoholismo, suicidio, corrupción política, etc.). Han sido tres decenios de “cultura” de la falsedad sobre el pasado y el presente. Una sociedad retrocede enormemente en tales circunstancias. Los useños suelen llamar “la Gran Generación” a la que hizo la guerra mundial. Yo creo que también la generación española que venció a la revolución, evitó entrar en la guerra mundial y venció al maquis y a un aislamiento internacional delictivo, merece el título de “Gran Generación”. Pero la actual, tan lamentable por muchos conceptos, que confunde el heroísmo con la heroína, como decía Aquilino Duque, se permite denigrarla sistemáticamente, sin ver que con ello se envilece aún más ella misma.
 
Agradecidos y honrados por la atención que nos dispensó Don Pío Moa, deseamos que esta novela suya alcance el éxito que merece. En un panorama cultural tan desolador como el español pocos son los hombres que merecen ser escuchados y leídos. Abunda en nuestro ruedo nacional mucho figurón y mamarracho que se hace pasar por intelectual y culto, sin tener ni maldita idea de lo que habla. Tener una conversación con Don Pío Moa ha sido para nosotros una ocasión extraordinaria para comprobar la calidad humana e intelectual de nuestro entrevistado. Y no queremos terminar esta entrevista sin animar a nuestro lector a comprar y leer, a comprar y regalar esta novela de Pío Moa: “Sonaron gritos y golpes a la puerta”, pues es de lo poco que merece ser comprado en estas fiestas, cuando se nos incita al consumismo desenfrenado. Los cachivaches que puedan comprarse en estas fiestas son en su inmensa mayoría obsolescentes, pero si se compra esta novela se puede estar seguro de que este libro permanecerá ahí, para volver a ser leído; como una de las obras literarias de uno de los pocos autores contemporáneos que podemos calificar como imprescindible.
 

lunes, 21 de octubre de 2013

ANTONIO MACHADO EN BAEZA



La familia Machado, con Antonio y Manuel
EL OTRO ANTONIO MACHADO: HACIA SU REDESCUBRIMIENTO

Dedicado a la memoria de Antonio Machado Ruiz


Por Manuel Fernández Espinosa

 
Cuando conocí a Don Juan Montijano, a mediados de los años 80 del siglo XX, el ilustre canónigo y cronista oficial de Torredonjimeno era bastante anciano, sin embargo, pese a las mermas que la vejez produce en las naturalezas incluso más fuertes, recuerdo a un Don Juan Montijano afable que, a medida que se desplegaba la conversación, iba como recobrando vitalidad y memoria. Casi todos los sábados, durante meses y meses, me encaminaba a la calle Rabadán, con la ilusión de mantener aquellos gratos encuentros en su domicilio. A veces, algunos amigos de D. Juan se llegaban y aquello se convertía en una amena tertulia sabatina de mediodía.

Cuando joven D. Juan Montijano sintió la vocación sacerdotal, le vino de la mano del Siervo de Dios Padre Tarín que tanto predicó en Torredonjimeno y otras poblaciones de la comarca (Porcuna, Escañuela…). El padre de D. Juan, comerciante textil y secretario de la Comunión Tradicionalista de Torredonjimeno, fue reticente a consentir que su hijo se hiciera sacerdote, pensando que tal vez no fuese nada más que un capricho de mocedad; pero la perseverancia del hijo convenció al progenitor para que le diera la autorización y bendición paternas. Y así fue como D. Juan ingresó en el Seminario de Baeza, según sus memorias todo hace suponer que en el año 1913 que fue el año en que falleció D. Marcelino Menéndez y Pelayo, como así hace constar D. Juan en sus “Recuerdos de mi vida” (tuvimos el honor de publicar en primicia el manuscrito autobiográfico de D. Juan Montijano, "Recuerdos de mi vida (1899-1925)" en la Revista ÓRDAGO, nº 4, año 2000.)

El día 1º de noviembre de 1912, un profesor sevillano, viudo y melancólico, procedente de Soria, tomaba posesión de la cátedra de Lengua Francesa en el Instituto General y Técnico de Baeza. Aquel profesor se llamaba D. Antonio Machado Ruiz y ha pasado a la historia como uno de los poetas más grandes de la literatura española.

La formación académica de D. Juan Montijano Chica en Baeza coincidió, pues, con la presencia del gran poeta D. Antonio Machado Ruiz (1875-1939).

Cierto sábado en que me hallaba en casa de D. Juan Montijano , no recuerdo bien cómo vino a cuento, pero salió a relucir Antonio Machado en Baeza; es muy probable que por aquel entonces yo tuviera recién descubierta la poesía de Machado, en la que me sumergí gracias a mi profesor de Lengua y Literatura, D. José Juan López Altuna (q.e.p.d.), apasionado de Machado que contagiaba su entusiasmo por “Campos de Castilla”.

Al conjuro de su nombre, Don Juan Montijano sonrió condescendiente, como el anciano que acaricia sus recuerdos, y dijo algo así (compréndame el lector que han pasado muchos años como para recordar las palabras literales):

-Antonio Machado… Todavía lo recuerdo. Fue profesor de francés en Baeza, mientras estudiaba yo para cura. Machado era bastante conocido en Baeza; y no por poeta, sino por alguien estrafalario, un buen hombre, pero despistadísimo y muy descuidado en su vestir. Contaban que, en cierta ocasión, le tocó la lotería, pero no sabía en dónde había puesto el boleto… Y se quedó sin la fortuna. Y sus alumnos (que le tenían tomada la medida) bien que se aprovechaban de su descuido. ¡Hasta tortillas hacían en clase! Era un aula muy fría y se llevaban el infernillo y la sartén y, cuando menos acordaba el profesor, se estaban haciendo las tortillas los alumnos. Machado se desentendía y seguía dando su lección de francés.

Con el tiempo, mucho después de que D. Juan Montijano me contara esta anécdota, me encontré un pasaje de ese delicioso libro en prosa que nos dejó el poeta, me refiero a “Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo” (del año 1936, en vísperas de la tragedia bélica que terminaría llevándolo al exilio y a su muerte). Para entender bien lo que “apócrifo” significa para Machado, el mismo Juan de Mairena, su “alter ego”, nos lo dice:

“…os aconsejo una incursión en vuestro pasado vivo, que por sí mismo se modifica, y que vosotros debéis, con plena conciencia, corregir, aumentar, depurar, someter a nueva estructura, hasta convertirlo en una verdadera creación vuestra”.

O lo que es lo mismo: suplantar el yo histórico del profesor Antonio Machado Ruiz por el ente ficticio: el “apócrifo” Juan de Mairena.

Así es como, Juan de Mairena no ve a una pandilla de alumnos díscolos que, desafiando a su profesor, se hacen las tortillas en clase, sino que transforma la verdad histórica de la anécdota en una situación distinta. Y hete aquí que las tortillas de clase se tornan en un ejercicio didáctico que Juan de Mairena pone en clase a sus alumnos, donde se hace un elenco de todos los arreos que se necesitan para hacer “un huevo pasado por agua”: “infiernillo de alcohol con su llama azulada, la vasija de metal, el agua hirviente, el relojito de arena” (véase en “Juan de Mairena”, VIII)

Desde 1912 (cuando solicita el traslado a Baeza tras la defunción de Leonor Izquierdo Cuevas, su querida esposa) hasta el año 1919 Antonio Machado residió en Baeza. Después de vivir durante un tiempo en la fonda, toma un piso en la calle de Cárcel, con los balcones dando a la fachada de un palacio, diseñado por Andrés de Vandaelvira en 1559. Parece que bien temprano, la madre de Machado (Doña Ana Ruiz Hernández) se establecerá en Baeza y madre e hijo se darán mutua compañía hasta el fin de sus días en Colliure (Francia).

Cuentan que el primer día en que Machado se apeó del tren correo de Madrid, en la Estación-Baeza, el poeta con sus maletas creyó, a tenor de leer el rótulo ferroviario, que ponía pie en la misma ciudad de Baeza; pero la realidad era que Baeza estaba a 19 kilómetros de la Estación. Un alma caritativa, viéndole tan perdido, le invitó a subir al tranvía que lo llevaría a la ciudad de su destino.

No dejaron de sucederle anécdotas al forastero recién llegado. Ese mismo día, a primera hora de la tarde, Machado, tras instalarse en su habitación de la fonda, se asea y va a presentarse al Instituto para tomar posesión de su plaza docente y ponerse a disposición del centro. Llegado que fue al Instituto, se dirigió al bedel, presentándose y preguntando si podía ver al director. El conserje va y le responde:

-¿El señor director, dice usted? Pues el señor director está en la agonía…

Machado se queda boquiabierto: “En qué mala hora he llegado, que el director se está muriendo…” –piensa nuestro poeta y dice al portero:

-Hombre, pues lo siento mucho. Quisiera hacer algo por él o por lo menos ver a su familia. Pues sí que he llegado en mala hora.

El bedel las caza al vuelo y, comprendiendo el malentendido al que ha dado lugar su respuesta, sin contar con que aquel profesor es un forastero que no conoce los usos del lugar, se apresura a aclararle que no, que no se trata de lo que piensa; que el director no está en el lecho de muerte, agonizando, sino que hay un casino en la calle Barreras de Baeza, que es donde el director acostumbra a tener sus tertulias y que el pueblo llama “La Agonía”. ¿Y por qué le llaman así? Pues por estar muy concurrido de labradores que todo el día se lo pasan mirando al cielo y allí entonan sus lamentos, pues los labradores son como aquel “hombre del casino provinciano” que nos pinta Machado en su poema “Del pasado efímero”:

“Un poco labrador, del cielo aguarda

Y al cielo teme; alguna vez suspira,

Pensando en su olivar, y al cielo mira

Con ojo inquieto, si la lluvia tarda”.

Así vive el director y sus contertulianos del casino de Barreras, en una “agonía” por la cosecha y es por eso que los baezanos, con socarronería, le llaman a aquel lugar de encuentro “La Agonía”; pues los que allí se allegan viven en una “agonía” y todos son unos “agonías”.

Son muchos años los que Machado pasó en Baeza. Hizo buenas migas con algunos baezanos que siempre le guardaron lealtad: Don Rogelio Garrido Malo y Don Cristóbal Torres serán dos de esos amigos baezanos con los que intimará Machado. Cristóbal Torres era coronel de Caballería y abogado que no gusta de ejercer, confiando su manutención a sus rentas. A Baeza vendrá Manuel Machado Ruiz, el hermano también poeta, que es un torrente de optimismo y risas en contraste con Antonio, que siempre ha sido más tímido y altivo en su reservada introversión. Y en Baeza, el gran poeta sevillano conocerá al gran poeta granadino, Federico García Lorca. García Lorca era un estudiante de Filosofía y Letras, cuando su maestro Martín Domínguez Berrueta, profesor de Teoría de la Literatura y de las Artes y pionero en eso de los viajes de estudio, decida llevar a sus alumnos de excursión a Baeza, donde sabe que reside su amigo Antonio Machado y tanto arte hay por descubrir. En Baeza, Machado y García Lorca se encontrarán por vez primera, cuentan que García Lorca improvisó al piano haciendo una de sus magistrales interpretaciones pianísticas, pues no en balde había sido discípulo de Manuel de Falla.

Baeza será para Antonio Machado un recurrente motivo de inspiración poética: ahí están sus poemas para atestiguarlo. Cuando Machado abandone Baeza llevará en su ligero equipaje unos recuerdos inolvidables de todo lo vivido en aquella ciudad provinciana.

Durante un tiempo, Antonio Machado fue una figura poética que no sólo se reivindicó por su indudable calidad literaria, sino con propósitos ideológicos: Machado había tomado partido por la II República Española y había muerto en el exilio francés, tras la victoria de Francisco Franco. Sin embargo, muy pronto se desvaneció aquel bastardo entusiasmo por la figura del gran poeta. ¿Qué había pasado? ¿Qué ha pasado con Antonio Machado?

Como todos los grandes españoles, Antonio Machado es muy poco instrumentalizable por las ideologías más combativas que reclaman la “memoria histórica” de una sola España. Tal vez, por esa misma razón su “Juan de Mairena” haya sido una obra a la que muy pocos han querido aludir, pasándola por alto. Machado está lejos del sectarismo y su opinión sobre el marxismo es francamente negativa. Valga una cita de “Juan de Mairena” (hay muchas más) para ello:

“Carlos Marx, señores –ya lo decía mi maestro-, fue un judío alemán que interpretó a Hegel de una manera judaica, con su dialéctica materialista y su visión usuraria del futuro”

(“Juan de Mairena”, Antonio Machado).

Redescubrámoslo.


Fotografía de una de las expediciones didácticas de D. Martín Domínguez Berrueta con sus alumnos. Entre el grupo de universitarios, puede reconocerse a Federico García Lorca (el segundo por la derecha, sentado en el suelo con las piernas cruzadas).

viernes, 4 de octubre de 2013

SAN FRANCISCO DE ASÍS Y LOS COMPAGNONS EN TORREDONJIMENO


SAN FRANCISCO DE ASÍS 
Y UN COMPAGNON FRANCÉS 
EN TORREDONJIMENO

Por Manuel Fernández Espinosa

Hoy celebramos la memoria de San Francisco de Asís. Queremos, primero: felicitar a todos nuestros lectores llamados Francisco de Asís en su onomástica; y, por supuesto, no queremos dejar pasar fecha tan significativa sin celebrarla, por ser San Francisco de Asís un santo tan entrañable para toda la Cristiandad (y hasta para los no-creyentes cultos y sensibles). Y la conmemoramos a nuestro estilo aquí: trayendo a este blog un antiguo milagro atribuido (por la tradición escrita) al santo italiano y realizado en nuestro pueblo. Ello dará lugar a que comentemos algunos particulares que podrán ser del interés de los amantes del "misterio".


"Han sucedido en el territorio de este convento algunas cosas bien dignas de notar, como es en la Villa de Torregimeno, una legua distante de Martos, con habitación de mil vecinos. Sucedió -que estando, miércoles veinte y tres de octubre del año de mil quinientos y ochenta y cinco, Juan Serrano, empedrador francés, dentro de un pozo profundo, limpiándolo porque no tenía agua, ya que se quiso salir con una luz en la mano, el dicho pozo se hundió sobre él, el cual estuvo hasta las diez del día jueves enterrado, aunque vivo. Fueron a sacarlo muchos hombres; oyéndolo hablar y dar voces, tuviéronlo por milagro y, trabajando hallaron sobre él gran cantidad de piedra y tierra. Allá a las cinco de la tarde lo descubrieron, y lo hallaron en medio del pozo en el suelo, sin haber concavidad alguna alrededor, con la luz ardiendo, los pies fijos, y con el sombrero en la cabeza, sin haberse lastimado.
 
Y preguntándolo, respondió, habérsele aparecido Nuestro Seráfico Padre San Francisco hablándole aquel tiempo, y que en él le había consolado."
 
 
Cuando publicamos este pasaje en la REVISTA ÓRDAGO (Septiembre de 1999) admitíamos que en ese momento no sabíamos ubicar el pozo del que se habla en este texto de la "Chronica de la Santa Provincia de Granada, de la Regular Observancia de N. Serafico Padre San Francisco", cuyo autor fue el P. Fray Alonso de Torres O.F.M. (libro publicado el año 1683). Sin embargo, con el tiempo hemos podido constatar que existe en el término municipal un topónimo que muy probablemente haya recogido esta tradición: nos referimos a "Pocito Santo". Cualquier tosiriano familiarizado con nuestro campo sabe el pozo al que nos referimos. Pensamos que en el nombre de "Pocito Santo" se ha conservado a través de los siglos el vestigio de este suceso milagroso que nos relata el franciscano del siglo XVII y que, gracias al hallazgo de este pasaje, hemos recuperado (por tradición escrita) el suceso que originó el topónimo de Pocito Santo.
 
 
El afortunado empedrador del pozo que salvó la vida por milagro de San Francisco de Asís y que, según su testimonio, pudo hablar con el gran santo italiano, se llamaba Juan Serrano. Habíamos identificado a este tosiriano adoptivo en el listado de los varones que ofrecieron el Voto a Perpetuidad a los Santos Patronos Cosme y Damián en 1580. En esta lista aparece su nombre y su oficio, por lo que el personaje está más que identificado. El milagro que protagoniza en 1585 se produce cinco años después del gravísimo catarro pestilencial que, tras el vecindario encomendarse a los Protomártires, se desvaneció y dio motivo a que se formalizara una de nuestras tradiciones más arraigadas, la de nuestros Santos Patronos que hace poco celebramos como todos los años. 
 
 
Podemos decir que la nacionalidad francesa de Juan Serrano (a buen seguro españolizó su apellido) y su oficio de empedrador indican que (más que probablemente, vamos a demostrarlo) Juan Serrano fuese miembro de los llamados Compagnons Étrangers du Devoir de Liberté (los Cofrades Extranjeros del Deber de Libertad). Los Compagnons (Cofrades) formaban una asociación clandestina de gentes de oficios relacionados con la construcción. Como su nombre indica, dicha asociación se había formado para fomentar el compañerismo profesional, transmitiendo los secretos de los oficios entre los que eran admitidos en ella, así como para defender los intereses de sus familias, amparando a las viudas y huérfanos de los miembros pertenecientes a la Cofradía. Aunque eran franceses, estos obreros de la construcción no permanecían fijos en Francia, sino que iban por toda Europa empleándose en la construcción de edificios, sobre todo de carácter religioso; a ellos se deben muchas catedrales góticas en toda Europa y hay algunos investigadores que los relacionan con la llamada "masonería operativa" (aunque sobre masonería existen muchos libros para informarse y también para todo lo contrario). Por su movilidad los compagnones eran denominados "Étrangers" (Extranjeros), también se les llamaba "transeúntes". Tenían un lenguaje secreto, que solo compartían con los iniciados: el llamado "argot". Sus miembros se llamaban entre sí "deberadores" y estaban divididos en tres ramas, simbolizadas por el zorro, el lobo y el perro, siendo la más antigua de las tres la que empleaba como emblema el Sello de Salomón, esto es: la estrella de seis puntas. Cuando trabajaban en alguna obra, solían dejar grabado este emblema como sello y firma profesional. Y así lo podemos constatar en la iglesia de Saint Martin de Limoux o en la Catedral de Alet.
 
 
Teniendo esto en cuenta invitamos ahora al lector a que recuerde (con la fotogafía vamos a tratar de ayudarle) la estrella de seis puntas (ya sabemos que se llama Sello de Salomón) que podemos ver en el empedrado de la lonja de la Ermita de los Santos Patronos Cosme y Damián de Torredonjimeno. Algunos ignorantes afirman que este Sello de Salomón está puesto ahí por judíos. Pero, bueno, nunca falta un tonto para un tiesto.


El sello (enigmático hasta hoy, cuando explico en primicia su origen) está formado por ladrillos y piedras y puesto al pie de la entrada a la ermita. Recordamos ahora que en 1580 el empedrador francés Juan Serrano ya residía en Torredonjimeno y que fue uno de los que se reunieron "a campana tañida" para hacer la promesa de guardar generación tras generación el día de San Cosme y San Damián como festividad de la villa. Recordamos que en 1585 vivió el milagro de su prodigiosa salvación dentro del pozo, que nos cuenta fray Alonso de Torres en su "Chronica". Juan Serrano era francés y empedrador; tiene, por lo tanto, el perfil de uno de esos antiguos Compagnons que recorrían Europa levantando catedrales, iglesias y ermitas. ¿Fue este "compagnon" el que dejó la firma de su Cofradía en la ermita de San Cosme y San Damián? Eso no lo sabemos, puesto que podrían existir más "franceses" y "compagnones" en el vecindario tosiriano de la época, pero lo que sí tenemos claro es que el Sello de Salomón está hecho por ellos.


Este sello (aunque normalmente relacionado con la comunidad judía) está presente en el pavimento de nuestra ermita local por obra y arte de los Compagnones afincados en Torredonjimeno, uno de los cuales (si no era el único) fue Juan Serrano.


Sello de Salomón, emblema de los Compagnons, en la lonja de nuestra Ermita de San Cosme y San Damián. Foto de Luis Gómez

jueves, 3 de octubre de 2013

EL TEATRO EN TORREDONJIMENO Y EL PASO DE GRANDES ESTRELLAS POR SUS SALAS.

"Actores en un momento de la representación de Entre Madrugada y Alba en Torredonjimeno. Año 1959". Foto: Ureña Pamos
 
 
Luis Gómez

Torredonjimeno y el teatro han ido casi siempre de la mano. En casi todos los periodos históricos se ha promovido o se ha fomentado esta expresión artística. Aún hoy en día no es de extrañar el ver, que de vez en cuando, algún hijo de Torredonjimeno, tome por vocación el teatro el cine o la televisión. Así podemos citar, sin ir más lejos, a Rafael Álvarez “El Brujo” cuya fama y profesionalidad es sobradamente reconocida. Por su parte, los mayores de la localidad, todavía recuerdan la obra “Entre Madrugada y Alba”, obra teatral que escribiera el poeta y dramaturgo tosiriano D. José María Gallo y que fue estrenada en la localidad en el año 1948 bajo su dirección y con la música y acompañamiento del también recordado “maestro” Manzano. (Para saber más ver entrada en este mismo blog http://elblogdecassia.blogspot.com.es/2009/09/entre-madrugada-y-alba.html ) Una de las últimas representaciones teatrales de “Entre Madrugada y Alba” se realizaría en el desaparecido teatro/cine Tosiria allá por el año 1959.

Podríamos hablar del “Teatro Municipal” de Torredonjimeno. Obra inaugurada al público hace poco, pero iniciada hace ya  más de dos décadas, la cual nació con la intención de dotar a la localidad de un espacio escénico moderno y bien dotado, pero que debido a multitud de errores, (fallos estructurales, modificación de la capacidad y aforo, escasez de recursos económicos, falta de permisos, etc.,) ha hecho que sea, hoy por hoy, un edificio insuficiente y poco práctico, y sobre todo, poco aprovechado, si contamos el reducido número de actuaciones o representaciones realizadas en su interior.

Antes de ello, y en el mejor de los casos, la mayoría de las obras o actuaciones de alto nivel habidas en Torredonjimeno, eran representadas en el salón de actos del IES “Santo Reino” ya bastante deteriorado debido a su antigüedad y por el continuado uso que se le da por parte del alumnado generación tras generación. También se han aprovechado últimamente los salones parroquiales de San Pedro, recientemente remodelados, para la realización de conferencias, representaciones teatrales, entrega de premiso etc. No hace mucho, ese tipo de eventos se solían hacer en los cines de la localidad, pero hace ya bastantes años que dichos espacios recreativos cerraron definitivamente sus puertas al público. 

"La actriz Irene López Heredia. En 1930 estuvo en Torredonjimeno representando la obra teatral Escuela de Princesas"


A principios del S. XX, Torredonjimeno inaugura unos salones teatrales, y son el soporte perfecto para que las compañías de teatro, con sus primeras figuras de nivel nacional a la cabeza, arriben a nuestra localidad para ofrecer sus actuaciones; todas ellas de paso en lo que antaño se denominaba la “gira por  provincias” y que no era otra cosa que salir a la carretera y recorrer las principales ciudades con teatros disponibles en donde poder representar las obras y dar a así a conocer al público las novedades teatrales que se estaban estrenando en esos momentos en la capital de España.

En 1930, según relata el antiguo diario tosiriano “Don Jimeno”, actuó, “en el Coliseo de la localidad” la actriz doña Irene López Heredia, representando la obra “Escuela de Princesas”, recogiendo un gran éxito de público y aplausos, según informaba el mencionado diario.

Por su parte y con anterioridad a esa fecha, en 1918, nos dice el diario nacional “La Acción” que:

TORREDONJIMENO.—En esta hermosa población se ha inaugurado un bonito teatro por la compañía dramática de la notable actriz Gloria Torrea, en la que figura el primer actor y director Emilio Portes. La función inaugural fue «La Corte de Napoleón»; al día siguiente se representó “La loca de la casa”. En ambas funciones alcanzó Gloria Torrea un señaladlo triunfo, en el que le acompañó muy dignamente Emilio Portes. La temporada está siendo muy provechosa”.

 
La obra que se representó en la localidad “La corte de Napoleón”, es en realidad un vaudeville o vodevil, como se traduciría al español. Este tipo de género menor, es en realidad un nuevo tipo de comedia dramática nacida en sus origines en la década de los 70 del s. XIX en EEUU y de allí exportada al resto del mundo. La voz vaudeville es una contracción de otra expresión de origen francés  voix de ville” es decir  la voz del pueblo”, ya que se trata de un género teatral que recoge canciones populares, y las entremezcla con un argumento interpretativo, insertando además en la escena, música, baile, etc. Dicho género se hizo muy popular en los finales del XIX y principios del XX.

La obra “La corte de Napoleón” fue ideada y escrita por el dramaturgo francés Victorien Sardou. En Francia, la obra se llamó originariamente “Madame de Sans Gêne” (cuya traducción podría ser “Señora descarada” o “Madame sinvergüenza”), siendo representada por primera vez en 1893. En España no llegaría a estrenarse hasta cinco años más tarde, en 1998, siendo representada por primera vez en el teatro La Princesa, bajo la dirección y adaptación de Ceferino Palencia y ya bajo el nombre de “La corte de Napoleón”.



"Cartel en el que aparece la actriz Gloria Torrea. Actuó en Torredonjimeno en el año 1918. Diez años después acabaría con su vida suicidándose en Méjico"
 
 
La obra narra las peripecias de Caterina Hubscher, una humilde lavandera en la Francia inmediata a la Revolución de 1792. Allí, en una pequeña taberna, coinciden varios personajes históricos, tales como Fouché, que llegará a ser Ministro del Interior en la Francia napoleónica, el propio Napoleón, que todavía no adquirido su estatus ni su “corona de emperador” y un joven sargento, Lefevre, que andando el tiempo será uno de los Mariscales de Campo de los ejércitos napoleónicos. Caterina y Lefevre se casan y la escena se traslada en el tiempo a 1810. Allí, la protagonista ya es la duquesa de Dantzing, y su marido un gran mariscal, pero aún así y todo, no ha perdido sus humildes orígenes, y parte de la gracia de la obra radica precisamente en las escenas de situación donde la protagonista hace constante referencia de sus humildes orígenes, ante las encumbrada nueva aristocracia post-revolucionaria, originándose así escenas cómicas o hilarantes. Las hermanas del emperador le reprochan esta actitud a la “nueva duquesa”, y es llamada por el mismo Napoleón para que se divorcie y decline su actitud, viéndose obligada la ya por entonces conocida en la corte como “Madame de Sans Gêne” (o “Madame Descarada”) a sacar unas cartas escritas por Napoleón cuando aún no era emperador y escritas en aquella pequeña taberna parisina.
Al día siguiente se interpretó “La loca de la casa” pieza de teatro del prolífico escritor y dramaturgo decimonónico Benito Pérez Galdós. El libreto en cuestión se estrenó por primera vez en el año 1893, en el Teatro de la Comedia de Madrid, siendo interpretada por Mª Guerrero y Miguel Cepillo en los papeles de protagonistas.
La obra, otra comedia de situación, versa sobre los avatares de un padre, don Juan Moncada, que tiene dos hijas casaderas, Victoria y Gabriela, a las que pretende casar con dos hermanos, Daniel y Jaime. Pero la cosa se complica cuando una de las hijas Victoria, rechaza el matrimonio y decide optar por la vida monacal. Esto acarreará disgustos a su padre que ve la amenaza de ruina en su casa, y para evitarlo Victoria accede a contraer matrimonio con un acaudalado hombre, D. José, antiguo empleado de su padre. Pese a su posición holgada, don José es rudo y sin modales, lo cual desespera a la protagonista. Por su parte Daniel, el antiguo pretendiente, sigue visitando a la mujer después de su boda, ocurriendo así numerosas escenas de celos durante el desarrollo de los actos teatrales. Victoria se separa de su marido por esta cuestión, pero descubre que está embarazada. El desenlace es un final feliz, donde “la loca de la casa” reconoce que su verdadero amor es su marido don José.
El otro actor reseñado en la noticia, Emilio Portes, era además del director de la compañía, el socio gerente, ya que era habitual en esos años, que dos famosos actores se asociasen y formasen una compañía teatral con la finalidad de poder interpretar sus obras por toda España, sufragando de sus bolsillos la temporada y pagando a los demás actores, personal y atrezo. El resultado de beneficio o fracaso de la compañía dependería de la cantidad de público que asistiese a sus representaciones y del tiempo que éstas estuviesen en activo durante la gira.
La actriz que estuvo en Torredonjimeno en 1918, Gloria Torrea, pocos años después, tendría un final trágico. Según la reseña aparecida en el diario ABC de 1928, la actriz se retiraría de la vida pública ese mismo año, con la finalidad de contraer matrimonio con un acaudalado colono español afincado en Méjico. Sin conocerse más detalles sobre el asunto, Gloria Torrea acabaría suicidándose en dicha ciudad en 1928, y según los datos que da la noticia de la prensa “obedeció a disgustos de orden familiar

miércoles, 2 de octubre de 2013

EL FORCÍN-FORZÓN DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN

Retrato apócrifo de Diego López Pacheco
 
 
 
LA FOTOGRAFÍA DEL RETRATO,
DESAPARECIDO DESDE 1936,
DE DON DIEGO LÓPEZ PACHECO

 
Por Manuel Fernández Espinosa
 
 
La primitiva ermita de Nuestra Señora de Consolación (la actual sacristía del Santuario) conoció varias ampliaciones hasta que llegó a presentar el aspecto que hoy conocemos. Sabemos por la tradición que el generoso mecenas de las primeras obras fue Diego López Pacheco (1456-1529) que era Marqués de Villena, Duque de Escalona, Conde de Santisteban de Gormaz y Señor de Osma y Capitán General de la Frontera de Granada, como así consta en letras góticas en la hoy sacristía del Santuario:
 
"Esta obra mandó facer el muy magnífico señor don Diego López Pacheco, duque de Escalona, marqués de Villena, conde de Santisteban, mayordomo mayor de la reina nuestra señora estando por capitán general en esta tierra frontera del reino de Granada, por los muy altos e muy poderosos esclarecidos príncipes don Fernando e..."
 
Y es de presumir que la leyenda terminara rezando "Isabel".
 
Según afirma la leyenda tradicional Don Diego López Pacheco erigió el Santuario en gratitud a la Virgen de Consolación, a la que se encomendó antes de entrar en una batalla de donde salió malherido, pero a salvo. Es una cuestión polémica identificar la fecha y localización de la batalla, pero lo que la tradición afirma es que el prócer de este Santuario lo hizo movido por el agradecimiento a Nuestra Señora de Consolación, por entender que su oración había sido atendida por la Santísima Virgen.
 
D. Diego López Pacheco fue un hombre de su época, caballero, pero con inquietudes humanísticas. Se sabe que era un ferviente lector de Erasmo de Rotterdam y fue generoso también con personajes de la cultura y la religión de su época, patrocinando algunas obras literarias de temática mística y ascética: como el "El Tercer Abecedario" del franciscano Francisco de Osuna o el "Diálogo de la doctrina cristiana" de Juan de Valdés. Esta inclinación por la religiosidad, tan habitual en los nobles de la época, puede explicar que prestara apoyo (en 1523) a Pedro Ruiz de Alcaraz, dándole cobertura en su castillo de Escalona. Digamos que Ruiz de Alcaraz fue uno de los principales cabecillas del movimiento herético de los Alumbrados y en los dominios de D. Diego López Pacheco llegó a gozar de fama de santidad, agremiando a muchos incautos a su secta. Pero los tratos del Duque de Escalona con Pedro Ruiz de Alcaraz fueron posteriores a la edificación de nuestro Santuario.
 
Era costumbre que los potentados señores que mandaban edificar un Santuario como el nuestro dejaran constancia de su esplendidez. Don Diego López Pacheco fue uno de los más destacados en las guerras contra el moro de Granada, sirviendo a la Reina Isabel la Católica de Castilla. Mostró la prodigalidad de su alta alcurnia sufragando las obras de nuestro Santuario y quiso ser recordado, con la "tarjeta de presentación" que dejó en la sacristía y, según nos informa D. Juan Montijano de la Chica, dejando un retrato suyo.
 
Este retrato desapareció en la Guerra Civil de 1936-1939. Nuestros antepasados le llamaban cariñosamente el "Forcín-Forzón". Según la descripción que nos proporciona D. Juan Montijano: "era un cuadro de unos dos metros de alto y que constituía un lienzo, al óleo, de mediocre mérito artístico, pero de gran valor documental e histórico, que según opinión de técnicos en el arte pictórico, era de la primera mitad del siglo XVIII"" (Juan Montijano, "Historia de la Ibérica Tosiria", pág. 86).
 
Haremos bien en atribuir a errata que D. Juan fechara el cuadro en "la primera mitad del siglo XVIII". Por el atuendo y las trazas del caballero que presentamos en la fotografía de arriba, más bien podríamos estar hablando de un cuadro de la segunda mitad del siglo XVII. En ese sentido, no podemos pensar que estemos ante un verídico retrato al natural de D. Diego López Pacheco, pues el retratado vivió a caballo de los siglos XV y XVI; pero también tendríamos que contemplar la posibilidad de que ésta fuese una pintura realizada en el siglo XVII (sí), pero para la que su autor pudo basarse -no era nada extraordinario en la época- en un retrato más antiguo.
 
El texto laudatorio que puede verse a la izquierda del retrato decía:
 
"Retrato de don Diego López Pacheco, conde de Santisteban, marqués de Froilana, mayordomo mayor de la Reina, capitán general siendo Granada frontera de moros. Ganó una batalla por lo que edificó esta ermita de Nuestra Señora de Consolación, año 1458".
 
La imagen que presentamos en esta entrada es la del "Forcín-Forzón" que, antes de ser destruido con los furores de la Guerra Civil, fue fotografiado por D. Enrique Romero de Torres (1872-1956), el hermano del famoso pintor cordobés, que anduvo por nuestra provincia en las primeras décadas del siglo XX inventariando nuestro patrimonio. 

lunes, 30 de septiembre de 2013

TORREDONJIMENO VISTO POR LA PRENSA DE LOS AÑOS 20 DEL SIGLO PASADO

"Ayuntamiento y plaza de Torredonjimeno, años 20"
 
 
Luis Gómez
Durante el siglo XVIII y todo el XIX, eran frecuentes los libros de viajes. Personajes más o menos relevantes, se desplazaban a los países considerados “exóticos” por aquél entonces, y a su paso, realizaban vívidas descripciones de los pueblos y ciudades por donde ellos pasaban. En esos libros, de corte romántico, ha habido olvidos y exageraciones en los relatos, no ajenos en absoluto a un mercantilismo nada romántico,  y contribuyeron a configurar la idea de una España inventada que todavía se mantiene en las imágenes arquetípicas del extranjero medio más de cien años después. Gracias a esos autores, nos han quedado en la literatura española estampas de gran valor histórico, al describir platos o comidas típicas, ropa de época,  hábitos cotidianos o incluso lugares o edificios ya desaparecidos. Algunos de estos autores de los que hablamos son por ejemplo: Hans Christian Andersen, Ford, Didier, Hugo, Washington Irving, etc.  

Posteriormente, la Generación literaria del 98, fue la encargada de retomar en sus obras, las descripciones de los campos y tierras españolas. Según el catedrático J. García López, “(En la Generación del 98) Todos muestran un entrañable amor a España, pero, por lo menos al principio, nadie acepta su tradición, lo que les lleva a buscar una imagen de España distinta de la consagrada por los tópicos”.  Y sigue diciéndonos: “La auténtica alma española no es, afirman, la que se manifestó en las grandes gestas o en los ideales de la época de los austrias, ¿dónde hallarla, pues?”. El mismo autor nos da la respuesta a seguido: “Tres son los caminos que escogen para llegar a la verdadera esencia de España: el paisaje, la historia y la literatura” Así obtenemos grandes obras de autores ya consagrados, como Antonio Machado con su “Por Campos de Castilla”, “Azorín, con su “La ruta de D. Quijote” y tantos y tantos otros.

Una de las formas de plasmar esas vivencias era sin duda las columnas y los artículos periodísticos, convirtiéndose estas secciones, en los primeros años del s. XX en una moda bastante frecuente en diversas cabeceras nacionales.

Traemos al blog de Cassia, una de esos artículos costumbristas realizado en el año 1922. No se cita el autor del texto, más por lo que comenta, no se puede dudar que estuvo presente en la localidad y conoció de primera mano Torredonjimeno.


 "Vista del Monte San Cristóbal (Calvario). En su cima se ubicó el primer depósito de aguas para abastecimiento urbano"
 
 
Diario “El imparcial”
Por tierras de Jaén
Notas de Torredonjimeno
 
Es Torredonjimeno una ciudad antiquísima que formó con Martos las colonias tuccitanas, cayendo más tarde en poder de los invasores árabes, que pusiéronle el nombre de Castillejo de Osaria, Pero en tiempos de Fernando III el “Santo” fué reconquistada por el caballero D. Jimeno de Raya, y de ahí le sobreviene el nombre, según la tradición. La ciudad cuenta con 12.000 habitantes y se halla en 1a línea férrea de Puente Genil a Linares, a 17 kilómetros de Jaén; completan sus vías de comunicación, bastante numerosas aquí, cinco carreteras. Sus cultivos olivareros producen extraordinaria riqueza, siendo de anotar el hecho difícil que éste sea uno de los escasos términos municipales de la zona que se han librado de la langosta  merced únicamente a la laboriosidad de sus habitantes que no tienen un metro de tierra sin cultivar, y ya es sabido que aquel voraz insecto se desarrolla únicamente en los páramos abandonados por el hombre. Recogemos esto con elogio para los vecinos de Torredonjimeno y por lo que pueden servir de ejemplo imitador a otros labradores. La vida urbana se halla aquí bastante atendida, haciéndose grata la existencia en la localidad. Entre las mejoras que patrocina el Municipio figura la instalación del teléfono, que se hace preciso, y la construcción de un magnífico Grupo Escolar. Actualmente se ha  entrado en periodo de prosperidad y moralización merced al cese de las pequeñas luchas partidistas; aplacadas las pasiones y unidos todos en armonía común, la paz va inspirando labor do provecho a las distintas fuerzas de la ciudad. Otro proyecto magno es la traída de aguas, aunque existen conducciones abastecedoras de siete fuentes públicas. Por ausencia del alcalde propietario, D. Daniel Carazo, dirige en la actualidad el Ayuntamiento de Torredonjimeno el abogado y propietario D. Manuel Gallo Fuentes, personalidad cultísima, muy bien orientada en materia  municipal, inspirada por bríos de juventud y poseedor de la confianza del vecindario.
La Unión de Productores
Así se titula la razón social de la fábrica San Cosme y San Damián, de extracción de aceites de orujo, sulfuro de carbono jabón y otros derivados. Indiscutiblemente es una de las industrias más completas de la Andalucía que trabaja. Aquí alcanza el máximo de perfección al ingenio industrial, la actividad del hombro, las combinaciones de la química y la acción del fuego, extrayendo a un fruto de la tierra madre la quinta esencia de su utilidad. Los productos de esta casa gozan de gran fama como materia prima de indiscutible calidad para la elaboración de jabones. En Madrid especialmente se los disputan tos fabricantes de esos artículos. La Unión de los Productores de Torredonjimeno ha inaugurado la sección de Jabones con éxito superior a todo cálculo, pues éstos  por su calidad inmejorable, y extraordinaria economía, son ya, no solamente conocidos por toda la Península, sino que han pasado las fronteras, cotizándose muy bien en el mercado internacional. Un Consejo de Administración, integrado por personalidades, de reconocido prestigio y solvencia, dirige este gran centro productor, que ofrecen al mercado aceptables ventajas en sus operaciones y ocupa un lugar preeminente en el crédito de la vida mercantil española.


Como se puede observar en esta curiosa noticia, la descripción del Torredonjimeno de principios de siglo XX nos deja algunos datos curiosos. Por ejemplo. El alcalde, D. Daniel Carazo Granados, “que estaba ausente”, y que por lo tanto quien regía los destinos municipales en los momentos de la visita del periodista a la localidad era el abogado D. Manuel Gallo Fuentes. D. Daniel, ya había ostentado con anterioridad el sillón de la alcaldía de Torredonjimeno, en concreto en el año 1917. No sería el único de su familia que llegaría a hacerlo, pues también fueron alcaldes sus hermanos Juan José (1918) y Elías Carazo Granados (1930).

La noticia, también nos da cuenta de la existencia en ese momento de siete fuentes de agua potable en la localidad. Dichas fuentes serían los pilares de “Blasco” y del “Álamo”, ya desaparecidas, la “Fuente Afuera”, junto al Calvario, el “Pilar de Martingordo”, la fuente de “San Roque”, la de las “Celadas” y la de “Los Santos”. En cuanto a la conducción de agua en la localidad, Alfredo Ureña Uceda, nos dice en su libro que “Durante la Dictadura de Primo de Rivera y la Primera República, entre 1923 y 1936, se va a iniciar el proceso de instalación de agua potable para el servicio doméstico de la población”. Una de las primeras obras que se realizarían sería la de la canalización del agua procedente del Molino del Cubo hasta el Monte Calvario de la localidad y luego se complementaría con la red de abastecimiento urbana que llevaría el agua a los domicilios particulares.

La noticia nos habla del “cese de las pequeñas luchas partidistas”, lo cual es cierto. Durante esos años, Torredonjimeno vivió una época de malas cosechas hambrunas y escasez de jornales en las faenas agrícolas, lo cual fue aprovechado por los partidos políticos para excitar a los trabajadores a la convocatoria de huelgas y movilizaciones organizándose varios tumultos en a localidad, en los que en algunos casos, debió de intervenir las fuerzas del orden y la Guardia Civil.



"Casas de los maestros (ya desaparecidas) aledañas al Colegio San Roque, popularmente conocidas como Grupos Escolares de San Roque"
 
Por su parte, en lo referente a la construcción del “Grupo de los Escolares” podemos añadir que será durante el mandato de otro alcalde de la localidad, D. Manuel Gutiérrez Ortega, cuando más impulso tomarían las obras de estas escuelas, finalizándose bajo su mandato tanto el colegio como las casas de los maestros, hoy desaparecidas. (Para saber más sobre este tema, ver artículo “Aquellas escuelas de Virtud”, Revista Cultural Órdago de Torredonjimeno, Nº2, marzo 1999, pp, 27-28)
Por su parte, lo que el periodista nos cuenta de la importancia de la fábrica de aceite y de jabones “La unión de Productores San Cosme y San Damián”, no es más que el embrión de lo que con el tiempo llegará a ser la fábrica de “Bernal” en Torredonjimeno, fábrica que se dedicaría a lo mismo que su predecesora que a día de hoy está totalmente desaparecida y convertida parte de sus instalaciones en almacenes municipales.
Si es de destacar el inmenso potencial que dicha fábrica industrial tenía para la localidad, pues los productos allí fabricados eran vendidos en todo el territorio nacional y no sólo eso “sino que han pasado las fronteras, cotizándose muy bien en el mercado internacional” con lo que ello suponía de publicidad y renombre de Torredonjimeno como referente industrial de la provincia.