Tercios españoles en combate
HISTORIAS DE LOS TERCIOS
VI
De cómo los españoles enseñamos
a pelear a los franceses
Como se ha dicho en otras ocasiones,
en “Las Guerras de Flandes” participaron soldados de diversa nacionalidad y
valía. Los españoles, qué duda cabe, eran los más experimentados y de ello
dieron buena muestra en todos y cada uno de los cambates que libraron en
aquellos años. Más no lo hicieron siempre solos, pues al estar en territorio
enemigo, hubieron de contar con apoyo de otros príncipes y nobles católicos,
pues aquello era una guerra, pero una guerra de religión al fin y al cabo. Un
testigo presencial de aquellos hechos cuenta lo que sigue:
“Y
porque en la nación francesa hubo caballeros valientes y animosos que no eran
muy soldados ni sabían hacer la guerra á la española, que después que Alexandro
entró en Francia fueron muy expertos y valerosos, porque aprendieron en su
escuela y les enseñó las armas y modo de ofender y defenderse como es notorio,
escribiré los nombres de los que me acordare y fueron en mi tiempo; y porque
soy testigo de vista y que fui de los primeros españoles que entraron en aquel
reino, y que vi toda la infantería francesa que, no tan solamente no sabían
tomar las armas en las manos ni ponerse en orden, pero ni defenderse en un
asalto, ni en saberlo dar, como se vio en Jateo de Aumont y en otras partes y
ocasiones que se les ofrecia, lo he apuntado para que se advierta que, si
después que Alexandro murió han alcanzado los franceses algunas victorias, fué
por lo que les enseñó, no obstante que con la caballería, por haber en ella muy
gran parte de la nobleza de Francia y haber sido mucho número han tenido con
ella algunos buenos sucesos, pero no con la infantería; y de los soldados de
más importancia que tuvieron y que aprendieron de la soldadesca española, será
el primero…”
Y acto seguido pasa a citar a los más
destacados generales y nobles franceses que sirvieron en aquella época al
servicio del Rey Católico de España, tal es caso de Monsieur de Ron, el Duque
de Guisa, el Duque de Umala, Monsieur de Vademonte etc.
El hecho es el que sigue. En el siglo
XVI y principios del XVII, los ejércitos de los reinos de Europa no eran nada
comparados con los tercios españoles. Todos éstos aprendieron las tácticas y
estrategias de la guerra bajo las órdenes de nuestros valerosos sargentos y
capitanes. Aprendieron a encastillarse, a defender una plaza, a sitiarla, a
utilizar la artillería, a manejar los cuadros y la caballería a sacar provecho
de la infantería…, etc. Después de aprender todo esto de los españoles, nos lo
pagarían usándolo contra nosotros, atacándonos y haciéndonos perder lo ganado
con tanta sangre.
Pero no duelen tanto las derrotas del
“campo del honor”, donde al menos uno tiene la posibilidad de demostrar su
valor, arrojo y al menos puede vender caro su pellejo.
Lo que más duele son las derrotas en
el campo de la propaganda. Miles de novelas, panfletos o libelos se han hecho
circular para desacreditar el valor de los nuestros y su honor. Y donde más
éxito ha tenido ese tipo de literatura calumniosa ha sido entre los propios
españoles, que nos creemos como tontos crédulos todo cuanto dicen de malo de
los españoles los forasteros, antes que lo que nosotros mismos sabemos de
glorioso o heroico de nuestros antepasados.
Luis Gómez
No hay comentarios:
Publicar un comentario