"Caricatura de la época que ironiza sobre la promulgación de la Constitución de 1869"
En
1874 se constata que la I República estaba acabada, agostada, y que el sistema
republicano no era capaz de encajar en la España de finales del XIX y
principios del XX. Disposiciones disparatadas para la época, medidas de
carácter radical y violento, nada pacíficas, y cuatro Presidentes del poder
Ejecutivo en tan sólo once meses de singladura, mostraron a los españoles que
aquel sistema político no estaba maduro mas que para transmitir confusión y
odio hacia las diferentes clases sociales.
Desde
1868, los movimientos políticos y la inestabilidad del país, obligó a los
españoles a vivir un sinfín de peripecias, a cada cual más radical o
estrambótica. Se buscaba un nuevo “golpe
de timón” a los destinos de los españoles y uno de ellos fue el que en 1871,
se buscara un sucesor para la corona del Reino de España. Se había expulsado a
la reina Isabel II y en su lugar se optó por buscar un nuevo rey, pero eso sí,
uno que no fuera Borbón. Y es que una cosa estaba clara por ese entonces, y es
que todavía no se toleraba a los borbones, de lo mal que lo habían hecho desde
Fernando VII hasta entonces, así que ni Isabel II ni su hijo eran candidatos a
volver al trono español. Tras muchos vaivenes y movimientos de parte de las
embajadas europeas, se optó por la elección de Amadeo I de Saboya. En la
elección tuvieron que ver muchos las presiones que ejercían las diferentes
cancillerías europeas, tanto en Alemania como en Francia o Inglaterra, que
pretendían colocar a sus candidatos en detrimento de los de los otros. Al final Amadeo
debe abdicar. La cuestión se agrava con la proclamación de la I República, a la
que puso fin el General Arsenio Martínez Campos. Atrás quedaban los movimientos
cantonalistas y las disputas carlistas.
Así
las cosas, a finales de 1876, los políticos tratan de poner algo de orden en la
situación caótica que se vivía en el territorio nacional. Cánovas del Castillo,
se propugna como gran estadista del momento, y establece las bases para que
comience en España la Restauración. Se pide la dimisión de Isabel II (ya lo
había hecho en 1870) y su abdicación a favor de su hijo Alfonso XII. Se
solicita al ejército la no injerencia en los temas políticos, cuestión esta que
había sido habitual hasta la presente, y se establece lo que en la historia de
España se denominará el bipartidismo o el “turnismo”,
es decir, la alternancia en el poder de los dos grandes partidos políticos
españoles por un año de duración cada uno.
Para
ello había que dotar a España de una nueva constitución, la de 1876, y con ello
la realización de un nuevo sufragio electoral.
"Cánovas del Castillo"
Aquí
radicaba la verdadera trampa de este sistema. Amañado desde el principio, el
turnismo establecía ya de antemano una vitoria a uno de los grandes partidos.
Además, ese hecho de tener sólo dos candidatos dejaba fuera de la escena del poder
a otras fuerzas políticas de izquierdas, surgidas al calor de la Revolución
Industrial, tal es el caso de los anarquistas o los separatistas periféricos,
las cuales no tenían ni voz ni voto en este sistema. El resultado motivó que en
las diferentes circunscripciones electorales se viesen situaciones de fraude
electoral de todo tipo y toda clase.
El
caciquismo permitía que los grandes terratenientes o ricos propietarios sirviesen
de cadena de transmisión a los corruptos políticos ubicados en Madrid, y que
con ellos se consumase la más miserable de las representaciones electorales que
se podía dar en la España decimonónica.
Dice
así la prensa del año 1876 sobre el resultado de las elecciones:
“Madrid 30 de enero de 1876
El correo nos trae
diariamente noticia de los abusos llevados á cabo por las autoridades para
sacar adelante los candidatos ministeriales; abusos que, como venimos probando
en días, hasta ahora no tenían ejemplo en la historia de las elecciones
verificadas en nuestra patria (…)
De la legalidad con
que se han efectuado las elecciones en el distrito de Gaucín pueden formarse
una idea exacta nuestros lectores por el siguiente relato que hace un colega:
«Saben ya nuestros lectores que , por disposición gubernativa, algunos de los
más influyentes electores del distrito, amigos del candidato de oposición señor
Carvajal, entre los cuales figuraban los señores Ramos, Rio y Martin, fueron
detenidos y secuestrados por algunos días con el propósito de inutilizarlos
durante el período electoral. Los diarios ministeriales dijeron después, que al
conocer el hecho, el mismo señor presidente del Consejo dio orden de que se pusiera en libertad á los detenidos;
pero no conocemos todavía el procedimiento incoado contra el funcionario
responsable de aquella coacción (…)
Posteriormente se
nos dice que han sido presos ó incomunicados en Estepona los electores de más
Influencia, y entre ellos don José de Haro, de Maralva, y don Juan Peña, de Martos.
De Benarrabal parece que fueron expulsados los primeros contribuyentes y
encarcelados don Juan Santos Ruíz, persona de posición e influyente y el juez
municipal (…)”
Continúa
el relato de la noticia con los escándalos y tropelías ocurridos en otros ayuntamientos
de la geografía nacional como León, Extremadura, y algunas localidades más
concretas. En lo referente a Torredonjimeno y pueblos de la comarca, dice lo
que sigue la noticia.
“Un preso que estaba en la cárcel de Martos, fue conducido al pueblo de
Torredonjimeno, del que es vecino, para que votase, y días antes se puso en
libertad á otro para que sirviera de agente electoral. En el Juzgado se instruye
el oportuno proceso por soborno del cuerpo electoral, a consecuencia de haberse
denunciado el hecho de estar pagándose votos á favor del candidato ministerial.
También se denunció por el presidente del colegio de la Fuente Nueva el
escándalo que cometía un teniente de alcalde y un concejal que estaban
repartiendo á su presencia candidaturas oficiales, sin que se reprimiesen, a
pesar de las advertencias y amonestaciones sensatas que les hizo,
En
la villa de la Higuera, el alcalde, acompañado de Guardia civil, cohibía á
todos los electores conforme se presentaban.
En
Torredonjimeno las autoridades tenían el descaro de decir a los electores
afectos a la candidatura de oposición que perdían lastimosamente el tiempo,
puesto que estaban dispuestos a que todo el censo electoral apareciese votado a
favor del candidato del gobierno, como en efecto ha sucedido, pues resulta
haber votado más de la mitad de electores el primer día, cuando en poblaciones
más numerosas no se ha obtenido jamás el misino resultado, y de 2.000 electores
sólo han quedado por votar 77 , siendo más los muertos y ausentes.
En
Santiago de Calatrava las autoridades han hecho donación graciosa al candidato
del gobierno de cierto número de votos que, mediante ciertos convenios hijos
del caciquismo, ofrecieron antes al de oposición, y que éste había rechazado. En
Jamilena su alcalde recorrió las casas de los electores, exigiéndoles sus
sufragios, y acompañado de Guardia civil se situó en la puerta del colegio intimidando
al cuerpo electoral.
En Valdepeñas ha
sucedido lo mismo. En Porcuna la autoridad hizo salir a la calle a más de 200
electores que estaban reunidos en casa de un elector influyente para ponerse de
acuerdo en las elecciones, no haciéndolo lo mismo con otros que se hallaban también
reunidos en las casas de los adictos al candidato oficial. El contratista de la
carretera en construcción a Cañete, cuyas obras están paralizadas hace años,
pretendiendo dar trabajo a los jornaleros, reunió un número considerable y les ofreció
un jornal excesivo y tenerlos colocados dos meses si votaban al candidato del
gobierno, habiendo ido á votar hasta 512 elecciones a las órdenes del
secretario de aquel ayuntamiento. Y finalmente; en el pueblo de la Fuensanta no
se han constituido los colegios electorales, y no ha habido por consiguiente
elección, hecho probado debidamente, que demuestra cuáles eran las intenciones
de la autoridad, y que por sí sólo es suficiente a anular la elección. No
queremos continuar por no abusar de la paciencia de nuestros abonados”
"Caricatura del semanario La Flaca, en el que se muestra la corrupción electoral, donde se hace votar hasta a los muertos"
El
relato prosigue, más por ser redundante en lo mismo, no lo transcribimos. Baste
este pequeño esbozo para entender que es lo que supuso aquella práctica del turnismo y entender
mejor lo que sobrevino después.
Luis Gómez
Vaya como entienden la democracia algunos, por estos tiempos de que se habla,así se fuéron formando los odios y los desacuerdos en como hacer un gobierno por el pueblo y votado con justicia, o no lo sabían hacer o lo hacían a posta para armar alboroto, que es lo que saben hacer mucha gente alborotar. Todo esto revuelto con la huelgas y la no participación de algunos por muy extremistas que fueran, llevarón a la confrontación después,. ¿ Pero a quién se puede culpar de todo este desaguisado ?. Unos Historiadores cuentan las cosas de una forma otros de otra, el caso que se iba cociendo una mala cosa que con el tiempo estallaría....
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