miércoles, 1 de julio de 2015

RELIQUIAS DE NUESTRA AUTÉNTICA MÚSICA FOLK PERDIDA


 

TRILLERA DE TORREDONJIMENO

Manuel Fernández Espinosa 


La "trillera" es un cante campesino que, como su nombre indica, guarda relación con las labores de la trilla. Se compone de cuatro versos, heptasílabos el primero y el tercero y pentasílabos el segudo y el cuarto. Su procedencia parece estar en Castilla la Nueva y La Mancha, aunque en Andalucía se ha "aflamencado": la "música" que lo acompañaba originalmente era el acompañamiento de los cascabeles que colgaban de los aparejos de las bestias que trabajaban. Las eras eran el escenario en que se realizaba esta labor que era trabajo, pero también tenía un componente lúdico, pues los niños eran los indiscutibles protagonistas, montrados sobre las trillas.

Gracias a nuestro amigo flamencólogo Antonio Moreno Ruiz descubrimos hace unos meses esta "trillera de Torredonjimeno" que merece un breve comentario.
La letra dice así:

Botijo de La Rambla
Tengo en la era
Que me lo dio Rosario
La Manijera.

En cuanto al "botijo" que se menciona cabe precisar que se pone de manifiesto las relaciones comerciales entre Torredonjimeno y La Rambla (Córdoba). Las relaciones entre Torredonjimeno y La Rambla son muy antiguas, puesto que en febrero de 1521 ya hay constancia de la presencia de las autoridades municipales de Torredonjimeno en La Rambla, en la reunión que hubo de los concejos afectos a Carlos I de España y V de Alemania para refrendar su adhesión al Emperador y organizar la lucha contra la rebelión comunera. La Rambla, además de ello, es conocida por su artesanía tradicional más notable, cual es la alfarería. El "botijo de La Rambla" que se refiere en nuestra trillera indica que el tráfico de objetos de cerámica de La Rambla a Torredonjimeno era una realidad y, teniendo en cuenta que había otras poblaciones alfareras mucho más próximas a Torredonjimeno que La Rambla: Andújar, Arjonilla, Bailén... Que sea de La Rambla, por su calidad, remarca cierto carácter de buen trato a los trilleros.

En lo que concierne a "Rosario La Manijera" que se nombra para alabanza de ella, digamos que descubrimos ciertas referencias a una tal Rosario Ureña (vivió a mediados del siglo XVIII) que, al quedar viuda, se ocupó de la labranza de su patrimonio familiar y el heredado de su difunto esposo, siendo muy conocida en la villa como se desprende de algunas referencias en archivos (que incluso hablan de su pozo y aluden a la mucha gente que contrataba, como "manijera" para las labores del campo.)

POST DATA:
 

A 10 de julio de 2015 añado el texto al que aludía en el artículo que publicábamos más arriba. Hablábamos de Rosario Ureña, la tosiriana a la que aludía la canción de trilla de nuestro acervo, pero queremos presentarla para que no quede duda de su existencia histórica y de haber sido localizada por nosotros. Para eso me complace reproducir una de las noticias del siglo XVIII que hallamos nosotros mismos en los archivos parroquiales de Santa María de Torredonjimeno. El pasaje pertenece a una especie de anuario del siglo XVIII, manuscrito por uno de los sacristanes o capellanes de Santa María, en el que se va registrando, mes por mes, los avatares de la cosecha y dice textualmente así (nos tomamos la licencia de adaptarlo a la ortografía actual, para mejor intelección del lector) El anónimo autor del texto dieciochesco está hablando de los sucesos del año 1753:

"...y estando casi (en el día once) toda, o la más parte de las mieses en las eras trilladas y llegadas para la mucha gente que entraron los labradores, como asimismo carretas y trilla, volvió a llover ese día con bastante gana y prosiguió con humedad; de suerte que todos empezaron la simienza, se perdió todo cuanto había en las eras y los trigos que estaban por segar, ofrecieron las espigas saliendo tallos de todos los granos.

Estaba en el día once de este mes de octubre empezando a segar treinta fanegas de tierra de cebada en el cortijo de la Cañada del Moro, Rossa de Ureña (viuda de Juan de Ureña, en la Cerca Baja, junto al pozuelo), y se vinieron los segadores, por la mucha agua. Continuaron las aguas con mucho exceso, sin poderse sembrar tres o cuatro días, y luego aclaró y por el día 28 de este mes de octubre andaba buscando segadores para la cebada, que los trigos así en pie, como en gabillas se los habían echado al ganado de suerte que este año no hubo bellota, pero tuvieron los cerdos una gran montanera en las eras y con las gabillas y con lo que estaba por segar".  

Aunque en el texto pone "Rossa de Ureña", hallada su partida de bautismo el nombre de pila era Rosario.
Abajo la trillera de marras:

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