Artículo editado por primera vez en el boletín de la Cofradía del "Preso" de Torredonjimeno "Encuentro" en 2014
"Cuarto de Esfera de la bóveda de San Pedro de Torredonjimeno"
Algunos aspectos en
los templos tosirianos
Luis Gómez López
“No
deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no
sea que las pisoteen y se vuelvan y os despedacen”. (Mateo 7:6)
Todos
hemos entrado alguna vez en una iglesia. La inmensa mayoría hemos escuchado
alguna vez Misa en su interior, o hemos participado de alguna ceremonia
religiosa (bodas, bautizos, sepelios, etc), pero ¿Cuántos de nosotros saben el
porqué de las cosas? ¿Sabemos acaso porqué en los templos, la arquitectura que
lo forma es así y no de otra manera? ¿Acaso las ceremonias que allí se celebran
son sólo eso, ceremonias con rituales antiguos cuyo significado se ha olvidado
con el paso de los siglos y que los sacerdotes repiten una y otra vez? ¿Porqué
las columnas de los templos varían de unos a otros? ¿Es por estética? ¿Una mera
cuestión de modas?
Hay
muchas preguntas de este tipo, que si nos dedicásemos a formular, lo más seguro
es que no encontrasen respuesta por parte de la mayoría de la población. Sólo,
algunos licenciados en Historia del Arte, o en Arquitectura, podrán comprender
algunos aspectos de la edificación, más no todos, pues a ellos no les interesa
el verdadero significado religioso del templo. Sólo lo estético les puede
llamar la atención.
Empecemos
por lo básico. Cuando uno accede a un templo o a una iglesia, lo primero que le
llama la atención es la majestuosidad del edificio. Por lo general, suelen ser
los edificios más grandes y altos en relación con las edificaciones de su
época. Ninguna casa era más alta que la iglesia, y sólo las edificaciones de
carácter militar (castillos o fortalezas) podían equiparse a las iglesias.
Las
proporciones de esos edificios no están dadas al azar. No son un capricho del
arquitecto, sino que obedecen a una antigua y metódica tradición.
"Busto atribuido a Vitrubio"
El
personaje que más se dedicó a este tipo de estudios en la antigüedad fue el
arquitecto Marco Vitrubio Polion, quien escribió un tratado de diez libros de
arquitectura dedicados al emperador Augusto, en el año 15 a J.C. Más tarde, dicho
autor sería muy estudiado en el Renacimiento por otros artistas y humanistas de
la época, que volvieron a poner sus estudios en práctica. Un dibujo muy
conocido es el famoso grabado que realizara Leonardo da Vinci sobre el “Hombre de Vitrubio”, en el cual aparece
una figura humana con los píes y las manos extendidas, inscritos en un cuadrado
y rodeada de un círculo. Se trata de un estudio las proporciones humanas
realizado por Leonardo basado en los textos de arquitectura de Vitrubio.
Vitrubio
dice así sobre las proporciones de los templos: “La disposición de los templos depende de la simetría, cuyas normas
deben observar escrupulosamente los arquitectos. La simetría tiene su origen en
la proporción, que en griego se denomina analogía. La proporción se define como
la conveniencia de medidas a partir de un modulo constante y calculado y la
correspondencia de los miembros o partes de una obra y de toda la obra en su
conjunto. Es imposible que un templo posea una correcta disposición si carece
de simetría y de proporción, como sucede con los miembros o partes del cuerpo
de un hombre bien formado”. A continuación pasa a definir cuáles son las
unidades de medidas y su proporción. El pie, el codo, el dedo, o el número
diez, y como a partir de esas medidas proporcionales, se han de construir las
edificaciones para que sean armónicas y simétricas.
El
sabio de la antigüedad compiló ese conocimiento de otros sabios más antiguos,
más todo ello se hizo antes del advenimiento de nuestro Señor Jesucristo. Es
por ello, que casi toda su obra se refiere a la construcción de templos para
dioses paganos. Por eso, en un principio, la Casa de Dios o el lugar de oración
de los primeros cristianos no se denominó “templo”,
sino “iglesia”, que en griego quiere
decir: “lugar de reunión” No
obstante, esa circunstancia fue cambiando con el paso de los años. Por otra
parte, las proporciones de los templos cristianos serán esas mismas pero con
algunas variaciones muy significativas en cuanto a su simbolismo.
"Portada del libro de Fulcanelli"
Como
hemos dicho, las iglesias son la casa donde mora El Señor. Por lo tanto el
templo ha de convertirse en una obra que sobrecoja a los hombres, que sea
sublime, que represente la idea de lo celestial a los mortales y de ahí su
magnificencia y su grandiosidad. Pero al mismo tiempo, hemos de tener en cuenta
que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, por lo que las medidas del
templo han de ser medidas humanas. Vitrubio entendía por medidas proporcionales
o análogas las del propio ser humano, y por eso explicaba que “el cuerpo humano lo formó la naturaleza de
tal manera que el rostro, desde la barbilla hasta la parte más alta de la
frente, donde están las raíces del pelo, mida una decima parte de su altura
total. La palma de la mano, desde la muñeca hasta el extremo del dedo medio,
mide exactamente lo mismo; la cabeza, desde la barbilla hasta su coronilla,
mide una octava parte de todo el cuerpo; una sexta parte mide desde el esternón
hasta las raíces del pelo y desde la parte media del pecho hasta la coronilla,
una cuarta parte” y así sucesivamente. Esas medidas son multiplicadas
proporcionalmente a la hora de construir un edificio que albergue al Señor, de manera
que el resultado sea un edificio esbelto, elegante, proporcional, simétrico,
perfecto. Es por ello que, cuando los humanos contemplamos estos edificios,
sentimos como si nuestra alma se estremeciera. No hace falta ser católico para
entender esto. El lenguaje del edificio y nuestra alma, se compenetran perfectamente
sintiéndose en armonía el uno con el otro y es por ello que a veces notamos
como si algo en nuestro interior vibra cuando accedemos o visitamos estas
edificaciones. Es un lenguaje especial, íntimo, pero que todos entendemos,
independientemente del idioma en el que nos expresemos.
El
templo católico, o mejor dicho, la Iglesia, ha de estar siempre orientado hacia el Este.
Ello es así ya que el Altar Mayor de la iglesia ha de mirar al sepulcro del
Jesucristo. Esta es una constante en todos los edificios religiosos antiguos.
Fulcanelli[i]
indica sobre el particular que: “Todas
las iglesias tiene el ábside orientado hacia el sudeste; la fachada, hacia el
noroeste, y el crucero, que forma los brazos de la cruz, de nordeste a sudeste.
Es una orientación invariable, establecida a fin de que fieles y profanos, al
entrar en el templo por Occidente y dirigirse en derechura al santuario, miren
hacia donde sale el sol, hacia Oriente, hacia Palestina, cuna del cristianismo.
Salen de las tinieblas y se encaminan a la luz”. Como se puede apreciar,
los antiguos no dejaban nada al azar. La disposición de nuestros templos e
iglesias más antiguas obedecen a ese
secreto tan antiguo. En Torredonjimeno
podemos observar esa disposición en las iglesias de San Pedro, Santa María, la
ermita de San Cosme y San Damián, el templo de Nuestra Señora de la Piedad de
las MMDD y en el de San José de la Montaña, siendo la excepción la ermita de
Nuestra Señora de Consolación, cuyo Altar Mayor está justamente orientado al
revés que los otros. Ello es debido a que el templo primigenio se correspondía
con lo que en la actualidad es la sacristía, quedando el Altar Mayor en el
espacio que ocupa la trasera de la hornacina que alberga la talla de la patrona
tosiriana, y flanqueado por las pinturas policromadas de la Visitación de la
Virgen a un lado y la de los Santos de la Orden de Calatrava al otro. La nave
actual, es un añadido posterior que vino a agrandar el espacio para acoger a
los fieles. Los fieles deben admirar el oriente, donde nació Jesús y donde fue
crucificado. Él es la luz del Mundo, y a Él deben de mirar los fieles cuando el
sacerdote oficia la Misa.
"Magnífica foto del interior del Templo de San Pedro de Torredonjimeno. Foto de Francisco Miguel Merino Laguna. www.redjaen.es"
En
nuestra iglesia de San Pedro de Torredonjimeno, observamos que por la puerta
principal hay un pequeño espacio cerrado por una verja y un muro, que actúa a
modo de patio. Estamos ante lo que sería el “atrio de la iglesia”. Según el “Diccionario
de Términos de Arte” Atrio es “el
recinto cerrado, y generalmente porticado, que precede a la entrada de un
edificio” más no siempre es así. La palabra atrio proviene del latín “atrium”. Y sí, dije latín, pues
últimamente los políticos andaluces hacen provenir todo nuestro saber del
árabe, olvidándose de que es al revés, que todo lo que sabemos proviene de Roma
o de la época bizantina, de la visigoda o del esplendor de la Edad Media. No
todo es árabe o musulmán por mucho que les pese a nuestros indoctos políticos.
"Vista del atrio de San Pedro desde la verja de entrada. Foto Miguel Merino Laguna. www.redjaen.es"
En la antigua Roma, el atrio era un elemento
arquitectónico imprescindible de toda casa el cual consistía en un patio
central, al que confluían todas las habitaciones o estancias de la misma, más
en la arquitectura religiosa posterior, ese espacio fue tomando otras formas
más útiles y más concretas. En las iglesias de planta basilical (San Pedro de
Torredonjimeno corresponde a este tipo de planta basilical del que hablamos, consistente
en una nave central rectangular y dos laterales a ambos lados, un poco más
pequeñas y separadas de la principal por columnas), el atrio solía estar
ubicado frente al pórtico del templo. Esa plaza o atrio, es el espacio común en
el que pueden estar fieles y neófitos. Es terreno sagrado, más allí pueden
estar todos en armonía, en comunidad, pero sólo a los fieles y a los bautizados
les está permitido penetrar en el templo. El atrio es por lo tanto el espacio
en el que los penitentes y los catecúmenos deben compartir antes de ser
purificados y acceder a participar de los Sagrados Misterios.
Era
frecuente que en el atrio se ubicase una pila o una arqueta, que en los tiempos
más antiguos servía de pila bautismal. Éstas eran de grandes dimensiones, de
manera que el catecúmeno descendía por una escalera practicada en un extremo,
se sumergía de cuerpo entero, para luego ascender otra vez al exterior, salvo
ya del Pecado Original. Más con el paso de los años esa pila fue ubicada en el
interior de los templos, de tal forma, que al entrar en una iglesia antigua,
los fieles podemos observar que a la derecha está colocada la pila bautismal.
Ese espacio es denominado por la tradición cristiana como el “baptisterio” y lo más usual es
encontrarlas esculpidas en piedra, de forma redonda casi siempre y sostenida
por una columna de piedra u otro material más noble como el mármol o el
alabastro y en muchos casos profusamente decoradas. Pero ¿por qué las pilas
bautismales se ubican al principio o en el exterior del templo? La razón es
sencilla. El templo es un lugar que guarda sus conocimientos y sus misterios a
los iniciados en la religión. Los que no la practican no deben profanar el
templo y no pueden pasar a él. El recién nacido, el neófito, no puede acceder a
la “luz” y asimilar la “sabiduría” hasta que no se haya borrado
de él el Pecado Original. El bautismo elimina ese error del Maligno, y permite
al hombre acceder a la Casa del Señor. En la iglesia de San Pedro Apóstol de Torredonjimeno
tenemos que el baptisterio estaba ubicado donde en la actualidad se encuentra
la capilla de la Virgen del Carmen, aunque a día de hoy, éste se haya ya a los
píes del Cristo de la Fe y del Amor.
Todos
los elementos constructivos de nuestras iglesias católicas tienen un porqué y
una explicación; no suelen estar ahí de forma gratuita o meramente decorativa.
Al entrar en la majestuosa nave de San Pedro Apóstol de Torredonjimeno, lo
primero que llama la atención el visitante es la robustez y esbeltez de sus
columnas y la altura de su techumbre. Esas imponentes moles de piedra se elevan
hacia el artesonado mozárabe y dividen el templo en tres naves como hemos dicho
más arriba, una central y dos laterales más pequeñas. La nave central nos
conduce directo al Sagrario, mientras que las otras, la del Evangelio y la de
la Epístola, cumplen a su vez con su función específica dentro de lo que es la
“catequesis arquitectónica” que constituye
el propio edificio.
Alfredo
Ureña dice sobre esas columnas petrinas: “El
orden dórico toscano, por su parte, se adapta a lo establecido por Serlio sobre
la utilización del dórico en templos consagrados a mártires, como
contraposición cristiana de su dedicación a dioses robustos como Júpiter, Marte
y Hércules”. En efecto, este estilo lo podemos observar en la iglesia de San
Pedro o en la de Santa Marta, -éste último templo en la vecina Martos- ya que ambos
templos están dedicadas a santos titulares muertos en martirio. Además
comparten “la planta tripartita, dividida
en tres tramos por ocho grandes columnas toscanas (orden que a decir de los
exégetas de Vitrubio era el más apropiado para titulares como Santa Marta o San
Pedro muertos en martirio), unidas entre sí por arcos de medio punto presenta
cubierta de madera” Los dos edificaciones fueron obra de los hermanos
Castillo, que fue una de las grandes familias de arquitectos que hubo en la
provincia de Jaén en el s. XVI.
Bibliografía:
1. VITRUVIO POLION, MARCO L. “Los Diez Libros de Arquitectura”
2. FULCANELLI, “El Misterio de las Catedrales” Nemira, 2009
3. FATÁS, G. y BORRÁS, G. “Diccionario de Términos de Arte y elementos
de Arqueología, heráldica y Numismática” Alianza Editorial, 2004
4. UREÑA UCEDA, A. “Patrimonio Arquitectónico en Torredonjimeno”,
I.E.G. 2008
5. MORENO MEDOZA, A. “Los Castillo. Un siglo de arquitectura en el
Renacimiento Andaluz” Universidad de Granada, 1989
Nota:
[1] Fulcanelli es el seudónimo utilizado
por un oscuro autor, muy posiblemente nacido a finales del siglo XIX, quien
dejó escrito varias obras sobre alquimia y la arquitectura gótica de las
catedrales, entre ellas “El Misterio de
las catedrales y la interpretación esotérica de los símbolos herméticos”
publicada en 1929 y “Las moradas filosofales y el simbolismo hermético en
sus relaciones con el arte sagrado y el esoterismo de la gran obra” publicada al año siguiente, ambas bajo el
mismo seudónimo de Fulcanelli.
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