Efigie de Gonzalo Fernández de Villalta, Caballerizo Mayor del Emperador Carlos I de España y V de Alemania, en la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol |
Manuel Fernández Espinosa
DIEGO DE VILLALTA Y LA FUNDACIÓN MÍTICA DE LA HEGEMONÍA MARTEÑA
Aunque de un tiempo a esta parte el
gran vacío de información que había sobre los Villalta en nuestra
comarca ha sido paliado por excelentes trabajos (como son las páginas a
los Villalta dedicadas por el investigador marteño D. Manuel López
Molina, el genealogista D. Andrés Nicás o las que nosotros mismos hemos
publicado en ÓRDAGO), lo cierto es que de nuestros Villalta todavía nos
queda mucho que conocer.
En el plano cultural, la figura más
prominente que dieron nuestros Villalta fue el humanista Diego de
Villalta. Manuel López Molina estableció (sobre las bases de testimonios
prestados por el mismo Diego de Villalta) que éste pudo nacer en los
meses del año 1524 a 1525 aproximadamente y el mismo López Molina
conjetura que sus años de infancia los pasó Diego de Villalta en
Torredonjimeno. El reputado historiador marteño apunta que, tras su
niñez, Diego saldría del Reino de Jaén, pudiéndosele localizar en
Granada, Sevilla, Toledo, Madrid, El Escorial y creemos que no sería
descabellado pensar que también pasara por Salamanca y Alcalá de
Henares.
López Molina dice de Villalta que:
"Pasados estos años [se refiere a su infancia], detectamos por primera
vez su presencia en la Villa de Martos en el año 1550 y desde ese año
hasta el final de su vida, en 1615, Diego de Villalta estuvo muy
relacionado y metido en los asuntos más importantes que se desarrollaron
en Martos, en donde residió en unas casas-principales en la calle de
Gracia, cerca de la fuente la Villa, próximas a la parroquia de Santa
Ana y San Amador". Creemos que es demasiado suponer que permaneciera,
desde 1550 hasta el fin de sus días en Martos, sin moverse. Y prueba de
ello las trae Andrés Nicás Moreno que resume la información que el mismo
Diego de Villalta realizó el 29 de noviembre de 1599 en la villa de
Torredonjimeno: en ese testimonio, Diego de Villalta refiere que se
halló con su hermano D. Juan en la Batalla de Orán, bajo el mando del
Conde de Alcaudete (suponemos que sería la del año 1563), contándonos
que su hermano D. Juan cayó muerto allí y que él mismo fue capturado por
los turcos, sufriendo cautiverio en Argel hasta que satisfizo su
rescate, haciendo un desembolso de más de 600 ducados.
Según
Juan Higueras Maldonado, nuestro Diego de Villata tuvo como maestro al
cordobés Ambrosio de Morales (1513-1591) y en opinión de Higueras
Maldonado, fueron las letras las que le ganaron y la carrera de las
armas parece que no le atrajo. Estuvo al frente de cargos políticos de
relevancia en la villa de Martos, pero en opinión de López Molina su
carrera política resultó severamente perjudicada por el memorial de
quejas que, en el año 1554, los vecinos de la villa de Martos
presentaron a Carlos I, a través de Antonio Gutiérrez, a la
sazón Síndico Personero: en dicho memorial iban las quejas de la
vecindad por abusos y agravios cometidos por los regidores perpetuos
marteños desde el año 1546 hasta el de 54 y, aunque Villalta no fuese
denunciado por cometer estos desafueros, los cargos que ocupaba lo
hacían cómplice por omisión y puede suponerse que este memorial supuso
el truncamiento de su carrera política.
Entre los años 1579 y 1582, Diego de
Villalta escribe su "Historia y Antigüedades de la Peña de Martos". Este
libro echa los cimientos de la fundación mítica de Martos, recurriendo
-como era sólito en la época- a la mitografía grecorromana; aunque
Villalta atiende a los descubrimientos arqueológicos de su época y
exhibe un gran conocimiento de los clásicos, la antigua Tucci es vista
como la ciudad de Hércules Líbico y también como la ciudad de Marte (los
orígenes de Martos se sitúan así en una edad idealizada que le otorgan a
la ciudad el prestigio que demandaba la mentalidad cultural de las
elites de la época), pero no es el primero ni el único marteño que hace
esto: recordemos que las páginas que Francisco Delicado dedica a Martos
en su "Retrato de la Loçana andaluza..." (Venecia, 1528) ya
mitologizaban sobre las visitas del dios Marte a la ciudad de la Peña.
Delicado y Villalta fundan con sus relatos mitologizantes
respectivos una ciudad de Martos que, con esos orígenes que le
atribuyen, ejercerá sobre toda la comarca su preeminencia indiscutible. Y
si Delicado se muestra en su "Lozana Andaluza" más fraternal para con
Torredonjimeno, Villalta (aunque nacido aquí y tal vez por eso mismo)
muestra a lo largo de su libro una cierta actitud desdeñosa por su villa
natal. Así las cosas, habría
que esperar a los humanistas tosirianos del siglo XVIII (el
franciscano fray Juan Lendínez y el fraile mínimo fray Alejandro del Barco)
para que Torredonjimeno, Jamilena, Higuera y Santiago de Calatrava, así
como otras localidades de la comarca (Porcuna, Arjonilla, Arjona,
etcétera) empiecen a tener una cierta voz en la comarca, refiriéndose
los títulos de nobleza que pudieran esgrimirse para no ser ninguneados
del todo por Martos.
Se sabe que, además de "Historia y
Antigüedades de la Peña de Martos", Villalta escribió "Vida de D. Pedro
Girón, Maestre de Calatrava" y el "Tratado de las estatuas antiguas".
López Molina fecha la muerte de Diego
de Villalta en 1615, por un documento en que el colector de la
Iglesia Parroquial de Santa Marta de Martos requiere a uno de sus hijos,
a Gerónimo de Villalta, que éste pague los gastos de su entierro. Por
ello se deduce que la familia, aunque de antigua prosapia, tenía que
estar pasando estrecheces económicas.
OTRAS INCÓGNITAS TODAVÍA POR RESOLVER ACERCA DE LOS VILLALTA
Además de las muchas lagunas que la
biografía de Diego de Villalta presenta, decíamos al principio que, por
mucho que sepamos de los Villalta, todavía quedan muchas líneas de
investigación que están por desarrollar. En la confianza de que los
investigadores jóvenes den de sí a estas, voy a presentar algunas de
ellas.
LOS VILLALTAS EN GUERRAS DE BANDERÍAS:
El origen de los Villalta hay que remontarlo a su cuna en Aragón, como así nos lo previene el P. Barco; parece que la primera localidad giennense en que se asentaron estos aragoneses fue Iznatoraf, pasando de ella a Torredonjimeno y Martos y, más tarde, a Córdoba. El P. Barco dice sobre los Villalta andaluces que: "La calidad, y el valor de los famosos Villalta no se olvidará jamás en nuestras Andalucías, donde siempre existirá, para perpetua memoria, la Cañada que conserva el nombre de la matanza, por la que hicieron en ella los valerosos Villalta, de los Ibañez sus competidores". Podemos suponer que tuvo que ser alguna guerra de banderías, entablada por los Ibañez y los Villalta, pero aunque existe un topónimo en el mismo término de Torredonjimeno llamado así: "La Cañada de la Matanza", no estamos seguros de que sea el escenario de esa masacre que perpetraron los Villalta sobre los Ibañez, ni la fecha en que tuvo lugar este choque de clanes.
El origen de los Villalta hay que remontarlo a su cuna en Aragón, como así nos lo previene el P. Barco; parece que la primera localidad giennense en que se asentaron estos aragoneses fue Iznatoraf, pasando de ella a Torredonjimeno y Martos y, más tarde, a Córdoba. El P. Barco dice sobre los Villalta andaluces que: "La calidad, y el valor de los famosos Villalta no se olvidará jamás en nuestras Andalucías, donde siempre existirá, para perpetua memoria, la Cañada que conserva el nombre de la matanza, por la que hicieron en ella los valerosos Villalta, de los Ibañez sus competidores". Podemos suponer que tuvo que ser alguna guerra de banderías, entablada por los Ibañez y los Villalta, pero aunque existe un topónimo en el mismo término de Torredonjimeno llamado así: "La Cañada de la Matanza", no estamos seguros de que sea el escenario de esa masacre que perpetraron los Villalta sobre los Ibañez, ni la fecha en que tuvo lugar este choque de clanes.
LA CABEZA DE ÁGUILA EN EL ESCUDO
Cuando la famosa Casa de la Torre,
residencia multisecular de los Villalta, se vendió en la década de
los 70 del siglo pasado y se procedió a la demolición del magnífico
palacio (una de nuestras pérdidas más imperdonables), el buen alcalde D.
Eugenio Martos tuvo la iniciativa de poner a buen recaudo la portada y
balcón principales de esta casa palacio, trasladándolos a la parroquial
de la Inmaculada Concepción de Santa María de Torredonjimeno que los
acogió como elementos arquitectónicos y testimoniales de
una magnificencia liquidada. El escudo que sobre esa puerta,
trasplantada al muro parroquial, podemos ver, desde la acera de la
placeta de Santa María, está mutilado; apenas es perceptible la
amputación que sufrió en circunstancias que podemos imaginar. Cuando se
trasladó el escudo todavía con el águila se estaba empezando la
transición democrática y el águila de San Juan en el escudo nacional ya
empezaba a ser políticamente incorrecta. Es muy probable que
alguno destruyera la cabeza del águila del escudo de los Villalta,
pensando -eso de pensar es un decir en estos casos- que se trataba del
águila dirían que "franquista". Como puede comprobarse en fotografías de
la portada en su ubicación original, el escudo tenía la cabeza de un
águila. La respuesta se encuentra al menos esbozada en la "Cuadra
Dorada" de la Casa de los Tiros de Granada.
CRISTÓBAL DE VILLALTA, HÉROE REPRESENTADO EN LA CUADRA DORADA
CRISTÓBAL DE VILLALTA, HÉROE REPRESENTADO EN LA CUADRA DORADA
Allí, en la Casa de los
Tiros granadina, hallamos la artística estancia llamada la "Cuadra
Dorada" (también se la denomina "Cuadra de Oro"). Esta sala noble está
exornada por pinturas murales y por un artesonado en el que se
representan figuras y textos. Entre estas figuras encontramos una que,
junto con su texto, es particularmente interesante para nuestras
pesquisas. Entre reyes y héroes famosos de España, hallamos a "Cristóbal
de Villata, español, entre otras muchas hazañas que hizo, doró el
águila haciendo las hazañas que se requieren". ¿Quién era este Cristóbal
de Villalta? ¿Cuáles fueron "las hazañas que se requieren"? Lo que no
cabe la menor duda es que los Villalta de Torredonjimeno se sentían
herederos de este Cristóbal de Villalta, dado que el escudo que labraron
para su morada tosiriana llevó ese elemento heráldico del "águila" (hoy
desaparecida, suponemos que por la incultura de alguno que confundió la
cabeza aquilina del escudo de los Villalta con el águila de San Juan
del escudo de España (que es de los Reyes Católicos y no, como creen los
ignorantes, de Francisco Franco.)
LAS EFIGIES DE SAN PEDRO APÓSTOL
La factura de las efigies que podemos contemplar en el alfarje de la Cuadra Dorada granadina presentan una similitud muy pronunciada con los relieves que encontramos en el actual Baptisterio de la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol de Torredonjimeno y de los que mi amigo Luis Gómez López habló por vez primera en su artículo "Nuestra sede canónica (II) Los bajorrelieves de la Capilla del Cristo del Amor y Nuestra Señora de las Angustias" (publicado en la revista ENCUENTRO, nº XV, de la Hermandad y Cofradía de Hermanos Nazarenos de Jesús Preso y de Nuestra Señora del Rosario") y cuyas imágenes aquí reproducimos.
La factura de las efigies que podemos contemplar en el alfarje de la Cuadra Dorada granadina presentan una similitud muy pronunciada con los relieves que encontramos en el actual Baptisterio de la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol de Torredonjimeno y de los que mi amigo Luis Gómez López habló por vez primera en su artículo "Nuestra sede canónica (II) Los bajorrelieves de la Capilla del Cristo del Amor y Nuestra Señora de las Angustias" (publicado en la revista ENCUENTRO, nº XV, de la Hermandad y Cofradía de Hermanos Nazarenos de Jesús Preso y de Nuestra Señora del Rosario") y cuyas imágenes aquí reproducimos.
Creo que ha quedado suficientemente
demostrado que, aunque han sido muchos y excelentes los trabajos
que sobre los Villalta han visto la luz en las dos últimas décadas,
todavía hay mucho que sacar a la luz, para interpretar y comprender,
para mejor conocer nuestro pasado que, al igual que nuestro
futuro, todavía está inédito.
Efigie de antepasado mitificado, pendiente de ser idenficado |
BIBLIOGRAFÍA:
López Molina,
Manuel: "Aproximación histórica al humanista marteño Diego de Villalta",
Boletín de Estudios Giennenses, nº 153 (Jaén, 1994)
Nicás Moreno, Andrés: "Heráldica y
genealogía en el Reino de Jaén", Diputación Provincial de Jaén -
Instituto de Estudios Giennenses, Jaén, 1997
Higueras Maldonado, Juan: "Humanistas giennenses (s. XIV-XVIII), Universidad de Jaén, Jaén, 1999
García Luján, José Antonio: "La Casa de los Tiro de Granada", Granada, 2006
Villata, Diego de: "Historia y Antigüedades de la Peña de Martos"
Delicado, Francisco: "Retrato de la Loçana Andaluza..."
Barco, Alejandro del: "Las colonias gemelas reintegradas..."
REVISTA ÓRDAGO: en especial, el
artículo de Luis Gómez López y Manuel Fernández Espinosa, "Nobleza
tosiriano: el legado de la familia Villalta", nº 3, Torredonjimeno, 1999
Estimado amigo: Mi segundo apellido es Villalta. Actualmente estoy haciendo una detallada investigación sobre mis antepasados y he hecho algunos descubrimientos que creo pueden resultar interesantes para esclarecer los orígenes de la familia Fernández de Villalta. Es por todos asumido que el origen de los Villalta es aragonés, atribuido a Raymundo o Ramón de Villalta, caballero que participó en la reconquista de Alcántara con el Conde de Urgel. Por mis investigaciones y tal como se refiere el privilegio de donación a Armengol VII, Ramón de Villalta acompañó al conde como "milite" y su linaje debía de proceder de la aldea de Vilalta en Lérida. De hecho los escritos originales se refieren a Remon de Vilalta. Hay documentos que lo sitúan unos 50 años despues en Cataluña como canónigo y Prior de la Orden del Santo Sepulcro para Aragón y Cataluña. Esto coincidiría con que de joven fuera un "milite" (monje guerrero). De ser así, difícilmente podría haber tenido descendencia. Reflexionando sobre todo esto y rebuscando documentos he encontrado alguna información que puede ser crucial con referencia al verdadero origen de los Fernández de Villalta. Primero pensé que el padre de Gonzalo, allá por 1350, debería haber sido un caballero de probada nobleza y gran militar, muy posiblemente llamado Fernando o Fernán. Segundo que debería de existir un lugar llamado Villalta (no Vilalta) antes de esa fecha, alrededor del 1300. Todo esto me ha conducido a una persona que podría haber sido padre de Gonzalo, Fernán Diaz de Villalta. Fernán fue alcaide y señor del castillo de Toloyna, en Navarra, y es citado como "de Villa Alta" por Esteban de Garibay y Zamalloa. El actual despoblado de Villalta en Burgos, es citado en 1180 como "Villa Alta" y la tierra de los Altos, donde se localiza, pertenecía por entonces a Navarra. Si pensamos en como se nombraba a los hijos en la Alta Edad Media, podemos pensar que Fernán era hijo de un Diego de Villa Alta, y Gonzalo era hijo de un Fernán de Villa Alta. Fernán es citado como miembro del linaje Villalta en "Las colonias gemelas reintegradas en la mitad de sus respectivas poblaciones" y me inclino a pensar que muy probablemente fuera el padre de Gonzalo Fernández de Villalta, vecino de Iznatoraf. Fueron muchos los caballeros navarros que participaron en la Reconquista y repoblación de Andalucía y es muy posible que Fernán Diaz de Villalta fuera uno de ellos.
ResponderEliminarBuenas tardes, actualmente me encuentro realizando unas pesquisas acerca de los Villalta y su relación posterior con el Marquesado de Lugros, en la provincia de Granada. Agradecería enormemente cualquier información que pueda darme al respecto, y desearía conocer las fuentes y bibliografía de la información tan detallada sobre los Villalta que expone en su comentario. Gracias de antemano. Un saludo.
ResponderEliminar