miércoles, 23 de julio de 2014

MÁS DE CARLISMO EN EL REINO DE JAÉN

 

DON MARIANO TORRES DE NAVARRA Y GARCÍA DE QUESADA
Por Manuel Fernández Espinosa
Al principio, cuando lo decíamos desde las páginas de ÓRDAGO, muchos nos miraban escépticos. Nadie daba por verosímil que el Reino de Jaén fuese una cantera de carlistas desde la Guerra de los Siete Años (Primera Carlistada) hasta bien entrado el siglo XX. La historiografía oficial había creado toda una imagen deformada del conflicto carlista que recorrió el siglo XIX: al conflicto se le atribuía una razón exclusivamente dinástica y se olvidaba que era algo más que eso, la lucha de una mayoría española contra una minoría extranjerizada que implantaba una concepción del mundo (con las relaciones económicas y sociales de ella derivadas) frontalmente opuesta a la tradición hispánica. La historiografía oficial estaba dispuesta a conceder que en Vascongadas y Cataluña, en Castellón también, hubiera carlismo, pero en el resto de España no, en el resto de España eran todos "cristinos", "isabelinos", "liberales" -así afirmaban, entornando los ojos complacidos en su falsificación histórica; y todavía hay ridículos personajes (las cátedras universitarias están llenas de ridículos personajes) que siguen afirmando esa versión tergiversada de nuestra historia, contra toda evidencia documental. La mayoría carlista que estaba extendida por toda la Península Ibérica fue sumergida, sepultando el heroísmo carlista y hasta los últimos vestigios de aquellas gestas decimonónicas. Sin embargo, nosotros desde ÓRDAGO hemos abierto una brecha difícilmente reparable por los manipuladores de la historia.
Haber nacido en Torredonjimeno ha sido en ese sentido determinante para descubrir la historia carlista a todos los que la tenían perdida. Torredonjimeno es patria chica del brillantísimo general carlista D. Miguel Sancho Gómez Damas, tan destacado en la I Guerra Carlista por su famosa expedición. El hecho de que el General Gómez hubiera nacido en Torredonjimeno, Reino de Jaén, era atribuido a una casualidad: ¿cómo era posible que Andalucía hubiera dado un carlista? Y se creía que era una excepción. Sin embargo, nosotros tuvimos acceso a una tradición que, de la mano del Padre Juan Montijano Chica, nos fue entregada: la indiscutible carlistería de nuestro pueblo y de otros pueblos de la provincia. D. Juan lo sabía de buena tinta, pues su padre había sido Secretario de la Comunión Tradicionalista. Fue de este modo como empezamos a hallar un caso, y otro, y otro caso y... Al final descubrimos lo que nadie quiere admitir: que la inmensa mayoría de regnícolas de Jaén eran carlistas: Castillo de Locubín, Alcalá la Real, Porcuna, etcétera. Es una historia que hemos contado muchas veces, pero nunca lo bastante; pues se ha instalado la mentira histórica por doquier y hemos de desmantelarla a fuerza de evidencias.
En esa línea que tanta satisfacciones nos ha deparado a los que hacemos ÓRDAGO, presentamos hoy a un personaje nacido en Jaén, exponente de dos linajudas familias jaeneras: los Torres de Navarra y los García de Quesada. Fue uno de esos tantos y tantos héroes que ha dado el Santo Reino de Jaén, pero en una época de mercachifles los héroes y los santos están olvidados. Merecería la pena que Jaén recordara a este gran marino y militar y por eso lo presentamos: Mariano Torres de Navarra y García de Quesada.    
Don Ramón María Torres de Navarra y Torres de Navarra

Don Mariano Torres de Navarra García de Quesada era hijo de D. Ramón María Torres de Navarra y Torres de Navarra y doña María del Socorro García de Quesada y López-Pinto, y nieto de D. José Torres de Navarra y Montoro y María Josefa Torres de Navarra y Gordo. D. Mariano nació el 25 de julio de 1845 en Jaén. En tiempos de Fernando VII la familia había sido absolutista, durante el infame Trienio Negro (1820-1823), cuando los conspiradores liberales a sueldo de Inglaterra impusieron una Constitución advenediza a un pueblo que no la quería los Torres de Navarra habían sido, como la mayoría de la nobleza, el clero y el pueblo sanos, refractarios a esa desviación extranjerizante y cuando estalló la Guerra de los Siete Años siguieron militando en las filas de la Santa Tradición. Y la familia, fiel a sus principios, continuó aportando miembros que destacarían en la organización tradicionalista, así D. Ramón María Torres de Navarra sería vicepresidente de la Junta Provincial de Jaén en 1870. 
Don Mariano estaría a la altura de sus obligaciones nobiliarias.
A los doce años Mariano Torres de Navarra ingresó en el Colegio Naval Militar y en 1865 ascendió a Alférez de Navío. En 1868 participó en la primera Guerra de Cuba, tomando parte en las acciones de Caimanes, Blanquizal y Cayo de las Damas, en ésta encabezaría una carga a la bayoneta que tuvo como resultado apoderarse de dos banderas de rebeldes. Ascendió a Teniente de Navío el año 1870 y fue nombrado segundo Comandante del vapor "Guadalquivir". En 1871 se le destinó al Departamento Marítimo de Cartagena y allí sofocó la sublevación cantonalista. En 1873 se separó voluntariamente del servicio militar, por entender que no podía servir a otro señor que a su legítimo Rey Don Carlos VII. Fue así como se pasó a las filas carlistas y por su experiencia militar y méritos se le hizo parte del Estado Mayor de la División de Álava del Ejército de la Lealtad. Corriendo el año 1875 participó en los combates de Echevarría y Mendibelza y fue ascendido a Coronel del Ejéricto carlista, luchó también en Zarauz, en Deva y en Motrico contra la escuadra liberal. Bombardeó a los liberales de San Sebastián, de Hernani y del Castillo de Santa Bárbara y participó en la victoria de Mendirrotz. Al terminar la guerra carlista tuvo que acogerse al exilio francés, pero con la amnistía retornó a España, reincorporándose a la Armada con el empleo de Teniente de Navío de Primera Clase.
En su nueva etapa militar estuvo a bordo del crucero "Aragón" tomando parte en las Filipinas en los combates contra los piratas en Mindanao y Joló. En 1884 era nombrado Gobernador de Balabac y en 1887 lo era de las Islas Carolinas, también fue ascendido a Capitán de Fragata.  Falleció en Manila, el 5 de abril de 1889.

El caso de D. Mariano Torres de Navarra y García de Quesada es otra prueba más de la vitalidad del carlismo durante el siglo XIX en el Reino de Jaén. Algo que tendrá que ser considerado más tarde o más temprano por los que se niegan a reconocer la identidad carlista de la España del siglo XIX, cuando se aparten a un lado las interesadas versiones historiográficas que obran como justificantes políticas de todos los problemas que a día de hoy sufrimos en España, justo por desconocimiento e ignorancia de nuestra historia y de nuestra identidad sumergida.



MÁS INFORMACIÓN:

FAMILIA TORRES DE NAVARRA, DE JAÉN (en facebook), de donde extraemos las fotografías.
Para información genealógica de los Torres de Navarra recomendamos las muy meritorias investigaciones que sobre la materia ha realizado nuestro amigo D. José Carlos Gutiérrez Pérez, historiador y cronista de Jamilena, como por ejemplo "La Batalla de las Navas de Tolosa y la llegada a Jaén de los Torres de Navarra", artículo publicado en la revista "TRASTÁMARA", número 12.
Foto: Imagen antigua del abandonado palacio de los Torres de Navarra en la calle San Andrés de Jaén.
Casa Palacio de los Torres de Navarra en la ciudad de Jaén.

lunes, 21 de julio de 2014

TORREDONJIMENO CITADA POR EL ESCRITOR Y PERIODISTA VIENTE DÍEZ DE TEJADA

"Caratula de libro y foto del autor D. Vicente Diez de Tejada"

TORREDONJIMENO CITADA POR EL ESCRITOR Y PERIODISTA VIENTE DÍEZ DE TEJADA

Luis Gómez

Traemos en esta ocasión una entrada, cuando menos curiosa. Se trata de una mención en la prensa de principios de siglo realizada por parte del gran periodista y escritor que fue D. Vicente Díez de Tejada[1].
El escrito se enmarca dentro del género de relatos cortos que los periodistas realizaban en la prensa decimonónica. En este caso, el autor narra la conversación que mantienen una madre y su hija en relación con las amistades, y dentro de la moral de la época, el cómo se ha de diferenciar entre lo que son murmuraciones o chismorreos y las verdaderas habladurías, las cuales dan lugar a “la falta de caridad, y por lo tanto al pecado” como sugiere el autor en el texto.
Para poder construir su historia, D. Vicente nos habla de dos tías de la joven protagonista, y de sus amigas. A una de ellas, con sobrenombres inventados (a la tosiriana la apoda Longitud) la hace oriunda de nuestra localidad.
El texto en sí no merece más interés, pero si es de destacar, que nuestra localidad, en esas fechas tan tempranas del siglo XX, era más conocida de lo que nos solemos suponer por personalidades de la Villa y Corte


LA DULCE MURMURACIÓN

— ¡Mira, tu pobre tía Cristeta, qué carta escribe tan llena de lisonjas!
—Y de faltas de ortografía, ha puesto hoy sin bache.
—... Y la necesita, ¿verdad, hija?
— ¡Claro que sí, mamaíta! Ayer, no; hoy, sí.
— ¿Ves, nena, las consecuencias do introducir cambios en cosas tan serias? Hoy sí y ayer no; pues tu tía, por lo visto, escribe con arreglo á las normas de sus tiempos: no como hoy, sino como ayer. Además, tu tía no es la Condesa de Pardo Bazán[2], precisamente.
—No lo jures, mamaíta, que el jurar es pecado. Mira, en cambio, qué económica es. Primero escribe horizontalmente; después, y encima, verticalmente, y, por último, y sobre todo ello, al revés y con otra tinta. Esto no es carta, es una muestra de tela escocesa...[3]
— ¿Y esto no es pecado, reírte de los defectillos ajenos?
— -No; porque yo, puesta á reír, y lo hago siempre, me río también de los míos. ¡Pues poquito que nos hemos reído tía Cristeta y yo de sus cosas, de las mías y de las de los demás, en este mesecillo que he pasado á su lado. No ha quedado en Barcelona títere con cabeza. ¡Hasta del dedo de Colón, que parece la caña del higuí[4], nos hemos sonreído un poco!... No quiero decirte nada de las amiguitas de tía Cristeta... ¡Las tiene...museables!
—¡Qué palabrota!
—Las aprendo de Enriquito. Mi hermano las llama timos.
— ¡Niña!
— ¡Si no es nada malo, mamá! Sabe otras, que no se entienden nunca, y las llama camelos.
—¡Jesús! No quiero oírte hablar de este modo, impropio de una señorita...
— No te apures, mamá, que tampoco sabría hacerlo aunque quisiera. Esto de los camelos y de las camelancias (¡qué risa!) es cosa muy difícil. Verás: Enriquito contigo no se atreve; ¡pero conmigo!... Viene, á lo mejor, y me dice: “Nena, hazme el favor de alargarme esa Arballonguita que hay encima del piano…”
—¿Esa qué, hija?...
—¿Lo ves, mamaíta? ¡Ya caíste! Caíste, como caen los demás; como caen todos... Arballonguita, nada; una tontería cualquiera... ¡Pues esto es el camelo! ¡¡Es muy difícil!!...
—Sí. ¡¡Y muy ingenioso!!... Don Baltasar del Alcázar[5] no escribió jamás epigramas con tanto salero...
—¡Ay, mamaíta, qué cara tan fea has puesto ahora! Me has recordado á doña Lutecia, una de las amigas de la tía, solterona también; siempre seria, como tú ahora, vestida de negro, ojos negros, pelo negro (pintadito), ojeras negras..., uñas negras... ¡Un encerado!... ¡Yo creo que no se alimenta más que de calamares en su tinta!... ¿Ves? Ya te ríes un poco...
—Es nervioso. Yo no puedo reír esas... simplezas.
— ¿No? Pues oye. Esto de Doña Lutecia, ya comprenderás que es un nombre puesto por mí; por mi... y por tiíta Cristeta, que también me ayudaba. Tiene otra amiga, que yo la llamo Doña Latitud. Una señora..
apaisada, apaisada completamente, ¡Con decirte que los retratos no se los pueden hacer á lo alto, porque no cabe!... Es ancha, como un portfolio... abierto, y cuando la veía, me figuraba ser yo que me estaba mirando en el pomo de la escalera... ¡Ay, mamaíta, cada vez que se acercaba á mí para besarme, pensaba yo: ¡Ahora se cierra esta señora y me quedo dentro!... No te rías...  
— Sí, de tus gracias.
—En cambio, mira Doña Longitud: una señora andaluza, de Torredonjimeno, tan alta, que necesitaba andar plegada, como los metros articulados. Esta señora no tenía más defecto que los dientes cariados y grandes. Al reírse, parece que te invita á echar una partida de dominó. ¡Pobrecita! Cuando me vine la dejé descabalada... ¡Be le habían caído el blanca dos y el seis dable!...
—Pero, hija, ¿se te ha escapado la cuerda?
—¡Ca, mamaíta! Es que me he echado á andar... Hay para rato. Sí hubieses visto un retrato suyo que nos enseñó, hecho un día que fué á los toros en Úbeda, te quedas cuajada. Figúratela vestida de blanco; toda ella vestida de blanco: zapatos, falda, pañolón, mantilla, claveles... ¡Seis mil reales de magnesia efervescente... ¡jirviendo![6]...
-¡Basta, basta, cabeza de chorlito! ¡Válgame Dios, qué lengüecita la tuya!
—Mamita, no hago mal á nadie... Me río un poquito de los demás, á cuenta de lo mucho que los demás se reirán de mí. No calumnio, no ofendo... Esto es todo... Bromitas inocentes, inofensivas...
— Con las que faltas á la Caridad, exhibiendo los defectos del prójimo y mofándote de él á costa de ellos. Pecas.
 — Todos pecamos, reverenda madre...
— Sí; y el más Justo siete veces al día. Pero esto de pasarse la vida murmurando...
—Vaya, mamaíta, que tú me has tomado á mí por un manso arroyuelo... Ya no te acuerdas de lo muchísimo que...arroyuelasteis[7] tú y tus amigas, al hablar de Paco Fresneda, el futuro pluscuamperfecto de Sarita Muñoz... Que si era un farsante, un embustero, un vividor; que si no era cierto que su papá tuviese casa de banca; que si era falso que él fuese ingeniero... ¡Qué sé yo! ¡El delirio!
-Ahora has dicho la verdad: el delirio, el delirio de grandezas que se apoderó de unos y de otros. Ya viste el resultado...”El prometido de mi niña”; —como decía la mamá de Sara - es esto, y esto, y esto, y lo de más allá; que no parecía más sino que con él se iba á agotar el saldo de novios en buen uso... Y ya vimos que de todo ello sólo el más allá resultó exacto; pues de la noche á la mañana desapareció el prometido, dejando tras de si una estela de promesas... Trampas y escándalo... Hubo quien dijo que hasta á los Muñoz les sacó un buen pellizco..., y no ha faltado quien me asegurase haberlo visto... no sé dónde... ¡pidiendo limosna!... ¡Jesús!...
—¿Ves tú, mamaíta? Pues todo esto son murmuraciones también... algo más pecaminosas que las mías. ¡Murmuraciones!... Porque lo sé lo digo... Yo he visto á Fresneda.
—¿Tú?
Yo. Ahorita, en Barcelona... Y no pedía limosna, precisamente... Está sí, el pobre, demacrado, envejecido, con la cara de truhán de siempre,.. Cuando me vio se le cambió el color... Me reconoció en seguida. Yo disimulé todo cuanto pude... Pensando en Sarita, la verdad, me avergoncé un poco.
—¿El gabán?... ¿Pero hablan los conejos y los gatos?...
—Así que Fresneda hubo pasado junto á mí, yo, con mi curiosidad de mujer..., volví la cabeza...
—¡Imprudente!
— ... Y vi que en la espalda del sobretodo había un letrero, en el que, debajo de mías señas y del nombre de un sastre, se leía claramente:

“COMO ÉSTE, DOSCIENTAS PESETAS”

—¿No te equivocarías, hija?
—No, mamá... Era el gabán, y no el hombre, el que costaba los cuarenta duros... ¡Bien sabes tú que Fresneda no los vale!...

VICENTE DÍEZ DE TEJADA



[1] Una semblanza del autor se puede encontrar pinchando aquí.
[2] Hace alusión a la novelista, escritora, periodista y ensayista española Dª Emilia Pardo Bazán, poseedora de dicho título nobiliario y una de las escritoras españolas más reconocidas.
[3] El autor, por boca de los personajes, trata de explicar lo que era una moda estilística de principios del siglo XX que nace al calor de las vanguardias tipo cubismo, creacionismo y otras típicas de esos años. En especial se refiere a los Caligramas. Según la Real Academia de la Lengua Española un caligrama es una palabra de origen francés, que vendría a significar “un escrito, por lo general poético, en que la disposición tipográfica procura representar el contenido del poema”. En España uno de los mejores exponentes de este tipo de obras lo encontramos en la obra de Gerardo Diego
[4] Se refiere a la “caña de azúcar” muy común en la zona de la República Dominicana, en la actual zona de Punta Cana, o Higüey, cuyos cultivos tropicales fueron a principios de siglo XX su mayor riqueza agrícola, antes de que el turismo se convirtiese en motor económico de esa zona
[5] Baltasar de Alcázar es un poeta de origen sevillano del s. XVI. Fue militar y cultivó la poesía y las letras. Durante su etapa como militar destacar que llegó a servir dentro de la guarnición del Castillo de Jaén. Es conocido por su obra poética y en particular por los epigramas, que son una composición poética breve en que con precisión y agudeza se expresa un solo pensamiento principal, por lo común festivo o satírico
[6] Hirviendo
[7] Juega con la palabra anterior, arroyo, creando la palabra arroyuelasteis

jueves, 17 de julio de 2014

MOTINES POR LA CARESTÍA DEL TRIGO EN EL JAÉN DEL SIGLO XIX

 "Vista de la Plaza del Ayuntamiento tosiriano a principios del siglo XX"

MOTINES Y REVUELTAS EN EL JAÉN DEL SIGLO XIX
Luis Gómez


            González Cuevas dice así en su libro: “No obstante, permanecerá siempre como un hecho evidente que en 1898 España no sólo fue incapaz de competir con las grandes potencias capitalistas, sino igualmente de conservar lo que le restaba de viejo imperio colonial ultramarino. El 98 significó el final de todo un pasado imperial y la demostración paladina de que el sistema de la Restauración fue incapaz de dar impulso al desarrollo de la sociedad española en un momento de clara expansión del resto de las naciones capitalistas”.
            Efectivamente, ese año quedará marcado en los anales de la Historia española como uno de los más desastrosos y que más ha dado que escribir. No sólo por la pérdida de las colonias, sino por las innumerables revueltas que se suscitaban en el interior de España debido a diversos problemas, tanto políticos como de carestías. De hecho, y tal y como afirma el mismo autor un poco más adelante, otros países antes que España también sufrieron su “propio 98”, como Portugal, Italia etc., pero salieron reforzadas en esos difíciles momentos debido a que no tenían la debilidad interna que padecía el sistema político español en esos momentos.
            En el fatídico año de 1898, rondando el mes de mayo, se produjeron en diversos pueblos de la provincia de Jaén una serie de amotinamientos o revueltas de cierta entidad. El motivo era el rechazo de la población al fastidios impuesto denominado “Impuesto de consumos” que gravaba determinados productos, entre ellos los de primera necesidad, incluidos los de comer, beber o arder. Esto provocaba que por parte de algunas personas sin escrúpulos se realizaran prácticas especulativas con intención de subir artificialmente el precio de los productos. Se compraba gran cantidad de trigo y se guardaba, no poniéndolo en venta. La carestía y las malas cosechas hacían el resto, es decir, que subiese el precio de dicho producto, y de esa forma, el grano almacenado aumentaba de precio en el mercado, generando unos suculentos beneficios pero al mismo tiempo elevando de manera considerable los precios de los productos finales, como el pan. 

Comentaba así la prensa nacional lo acaecido:

LOS MOTINES EN PROVINCIAS
En Jaén

En la capital se han evitado graves conflictos por la energía del alcalde con los panaderos y acaparadores de trigo. En Martos, Torredonjimeno, Linares y Carolina, los motines han sido de importancia. La provincia de Jaén ha sido declarada en estado de guerra. Grupos de mujeres y niños promovieron en Martos un grande alboroto en la plaza pública Saquearon la administración de consumos, asaltaron la casa del arrendatario, destrozando cuanto hallaban á su paso, y le robaron 200.000 pesetas  y una caja con alhajas y ropas. Evitaron el incendio del edificio el capitán de la Guardia civil y las autoridades del pueblo. En Torredonjimeno los alborotadores asaltaron también la administración de consumos; y en Torre del Campo las mujeres se opusieron a que saliesen harinas de la población. Para Linares y La Carolina han salido fuerzas de la benemérita. Allí se reprodujo ayer el motín. La casa consistorial fue escalada y rotos todos sus muebles, e incendiadas las dependencias de consumos. Un grupo hizo una descarga contra los guardias que quisieron despejar la plaza; y la Guardia civil contestó á la agresión haciendo fuego sobre la muchedumbre. De esta carga resultaron muertos dos amotinados y heridos 10. Se esperan fuerzas militares. En telegrama de las 11'30 de anoche dice el alcalde de Linares al gobernador de Jaén: que esta mañana recorrieron varios grupos de amotinados las calles de la población gritando ¡abajo los consumos! llegando al Ayuntamiento, donde estaban todas las autoridades, que los arengaron, siendo inútiles los esfuerzos persuasivos del jefe de la Guardia civil, alcalde y juez de instrucción, que hicieron algunos disparos, que la Guardia civil, en defensa propia, contestó de igual modo; que asaltaron palacio municipal, entrando en el salón de sesiones y destrozando cuanto había en éste y secretaria; que de la lucha resultaron tres personas muertas y unos quince heridos; que se han hecho prisiones en número de 50 ó 60 y que á la hora en que telegrafía la población está en calma. Han salido fuerzas de infantería y caballería para dicho punto en número bastante para impedir se reproduzcan sucesos”. 


"Vista de una de las calles de Linares en 1905". (Foto de Linares Turismo)

Como cuenta Enrique Osorio Crespo, las oficinas de consumo fueron durante el siglo XIX objetivo primordial de la ira de los ciudadanos descontentos y era muy habitual que durante las revueltas “fueran clásicas las quemas de las casillas en las que se ubicaban los funcionarios encargados de su recaudación” Y como el propio autor indica, dichas oficinas, en muchas ocasiones, estaban ubicadas en las entradas principales de las localidades, donde los funcionarios se ubicaban para controlar el tránsito de mercancías que entraban y salían de las mismas y grabar así el debido impuesto. Se trataba de una continuación de la medieval medida recaudatoria del “portazgo”, es decir, gravar con un impuesto a los civiles por el tránsito de mercancías al paso por un puente (puentazgo) o por un puerto o paso obligado, (portazgo). El solar que ocupa el actual Parque Municipal de la localidad tosiriana, recibía en la antigüedad, el de Parque del Portazgo, como ya tuvimos de ocasión de escribir en una entrada anterior de este mismo blog. En esta ocasión, y según se relata en la notica, las revueltas fueron de tal envergadura que no sólo afectaron a las instalaciones destinadas a recaudar el impuesto, sino que se llevaron a cabo en las propias dependencias municipales de las respectivas localidades, llegando incluso, en los casos de La Carolina y Linares, a asaltar (escalar) el propio Ayuntamiento.

BIBLIOGRAFÍA:
P. Cuevas González. “Historia de las derechas españolas
Prensa española del s. XIX
Revista de la Agencia Tributaria “La Ventana de la Agencia” nº 31 

martes, 15 de julio de 2014

CARTAS DE UN TOSIRIANO A DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO

Francisco de Paula Ureña Navas
 
 
TRES CARTAS DE D. FRANCISCO DE PAULA UREÑA NAVAS A D. MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO
 
 
Por Manuel Fernández Espinosa
 
 
 
Siempre es una alegría encontrar, para el que busca. Desde hace años venimos reuniendo todo el material disperso y prácticamente inaccesible concerniente a uno de los tosirianos más interesantes de nuestra historia: D. Francisco de Paula Ureña Navas.
 
Nacido el 22 de junio de 1871 en Torredonjimeno, en el seno de una familia pobre, D. Francisco de Paula destacó pronto por su talento y el clero local corrió con los gastos de sus estudios, que culminó brillantemente en Sevilla, licenciándose en Filosofía y Leyes. En la ciudad hispalense nuestro paisano conoció a grandes polígrafos de la época, como D. Francisco Rodríguez Marín (1855-1943), cervantista y folclorista; más tarde Rodríguez Marín prologaría el poemario "Hojas y Flores" (año 1921) del poeta de Torredonjimeno. Una vez que hubo regresado a la provincia, Ureña Navas se estableció primeramente en Jaén, donde ejerció como Notario del Obispado de Jaén, siendo a la vez profesor de Retórica y Poética y Literatura del Colegio de Santo Tomás de Jaén y simultaneando sus quehaceres profesionales con la colaboración asidua en varias revistas de la capital. En la última década del siglo XIX Ureña Navas se convierte en director de "El Pueblo Católico" que había sido fundado por D. Emilio Mariscal Mendoza, periódico portavoz del tradicionalismo jaenés, sin dejar de colaborar con publicaciones tan señeras como el "Don Lope de Sosa" que dirigía su amigo Cazabán Laguna. Se le concederán muchos honores, entre ellos el título de Académico Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua.
 
Se casó dos veces nuestro D. Francisco: de su primer matrimonio, del que pronto enviudaría, tuvo a una hija que murió joven y lo sumió en una profunda depresión; contrajo segundas nupcias con Doña Socorro Mantilla de los Ríos que le dio seis hijos: Milagros, Rosario y Socorro, Francisco, Carlos y Juan. Las hijas le sobrevivirán, pero en los primeros meses de la Guerra Civil la familia sufrirá la represión frentepopulista: Carlos y Juan, residentes en el Cortijo El Madroño (Martos), serán sacados del hogar familiar y asesinados por milicianos marteños. Nuestro poeta, al que le sorprendió el estallido del Alzamiento en Madrid, en compañía de su hijo Francisco, sería apresado por el Frente Popular con su vástago; y padre e hijo serían asesinados.
 
Mis tíos abuelos Damián Martos Ureña y María de los Dolores Illana Ureña eran familia del poeta. Conservo en casa algunas reliquias de este hombre de letras y mártir y he escrito algunos artículos sobre la figura del poeta e intelectual tradicionalista Ureña Navas, incluso GIENNIUM (Revista de Estudios e Investigación de la Diócesis de Jaén) me honró con la publicación de un ensayo que dediqué a D. Francisco de Paula Ureña Navas y al grupo de poetas, dramaturgos, novelistas e intelectuales provinciales que se formó alrededor de nuestro poeta y bajo su magisterio. En algunas de las páginas que he dedicado a D. Francisco de Paula Ureña Navas he llegado a referirme, por noticias que tenía de ello, a cierta correspondencia epistolar que mantuvo nuestro paisano con D. Marcelino Menéndez y Pelayo (que para nadie medianamente culto requiere presentación). He descubierto tres de esas cartas, escritas por Ureña Navas a Menéndez y Pelayo. Y aquí las presento, bajo el retrato de D. Marcelino, con un breve comentario:
 
D. Marcelino Menéndez y Pelayo
 
 
CARTA 1: Como veremos, las tres cartas que publicamos hoy, tienen el objeto de poner bajo la autoridad de Menéndez y Pelayo cuestiones varias sobre poesía. En las dos primeras, la misiva está encabezada por el anagrama "Jhs", piadosa costumbre epistolar de la época. En esta carta Ureña Navas se refiere al Desastre de 1898 y al ignominioso Tratado de París. Sobre estas cuestiones ha compuesto el poeta tosiriano algunos poemas y los envía a Menéndez y Pelayo, para solicitarle su juicio crítico: estos poemas los publicaría Ureña Navas en "Hojas y Flores" y en otras publicaciones provinciales: su tono es de encendida cólera contra Estados Unidos de Norteamérica y contra los políticos españoles de turno (los "plenipotenciarios") a los que culpa de haber ultrajado el honor de España en sus tratos internacionales.
 
 
 
"Jhs.
Sr. D. Marcelino Menéndez y Pelayo.
Muy Sr. Mío y de mi mayor respeto: al tener el gusto de saludar al maestro sabio y al poeta limpio, de quienes soy obscuro, bien que entusiasta admirador, me permito remitirle la poesía adjunta (que me han inspirado las desgracias nacionales y los que no creo desaciertos de nuestros plenipotenciarios), y suplicarle a Vd. se tome la molestia de leerla y juzgarla. El juicio de Vd. si pudiera conocerlo, tendría para mí toda la fuerza que dan a Vd. sus envidiables dotes de crítico eminente.
Dispense Vd. la libertad de que hago uso, y mande como guste a su admirador y affmo. S. S. q. b.s.m.
Franco. De Paula Ureña.
Jaén, 28 Dcbre. De 1898."
CARTA 2: La cuestión que consulta con esta carta nuestro paisano es propia de eruditos latinistas. Ureña Navas llegó a traducir muchas odas de Horacio; parece que "Eheu! fugaces" tuvo que levantar cierta polémica con alguno de sus cultos contertulios de Jaén, supongo que algún clérigo ilustrado con los que Ureña Navas tenía ocasión de encontrarse en su puesto docente del Colegio de Santo Tomás. Esta carta revela el domicilio de Ureña Navas en la ciudad de Jaén: "Muñoz Gernica, 5".
 
"Jhs
 
Sr. D. Marcelino Menéndez y Pelayo.
Distinguido Sr. mío y de mi mayor admiración: Siento en el alma molestar a Vd.; pero una discusión, aquí promovida con ocasión y acerca de una traducción de la oda “Eheu! Fugaces”, de Horacio, (discusión que pende del fallo de Vd., que tan grande autoridad es en la materia), me obliga a escribirle, sin más títulos que los que me da la admiración que hacia Vd. siento.
Dispense Vd. la molestia, y dispense asimismo que insista en rogarle a Vd. me conteste con su juicio acerca de la traducción. Usted concluye de una vez con estas estúpidas quisicosas, que no, por ser estúpidas, dejan de ser mortificantes.
Con un millón de sincerísimas gracias, me ofrezco de Vd. Affmo. Amigo y entusiasta admirador S. S. q. b. s. m.
Franco. De P. Ureña.
Jaén, 5 de Noviembre de 1899.
Muñoz Garnica, 5"
CARTA 3: Esta carta lleva el membrete del papel timbrado del "Tribunal Eclesiástico y Vicaría General del Obispado de Jaén" donde D. Francisco de Paula ejercía como Notario. En ella se agradece la respuesta (por desgracia en paradero desconocido hasta ahora) de D. Marcelino Menéndez y Pelayo. Aprovecha Ureña Navas para enviarle uno de los ejemplares de su periódico -"El Pueblo Católico".
 
"Tribunal Eclesiástico
Y
Vicaría General
Del
Obispado de Jaén
Notaría Mayor
(Particular)
1 de Diciembre de 1899.
Sr. D. Marcelino Menéndez y Pelayo:
Muy Sr. mío y de toda mi consideración y respeto: La de Vd. que agradezco en el alma, ha venido a servirme de grandísimo aliento e igual honor, por ser Vd. el que me juzga, y juzgarme en términos para mí honrosos, no obstante los defectos que me señala.
Conozco la razón de lo que Vd. me observa y ya he procurado ponerlo en práctica, intentando la corrección de la oda “Eheu! Fugaces”.
Antes de recibir la de Vd., y por mera afición a esta clase de trabajos, en la que hallo no pequeño gusto, traduje otras tres odas más: todas, desde luego, en versos sueltos, pues no habría caído, sin observármelo Vd. en lo de la estrofa lírica. Ahí se las mando a Vd. Y le estimaría grandemente que se tomara de nuevo la molestia de ocuparse en mis cosas, juzgándolas con la franqueza y tino que en Vd. son proverbiales. Estas tres traducciones, como la otra, las tengo publicadas; habiendo cometido la ligereza de pasarlas de las musas al teatro sin sujetarlas al “saepe stilum vertas” (1), que aconseja el Maestro latino. Es verdad que en ello no busco otra cosa que el esparcimiento del alma; pero, con todo, con el esparcimiento se compadece bien la corrección.
Expresándole a Vd. muy vivamente la gratitud a que me obliga la honra que Vd. me ha dispensado, y reiterándole a Vd. mi admiración y respeto, le ofrezco mi pobre amistad y mis humildes servicios, siendo suyo affmo. S. S. q. b. s. m.
Franco. De P. Ureña.
P. S. – También envío a Vd. Por este correo, un número de mi periódico donde hace aproximadamente dos años publiqué un ensayo sobre “Sto. Tomás poeta”; punto en el que creo no se ha ocupado nadie y en el que me temo, por lo mismo, haber cometido alguna inexactitud. Su juicio de usted acerca de este ensayo, lo agradecería mucho.
 
He traducido, aplicando el consejo de Vd., una oda horaciana, cuyo metro original (glicónico (2) y pequeños asclepiadeo(3)), he procurado imitar con endecasílabos de cadencia esdrújulas. Pero me resulta mal el ensayo, por la pesadez y monotonía."
 
Notas:
(1) "Saepe stilum vertas", frase del poeta del que están tratando: Quinto Horacio Flaco (65 a. C.-8 a. C.). Significa: "Estimula frecuentemente tu pluma".
(2) Glicónico (con el ferecracio) son versos del "Ars Poetica" latina: combinan dáctilos y troqueos, y se presentan en estrofas de tres glicónicos y un ferecracio.
(3) Asclepiadeo: su nombre proviene de Asclepiades, poeta griego que propagó el metro poético. El "asclepiadeo" es un verso de la compleja poesía griega y latina.
 
BIBLIOGRAFÍA:
 
-"Don Francisco de Paula Ureña Navas, un Poeta Tosiriano Olvidado. Elegía a un poeta que no tuvo su muerte", Manuel Fernández Espinosa, Revista Cultural ÓRDAGO, nº 9, Marzo 2005, pp. 10-13.
-"La poesía en Jaén: D. Francisco de Paula Ureña Navas y el grupo literario "El Madroño", Manuel Fernández Espinosa, GIENNIUM. Revista de Estudios e Investigación de la Diócesis de Jaén, Volumen 11, Año 2008, Jaén, pp. 169-210.
También puede consultarse en este mismo blog diverso material que sobre Ureña Navas hemos ido publicando, por ejemplo esta entrevista de 2009: "EL DESCUBRIMIENTO DE FRANCISCO DE PAULA UREÑA NAVAS"

domingo, 22 de junio de 2014

NO HE DE CALLAR...

  No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.

En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.

Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,
que es lengua la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.

Son la verdad y Dios, Dios verdadero,
ni eternidad divina los separa,
ni de los dos alguno fue primero.

Si Dios a la verdad se adelantara,
siendo verdad, implicación hubiera
en ser, y en que verdad de ser dejara.

La justicia de Dios es verdadera,
y la misericordia, y todo cuanto
es Dios, todo ha de ser verdad entera.

Señor Excelentísimo, mi llanto
ya no consiente márgenes ni orillas:
inundación será la de mi canto.

Ya sumergirse miro mis mejillas,
la vista por dos urnas derramada
sobre las aras de las dos Castillas.

Yace aquella virtud desaliñada,
que fue, si rica menos, más temida,
en vanidad y en sueño sepultada.

Y aquella libertad esclarecida,
que en donde supo hallar honrada muerte,
nunca quiso tener más larga vida.

Y pródiga de l'alma, nación fuerte,
contaba, por afrentas de los años,
envejecer en brazos de la suerte.

Del tiempo el ocio torpe, y los engaños
del paso de las horas y del día,
reputaban los nuestros por extraños.

Nadie contaba cuánta edad vivía,
sino de qué manera: ni aun un'hora
lograba sin afán su valentía.

La robusta virtud era señora,
y sola dominaba al pueblo rudo;
edad, si mal hablada, vencedora.

El temor de la mano daba escudo
al corazón, que, en ella confiado,
todas las armas despreció desnudo.

Multiplicó en escuadras un soldado
su honor precioso, su ánimo valiente,
de sola honesta obligación armado.

Y debajo del cielo, aquella gente,
si no a más descansado, a más honroso
sueño entregó los ojos, no la mente.

Hilaba la mujer para su esposo
la mortaja, primero que el vestido;
menos le vio galán que peligroso.

Acompañaba el lado del marido
más veces en la hueste que en la cama;
sano le aventuró, vengóle herido.

Todas matronas, y ninguna dama:
que nombres del halago cortesano
no admitió lo severo de su fama.

Derramado y sonoro el Oceano
era divorcio de las rubias minas
que usurparon la paz del pecho humano.

Ni los trujo costumbres peregrinas
el áspero dinero, ni el Oriente
compró la honestidad con piedras finas.

Joya fue la virtud pura y ardiente;
gala el merecimiento y alabanza;
sólo se cudiciaba lo decente.

No de la pluma dependió la lanza,
ni el cántabro con cajas y tinteros
hizo el campo heredad, sino matanza.

Y España, con legítimos dineros,
no mendigando el crédito a Liguria,
más quiso los turbantes que los ceros.

Menos fuera la pérdida y la injuria,
si se volvieran Muzas los asientos;
que esta usura es peor que aquella furia.

Caducaban las aves en los vientos,
y expiraba decrépito el venado:
grande vejez duró en los elementos.

Que el vientre entonces bien diciplinado
buscó satisfación, y no hartura,
y estaba la garganta sin pecado.

Del mayor infanzón de aquella pura
república de grandes hombres, era
una vaca sustento y armadura.

No había venido al gusto lisonjera
la pimienta arrugada, ni del clavo
la adulación fragrante forastera.

Carnero y vaca fue principio y cabo,
Y con rojos pimientos, y ajos duros,
tan bien como el señor, comió el esclavo.

Bebió la sed los arroyuelos puros;
de pués mostraron del carchesio a Baco
el camino los brindis mal seguros.

El rostro macilento, el cuerpo flaco
eran recuerdo del trabajo honroso,
y honra y provecho andaban en un saco.

Pudo sin miedo un español velloso
llamar a los tudescos bacchanales,
y al holandés, hereje y alevoso.

Pudo acusar los celos desiguales
a la Italia; pero hoy, de muchos modos,
somos copias, si son originales.

Las descendencias gastan muchos godos,
todos blasonan, nadie los imita:
y no son sucesores, sino apodos.

Vino el betún precioso que vomita
la ballena, o la espuma de las olas,
que el vicio, no el olor, nos acredita.

Y quedaron las huestes españolas
bien perfumadas, pero mal regidas,
y alhajas las que fueron pieles solas.

Estaban las hazañas mal vestidas,
y aún no se hartaba de buriel y lana
la vanidad de fembras presumidas.

A la seda pomposa siciliana,
que manchó ardiente múrice, el romano
y el oro hicieron áspera y tirana.

Nunca al duro español supo el gusano
persuadir que vistiese su mortaja,
intercediendo el Can por el verano.

Hoy desprecia el honor al que trabaja,
y entonces fue el trabajo ejecutoria,
y el vicio gradüó la gente baja.

Pretende el alentado joven gloria
por dejar la vacada sin marido,
y de Ceres ofende la memoria.

Un animal a la labor nacido,
y símbolo celoso a los mortales,
que a Jove fue disfraz, y fue vestido;

que un tiempo endureció manos reales,
y detrás de él los cónsules gimieron,
y rumia luz en campos celestiales,

¿por cuál enemistad se persuadieron
a que su apocamiento fuese hazaña,
y a las mieses tan grande ofensa hicieron?

¡Qué cosa es ver un infanzón de España
abreviado en la silla a la jineta,
y gastar un caballo en una caña!

Que la niñez al gallo le acometa
con semejante munición apruebo;
mas no la edad madura y la perfeta.

Ejercite sus fuerzas el mancebo
en frentes de escuadrones; no en la frente
del útil bruto l'asta del acebo.

El trompeta le llame diligente,
dando fuerza de ley el viento vano,
y al son esté el ejército obediente.

¡Con cuánta majestad llena la mano
la pica, y el mosquete carga el hombro,
del que se atreve a ser buen castellano!

Con asco, entre las otras gentes, nombro
al que de su persona, sin decoro,
más quiere nota dar, que dar asombro.

Jineta y cañas son contagio moro;
restitúyanse justas y torneos,
y hagan paces las capas con el toro.

Pasadnos vos de juegos a trofeos,
que sólo grande rey y buen privado
pueden ejecutar estos deseos.

Vos, que hacéis repetir siglo pasado,
con desembarazarnos las personas
y sacar a los miembros de cuidado;

vos distes libertad con las valonas,
para que sean corteses las cabezas,
desnudando el enfado a las coronas.

Y pues vos enmendastes las cortezas,
dad a la mejor parte medicina:
vuélvanse los tablados fortalezas.

Que la cortés estrella, que os inclina
a privar sin intento y sin venganza,
milagro que a la invidia desatina,

tiene por sola bienaventuranza
el reconocimiento temeroso,
no presumida y ciega confianza.

Y si os dio el ascendiente generoso
escudos, de armas y blasones llenos,
y por timbre el martirio glorïoso,

mejores sean por vos los que eran buenos
Guzmanes, y la cumbre desdeñosa
os muestre, a su pesar, campos serenos.

Lograd, señor, edad tan venturosa;
y cuando nuestras fuerzas examina
persecución unida y belicosa,

la militar valiente disciplina
tenga más platicantes que la plaza:
descansen tela falsa y tela fina.

Suceda a la marlota la coraza,
y si el Corpus con danzas no los pide,
velillos y oropel no hagan baza.

El que en treinta lacayos los divide,
hace suerte en el toro, y con un dedo
la hace en él la vara que los mide.

Mandadlo así, que aseguraros puedo
que habéis de restaurar más que Pelayo;
pues valdrá por ejércitos el miedo,
y os verá el cielo administrar su rayo.

Don Francisco de Quevedo

martes, 10 de junio de 2014

ENTREVISTA A SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME, AUTOR DE "EL NUEVO IMPERIO RUSO: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN"




ENTREVISTA AL DOCTOR
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME,
ENSAYISTA
 
 
 


Entrevistamos a Sergio Fernández Riquelme, historiador, doctor y profesor de Política Social en la Universidad de Murcia, además de impulsor de varias iniciativas que están granjeando una cada vez mayor atención en el páramo intelectual español: LA RAZÓN HISTÓRICA, el INSTITUTO DE POLÍTICA SOCIAL, EL CONTEMPORÁNEO, la REVISTA DOCUMENTOS DE POLÍTICA SOCIAL... etcétera. Recientemente ha salido a la luz su flamante ensayo "El nuevo imperio ruso: Historia y Civilización" que es una muestra de su infatigable quehacer intelectual a favor de un discurso al margen del pensamiento único que impera en una sociedad delicuescente, desprovista de referencias y sumida en una monótona salmodia de lugares comunes. "El nuevo imperio ruso: Historia y Civilización", prologado por Manuel Fernández Espinosa, es un ensayo que aporta las claves interpretativas para comprender la Rusia emergente de nuestros días.
RAIGAMBRE: Para todo el que no le conozca ¿quién es y en qué trabaja Sergio Fernández?

SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Historiador de vocación y de formación; esa sería la primera rúbrica. Doctor y profesor de Política social en la Universidad de Murcia como profesión (y director del IPS. Instituto de Política social); esa sería la segunda. Rúbricas bajo las que buscó, no sé si con éxito pero sí con honestidad, conocer el pasado (experiencias), comprender el presente (posibilidades) y atisbar el futuro (expectativas) de las ideas que hacen de nuestra sociedad de una manera y no de otra.
RAIGAMBRE: Además de su labor profesional, Sergio Fernández lleva una larga trayectoria implicado en medios digitales (La Razón Histórica, El Contemporáneo digital, IPS…) háblenos un poco de ellos. ¿Qué es y cuando nace la Razón Histórica?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: En 2007 lanzamos la idea de la Revista como una pequeña plataforma académica para difundir en la red nuestro trabajo historiográfico, entre la Tradición hispana y la Modernidad contemporánea, ante las dificultades que los medios “oficiales” ponían para el mismo, y abriendo las puertas a investigadores jóvenes y alternativos que también tenían vedado el acceso a los mismos. Pero ante el notable éxito que adquirió (tanto en lectores, más de 150.000 actualmente, como de autores, con cerca de 160), nuestra pequeña empresa se ha convertido, Dios mediante, en una de las principales revistas de Historia y pensamiento del panorama hispanoamericano, presente en los principales bases de datos (como Latindex) como en los Índices de Impacto (Google Scholar Metrics).
RAIGAMBRE: ¿Y El Contemporáneo?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: El contemporáneo es, quizás, una de las “voces que claman en el desierto”español, social y moralmente. Ante un mundo globalizado en permanente cambio, y un Occidente cada vez más individualista y materialista, lanzamos este pequeño diario en 2013, en el seno del IPS, como apuesta informativa e intelectual diferente en defensa de una sociedad profundamente crítica y moralmente rearmada, alternativa muy modesta a los grandes, y similares, portales informativos.
Una publicación siempre independiente que pretende analizar la realidad nacional e internacional desde la "información", con secciones sobre Sociedad, Política, Economía, Educación y Civilización; y desde la "opinión", con una sección específica de opinión (con las firmas de José María Arenzana, Gabriel Bernárdez, Blas Piñar Pinedo, Manuel Fernández Espinosa, David Guerrero, Ovidio Gómez López, Luis Gómez, Joaquín Arnau Revuelta, Antonio Moreno Ruíz, Antuin Riquelme, Esteban de Castilla, J. Raúl Marcos, Guillermo Rocafort, Juan Oliver, David Ortega Mena, Fernando José Vaquero Oroquieta).

Además, y de una perspectiva original, cuenta con dos secciones gráficas de especial relevancia: "El siglo futuro", bitácora de reflexión a través de imágenes comentadas de relevancia en la actualidad, y "Muy gráfico", sección de viñetas entre el humor y la crítica con autores como Antuin o Anfer. Asimismo presenta varias columnas de opinión como A FUCIA ("En confianza") a cargo de Manuel Fernández Espinosa, SENCILLO Y DIRECTO de David Guerrero, EL CRISMÓN MOZÁRABE de Antonio Moreno Ruiz, o DE PE A PA de Luis Gómez.
RAIGAMBRE: Usted está muy interesado en la Política Social. ¿Qué es el Instituto de Política Social?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Es un Centro de estudios sin ánimo de lucro que nació para defender intelectual y difundir académicamente los valores sociales básicos, naturales, que permiten una comunidad moralmente adecuada y, por ello, una Política social capaz de alcanzar, en las grandes ideas y las pequeñas obras, un desarrollo verdaderamente humano y humanizador. Para ello genera diferentes iniciativas para hacer cumplir sus tres grandes fines: 1) Justicia social (lucha contra la pobreza y por la vida, 2) Bienestar social (Economía social y desarrollo humano), y 3) Orden social (Comunidad y Familia). Y entre dichas iniciativas se encuentran la citada Revista La Razón histórica, la Revista Documentos de Política social, la Revista Opinión social, el señalado Diario El Contemporáneo, y el Premio científico IPS (que reconoce anualmente la excelencia de autores e instituciones en la promoción de la Política social).
RAIGAMBRE: Ahora sí, como diría Francisco Umbral, hablemos de su libro. ¿Por qué ese título?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Porque es una realidad histórica desconocida, cuando no manipulada, en los medios y tribunas españolas y occidentales (y que de manera brillante demuestra en España Manuel Fernández Espinosa, prologuista del libro). En un mundo que parece cada día más multipolar, con una creciente decadencia de la otrora potencia dominante norteamericana, Rusia quiere su espacio, su lugar. Así está construyendo, no sin limitaciones, una nueva idea imperial de pretensiones euroasiáticas que haga recobrar a su nación el orgullo de ser diferente, poderosa e influyente. Y lo hace buscando recuperar su identidad milenaria, acorde con su Historia, su extensión territorial y sus recursos económicos: recuperando su tradicional espacio de influencia (de ahí la Unión económica euroasiática con Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguizistán), mirando a ese continente asiático protagonista del siglo XXI (China, India), combinando la modernización de sus estructuras militares y económicas con la defensa de los valores conservadores cristianos. Y un proyecto que parece no atisbar un Occidente aún preso del colonialismo cultural useño y de sus prejuicios ideológicos sobre el Oriente.
RAIGAMBRE: La actual coyuntura (Rusia, más Crimea, más UE y EE.UU) ¿ha tenido que ver algo en la decisión de escribir un libro sobre Rusia?.
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Era una idea que rondaba en mi cabeza y centraba mi interés desde hacía años: conocer y comprender el proceso histórico que estaba generando una nueva idea imperial en Rusia. Al principio era una idea siquiera erudita, pero los últimos acontecimientos han demostrado la proyección actual de la misma, tanto por su fuerte presencia en las primeras planas de los periódicos, como en las consecuencias políticas, económicas e ideológicas que conlleva y que sacuden a la Unión europea de la que formamos parte. Ello explica y justifica, a mi juicio, la necesidad de la publicación del libro, buscando una síntesis clara y concisa de este proceso a la luz de los hechos pasados (la experiencia de la vieja Rusia imperial), de un presente traumático (de la caída de la URSS a la transición hacia una supuesta democracia liberal occidentalizada) y de ese futuro aun incierto de expansión de la nueva Rusia encabezada por Vladimir Putin.
RAIGAMBRE: Para mucha gente, el nombre de Rusia les sigue evocando lo que antaño era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. ¿Qué queda en la actualidad de todo aquello y qué es lo que hay a día de hoy en Rusia?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: De la URSS queda, como se demuestra en buena parte de Ucrania o Moldavia, la nostalgia no hacía la ideología colectivista y atea derrumbada finalmente en el siglo XX, sino de la unidad entre pueblos eslavos, del orgullo de un proyecto común, de ser alternativa a Occidente, de defender principios de autoridad política y tradición moral. Y el símbolo de esta unidad aparece en la pequeña cinta de San Jorge que llevan todos los partidarios de la vuelta a la unidad eslava encabezada por Rusia.

RAIGAMBRE: Hemos hablado de Ucrania y de Crimea, ¿Cree que se trata de algo serio en el panorama político internacional, o es más un nuevo reparto geográfico, en el que Rusia se quedará con Crimea y su salida al mar negro, y EEUU y la UE con la adhesión del resto de Ucrania?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Ambas cosas. Por un lado, y a nivel geopolítico, se demuestra como reacción del mundo ruso, como de otras naciones (China, el mundo árabe, Europa del este, África), contra los últimos coletazos del imperialismo americano y sus discípulos europeos (o asiáticos) que quedó en evidencia tras su fracaso en Siria. Y por otro, a nivel geográfico, representa el choque entre el expansionismo de la UE (en busca del control de nuevos mercados) y los intereses de Rusia en su tradicional espacio de intervención (en busca de ampliar su frontera respecto a Occidente).
RAIGAMBRE: ¿Dónde se puede adquirir el libro?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Se puede adquirir en la páginaweb de Cromática.
RAIGAMBRE: Y ya para despedirnos, ¿en qué proyecto futuro está inmerso ahora Sergio Fernández?
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: El próximo proyecto será un libro colectivo en la Colección La Razón histórica, con autores de primer nivel ajenos al pensamiento dominante, y dominado, sobre las ideas clave que pueden marcar la “regeneración” política, social y moral de la Nación española en un tiempo de crisis que parece no acabar.


Luis Gómez
Fuente original: RAIGAMBRE