martes, 18 de junio de 2013

VENTA DE TIERRAS PROPIEDAD DE LOS MÍNIMOS DE TORREDONJIMENO EN EL AÑO 1863

"Álvaro Mendizábal, ministro causante de la expropiación de las tierras de la Iglesia"
 

La revolución triunfante ha levantado una estatua a Mendizábal sobre el solar de un convento arrasado y cuyos moradores fueron pasados a hierro”, Nos dice en su libro “Historia de los heterodoxos españoles” el maestro don Marcelino Menéndez y Pelayo. Se refiera a la estatua que por suscripción popular, se levantó en su día en Madrid al ministro antes citado. 
Mendizábal no fue el primer expropiador de bienes y tierras de la Iglesia en España, que ya antes lo intentaron Campomanes, Godoy etc., pero si es verdad que él fue el más eficaz. Detrás suyo, otros ministros (Madoz por ejemplo) continuaron esa tarea, como si expropiar esos bienes y tierras fuese la salvación general del reino.
La prensa, la propaganda progresista y los miembros del partido liberal, hicieron que se alabasen en demasía ese tipo de políticas, pues según ellos, el Estado generó beneficios, se sanearon las cuentas con dichos ingresos, se estabilizaron las recaudaciones de impuestos, y además, - también logro de Mendizábal-, se crearon unas mejores bancas privadas, pues hasta entonces los prestamos e hipotecas eran regulados casi en su mayoría por la Iglesia.
Pero esos datos no son del todo ciertos. Es más, se omiten casi siempre, las desastrosas consecuencias que esas medidas supusieron para la gente más pobre y menesterosa, aquella a la que los liberales y progresistas decían defender y representar y a los que dejaron en la indigencia.  


"Fachada restaurada, de la puerta principal del convento de la Victoria de Torredonjimeno, perteneciente a los Mínimos"
 
Según relata el Diario Oficial de Avisos de Madrid con fecha 17 de junio del año 1863, se procedía a la publicación y subasta de las tierras que pertenecían al Convento de la Victoria de los Mínimos de Torredonjimeno.

Dichas tierras, eran trabajadas por la gente humilde de la localidad, sirviendo de esta manera de balsa de socorro para familias pobres o con pocos recursos, que por poco dinero, podían trabajar dichas propiedades y sacar algún beneficio sin llegar nunca a estar en la mendicidad o a merced de propietarios explotadores.

Las políticas de los progresistas y liberales hicieron que esas tierras pertenecientes a la iglesia fueran sacadas a subasta. Se pretendía sacar algún dinero con el que sanear las cuentas del erario público. El efecto fue demoledor. Dichas tierras fueron compradas por liberales pudientes, nuevos ricos, que no permitieron trabajar a los labradores esas tierras en las mismas condiciones que las tenía la iglesia, llevando a la pobreza y la miseria a cientos de miles de españoles.

 

Dice así la noticia.

 

Nos don Ramón

María de Solís, presbítero, del hábito de Calatrava, caballero comendador de la real orden americana de Isabel la Católica, dignidad de maestrescuela de esta santa iglesia catedral, provisor y vicario general interino de este obispado, por el Excmo. e Ilmo. señor doctor don José Escolano y Teno, por la gracia de Dios y de la Santa Sede apostólica, obispo de esta diócesis, senador del reino, del consejo de S. M etc.

Hacemos saber, que por delegación de S. M, I ., hemos señalado el remate de las fincas que a continuación se expresan , devueltas últimamente al clero de esta diócsis, para el día 27 de junio próximo, y hora de nueve a diez de su mañana en la sala audiencia de este tribunal eclesiástico, con asistencia del señor administrador de contribuciones directas, estadística y fincas del Estado de esta provincia o persona que le represente, conforme a lo dispuesto por el real decreto de 9 ce diciembre de 1851, en que se fijan las reglas establecidas para la enajenación de los bienes eclesiásticos, y bajo las condiciones generales que obran en los respectivos expedientes, y estarán de manifiesto en este tribunal.

"Panorámica y vista aérea de Torredonjimeno y su ruedo"
 

 
Procedentes de mínimos de Torredonjimeno.                       
 
·         22  Haza de 8 celemines, sitio arroyo de Pedro Nava término de Torredonjimeno, libre.de cargas, capitalizada en 666 22.
·         23 Otra de una fanega camino de Jaén, termino de Torredonjimeno, libre de cargas y capitalizada en 1733 11
·         24 Olivar de una fanega sitio cerro de la Unde, término de ídem, libre de cargas, capitalizado en 2666 rs. 22 mrs.
·         25 Otro de una fanega en el mismo sitio y término, libre de cargas capitalizada en 2014 rs
·         26 Otro de fanega y media en el mismo sitio y término, libre de cargas capitalizado en 1366. 22
·         27 Otro do 32 matas, sitio cañada de Martos o Sartenilla, término de ídem, libre de cargas capitalizado en 1366, 22
·         28 Otro de 36 matas en el mismo sitio y término, libre de cargas, capitalizado en 333, 11”
Continúa la noticia con la relación de más bienes expuestos a las subastas procedentes de otras comunidades, tales como tierras del convento de los Trinitarios de Jaén, del Convento de los Ángeles, etc.
Luis Gómez

 

martes, 11 de junio de 2013

JOSWALDO GÓMEZ OCAÑA Y EL DESCUBRIMIENTO ARQUEOLÓGICO DEL POBLADO IBÉRICO DE “FUENTE DE LA MOTA” EN CUENCA


"Aspecto del paraje de Plaza del Moro en la actualidad"  Foto: David
 
No todos los mortales podemos presumir de haber descubierto un yacimiento arqueológico a lo largo de nuestra vida.
Muchos menos somos los que hemos recibido una mención o medalla por ese hecho, y menos gente aún, los que pueden presumir de encontrar los restos arqueológicos hallados, expuestos en una vitrina de un museo provincial.
Este es el caso de Joswaldo Gómez Ocaña, maestro de primera enseñanza en el siglo pasado, y que a principios de los años 70, descubrió y participó en las primeras excavaciones que se realizaron en el yacimiento arqueológico de Fuente de la Mota, en la conquense localidad de Barchín del Hoyo.
 
Ser maestro en esos años no era cosa fácil, y mucho más difícil lo era ejercer en  poblaciones tan pequeñas como Barchín del Hoyo. Allí, un docente hacía realidad la frase de “pasas más hambre que un maestro escuela”, pues en esos años, se cobraba poco salario y se pasaban muchas estrecheces. Ello hacía que la labor educativa resultase más dura y difícil que en la actualidad.
Por otra parte, mantener la atención de los jóvenes en las materias ordinarias, amén de administrarles otros conocimientos de provecho, era tarea doblemente difícil. Los maestros no ganaban mucho, pero es que la gente corriente, no tenía tampoco mucho más dinero que digamos, así que las actividades extraescolares, eran más cuestión de ingenio que de otra cosa
Aprovechando las excursiones por los alrededores de la localidad, un buen día D. Joswaldo sale con la chavalería a recorrer los lugares cercanos al pueblo. Allí, a dos kilómetros de la población, en el paraje denominado como  la Fuente de la Mota, aparecen los restos de un antiguo poblado ibérico en un el lugar conocido por los lugareños como “Plaza del Moro”. Una vez allí, a simple vista se puede apreciar muchos restos de cerámica por el suelo, tanto la peculiar “terra sigillata” romana, como la más antigua y tosca con pinturas geométricas; también se aprecian algunos restos de lo que parece ser una muralla y restos de otras edificaciones. Aquel descubrimiento promete.
 
 "Foto de la época tomada en el paraje de la Fuente de la Mota. Chicos, de izquierda a derecha: Dionisio (q.e.p.d.), José Luis Cerrillo, Enrique, Jesús Manuel Conderana. Chica: Isabel. Se aprecia en sus pechos el alfiler-medalla que les avalaba como participantes del grupo de Misión Rescate"





Sabedor de lo importante del hallazgo, Joswaldo Gómez Ocaña pone en conocimiento de las autoridades pertinentes el descubrimiento, especialmente al que por aquellos años era director del Museo Arqueológico Provincial de Cuenca, D. Manuel Osuna, quien anima al maestro a participar en un programa de localización y recuperación de restos históricos de nuestra geografía  promovido por Radio Nacional de España y cuyo nombre era “Misión Rescate”. Las piezas por entonces halladas son donadas al Museo Arqueológico de Cuenca para su exposición. También se hace eco del hallazgo la Dirección General de Bellas Artes.

Siguiendo las indicaciones de D. Manuel Osuna inscribe a los alumnos más mayores del colegio de Barchín del Hoyo en dicho programa. Durante varios días todos ellos ascienden a los lugares del yacimiento para obtener más restos arqueológicos. Nunca se horadó el terreno, y las partidas de “batidores”, sólo se dedicaron a inspeccionar de forma ocular el terreno y a recuperar los hallazgos a pie de superficie para su posterior catalogación.

Gracias a ese descubrimiento, Joswaldo Gómez y sus alumnos, son premiados con una medalla conmemorativa y un pequeño premio en metálico, debiendo desplazarse  él y los críos a la capital a recogerla. Ello sería durante en el mes de junio de 1973.
 
 

"Recorte de prensa del diario ABC en donde se da noticia de la entrega de premios a los ganadores del concurso Misión Rescate de ese año. Entre ellos a los alumnos del colegio de Barchín del Hoyo"

Barchín del Hoyo, un modesto pueblo conquense, casi ignorado en las rutas comerciales habituales, insignificante para la gran mayoría de los naturales,  gana protagonismo y sale a la luz pública de los medios de comunicación; se hace visible en los mapas y toma protagonismo; y todo gracias a la labor de este sencillo profesor que llevó su afán de enseñar más allá de lo que su deber le encomendaba.

Las excavaciones posteriores, demuestran que el yacimiento es de gran importancia. “… un poblado de la Edad del Hierro, posiblemente de finales del s. IV a. C y cuya superposición de restos lo hacen habitable hasta el s. III de nuestra era” dirá en sus conclusiones la arqueóloga Marta Sierra Delage, que será la investigadora que retomará las investigaciones del descubrimiento y hallazgo que realizara Joswaldo Gómez Ocaña y la chavalería de Barchín del Hoyo. En la publicación Revista Cuenca nº 7, la investigadora Marta Sierra, publicaba sus primeras impresiones.
Ya ha llovido mucho desde entonces. Se han hecho más averiguaciones y se ha intervenido con más rigor en el lugar. Pero el comienzo de todo, el inicio de esa gran experiencia, comenzó allá por el lejano año de 1972 cuando un modesto profesor de enseñanza primaria, junto con sus alumnos, encontraron en Barchín del Hoyo los restos arqueológicos de un poblado de la Edad del Hierro hasta entonces no investigado.  Pusieron sus conocimientos y hallazgos en manos de las autoridades para su estudio e investigación y a raíz de ahí, se sabe lo que ahora se conoce. Que no se olvide ese hecho es nuestra labor.
Luis y Joswaldo Gómez López

jueves, 6 de junio de 2013

UNA ESTAFA EN LAS SALINAS TOSIRIANAS DE SAN JOSÉ EN EL SIGLO XIX


"Aspecto que presentan las Salinas de San José de Torredonjimeno". Foto: Juan García Rísquez

Tan acostumbrados estamos a ver en las televisiones, los desfalcos, robos, apropiaciones indebidas, etc., que realizan nuestros representantes públicos, esos a los que llamamos los banqueros los sindicalistas, los diputados y demás sarna democrática, que ya nos parece que eso es el pan nuestro de cada día y que junto al cargo que ocupan va asociada esa deleznable práctica.
Lo cierto es que no es raro ver esa actitud en ese tipo de representantes, pues hace dos siglos más o menos, esas prácticas eran consentidas y permitidas por las “autoridades” de la época para goce y disfrute de unos cuantos. Quizás, lo que mas nos asombre a nosotros en ésta desdichada época en la que nos ha tocado vivir, es la abundancia de ese alto porcentaje de sujetos corruptos por cada cargo público que se da hoy en día, de tal forma que de cada 10 puestos que se nombren, once son “presuntos delincuentes” y del resto, hay fundadas sospechas para deducir que llevan el mismo camino; ya se sabe, cosas de la Democracia.
Resulta, que en un periódico decimonónico, con fecha de 3 de enero, de 1844, leíamos lo que sigue en relación a las Salinas de San José, sitas en el término municipal de Torredonjimeno.

NOTICIAS NACIONALES.
Jaén 3 de enero. Faltas subalterna.

El administrador y demás de las salinas de san José, sita en el término de Torredonjimeno, corrieron la voz de que la escasez del Real Erario había motivado una Real orden para la venta libre de la sal; con este motivo, de las inmediaciones acudieron a comprar; mas el administrador de Martos aprendió un acarreo de dicha mercancía, formó causa (que obra en esta intendencia) con el cuerpo del delito, y los conductores que de buena fe entregaron a 35 rs., de vellón por fanega, están encarcelados y sin comunicación, cuando los que tomaron y se embolsaron el importe están aún en sus casas, a pretexto de tener el padre alcalde, haciéndose enfermos. Muchos (y repetidísimos empeños se hacen para cortar este negocio) pero el Sr. González Bravo, bravo representa y quiere, como es justo, dar una lección a los señores empleados españoles, para que haya integridad. Teniendo en cuenta que dicho administrador está puesto por la junta soberana, si las juntas se equivocaron en no poner sujetos íntegros al frente de los negocios ¿qué extraño es que desde Madrid se equivoquen alguna vez los ministros?”


"D. Luis González Bravo, Presidente del Consejo de Ministros en el año 1844"


Bien. Pongamos un poco de luz a la noticia, pues al ser decimonónica, guarda ese regusto a indirectas y demás pullas a las que tan acostumbrados eran los diarios de ese entonces.
Al parecer, el hijo del alcalde de Torredonjimeno, que a la sazón fue nombrado administrador de la Salina de San José de su localidad, aprovechó la noticia de un rumor, para inflar los precios y hacer caja a su gusto. El alcalde de Martos, enterado del trapicheo, manda detener a los carreteros que se habían acercado a la salina a por material. Incauta la mercancía, detiene a los carreteros, y los mete en la cárcel a la espera de que se celebre juicio y se aclare la situación.
Por su parte, el gacetillero, descarga su ironía contra  D. Luis González Bravo López de Arjona que fue Presidente del Consejo de Ministros entre 1843 y 1844. D. Luis tuvo como político una jugosa carrera salpicada de acciones impopulares granjeándose la animadversión de los españoles. Empezó su periplo politiquero siendo del partido liberal radical, acomodó su postura con Narváez haciéndose liberal moderado, y cuando fue exiliado a Biarritz, al final de sus días, se pasó al Carlismo. Como se puede comprobar todo un alarde de integridad y principios sólidos.
El puesto de administrador de la salina era realizado por las Juntas Provinciales, donde se aprovechaba el “compadreo” para colocar a gente a "dedo", de ahí la mofa del gacetillero, que alude a que si ese despropósito de contratar o colocar empleados no aptos se permite en las de menor rango, mucho más en la Junta Suprema o Soberana.
 Tal vez por este tipo de sucesos, en el año 1849, la dirección General de Contribuciones, tuvo a bien “…a propuesta de los señores subdirectores de la misma y a consecuencia del anuncio del 3 del mismo año de 1849, para la plaza vacante de cabo de ronda de consumos de Torredonjimeno, dotada con 3000 rs., anuales a D. Andrés Pérez, subteniente ilimitado y licenciado de carabineros”, nos dice otro periódico de la época.
Nada nuevo bajo el Sol.

Luis Gómez


martes, 4 de junio de 2013

FRANCESC MARTÍ SOLÉ: UN BUEN HOMBRE


El sargento de transmisiones del Ejército de la República, Francesc Martí Solé

EL MILICIANO QUE TRATABA DE SALVAR VIDAS DE SACERDOTES






En las peores tragedias que viven las sociedades -como son las guerras- sobresalen de entre las muchedumbres zarandeadas y zarandeadoras, aplastadas y aplastadoras, algunos monstruos que parecen salidos del mismo infierno: individuos sin escrúpulos que, arropados bajo una bandera (sea ésta la que sea) aprovechan la confusión y el terror para ajustar cuentas personales, para abusar de los más débiles que están bajo su arbitrario poder temporal, para humillar y ofender a sus presuntos enemigos, para lucrarse sin remordimientos, robar y matar... Desencadenando todo lo peor que alberga el corazón humano. Como todos sabemos, eso ocurrió en incontables ocasiones durante nuestra guerra civil de 1936-1939. 

Sin que faltaran excesos en las dos zonas, lo que caracterizó a la retaguardia de la zona republicana (también llamada "frentepopulista" o "roja") fue el exterminio sistemático que se llevó a cabo sobre amplios sectores sociales que eran considerados como "enemigos de clase". Entre esos sectores objetivo del Holocausto destaca como uno de los más afectados el clero católico (obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas, también seglares tachados como "clericales" fueron perseguidos, torturados y masacrados en masa o de modo individual). 

La versión recientemente popularizada que trata de instalarse en la opinión pública (a saber: que el Frente Popular defendía un gobierno legítimamente constituido y, por lo tanto, era garante de la democracia) es una mentira histórica si no se dice, de antemano, que el Frente Popular aprovechó la guerra civil que estalló el 18 de julio de 1936 para desarrollar todo un proceso revolucionario que tenía la violencia y el genocidio de determinadas clases sociales como medios para conseguir su "paraíso en la tierra", esto es la república popular y soviética de España. Otra cosa es engañarse acomodaticiamente por medio de propaganda ideológica inadmisible. Fueron las posiciones más extremas las que se impusieron en una y otra zona, y los republicanos que pudiéramos considerar democráticos (y de tendencia moderada) habían desaparecido del escenario político mucho antes de 1936. Dicho esto (pues nos parece de todo punto importante, para no dejarnos engañar por la propaganda ideológica) queremos con este artículo apartarnos de la versión tendenciosa de la historia que por sectarismo (bien de la derecha o de la izquierda) pretende que pensemos en blanco y negro, en buenos y malos según el bando al que se perteneciera y en el que se combatiera, pues con ese simplista esquema maniqueo solo puede contentarse a los imbéciles de un extremo o del otro.

En la Plaza de la Victoria, en lo que era antiguo Convento de la Victoria, se ubicaba el Cuartel de las Milicias, donde recibió el nombramiento de sargento de transmisiones el catalán Francesc Martí


Torredonjimeno, en el escenario que abrió el conflicto bélico, ocupó por su situación geográfica una posición estratégica de mucha consideración, siendo un nucleo importante en la retaguardia roja durante casi todo lo que duró la contienda. Eso explica que muchísimas tropas del ejército de la república transitaran por nuestra localidad, procedentes de los más apartados rincones. Algunos incluso han llegado a decir que el que luego sería dictador comunista de Yugoslavia, el famoso Mariscal Tito, Josp Broz, alias "Tito" (1892-1980) llegó a residir durante un tiempo impreciso en Torredonjimeno, en su condición de miembro de las Brigadas Internacionales. Pero todo es una leyenda y a falta de documentación, nosotros preferimos apuntarlo a título de episodio de la chismografía histórica. De quien sí tenemos constancia de su paso por Torredonjimeno fue de un miliciano catalán, cuyo nombre y apellidos no figuran entre los rimbombantes nombres más conocidos de la historia, pero que por su calidad humana vamos a referir.

Se trata de Francesc Martí Solé. Francesc residía en el pueblo tarraconense de Castellvell del Camp y en dicha localidad ocupaba el muy importante cargo de jefe del Comité Revolucionario. Hombre de convicciones políticas de izquierdas, se alistó en mayo de 1937 como voluntario a las milicias y estuvo acuartelado en el Parque Samà (Cambrils) hasta que, tras su etapa de instrucción, su unidad fue destinada al frente de combate. Con 24 años vino al frente de Jaén y combatió en Porcuna. Fue en la Comandancia del Batallón, que estaba en Torredonjimeno, donde fue nombrado con el grado de sargento de transmisiones.

Se integró más tarde a la 45 División, 139 Brigada, 3º Batallón, 3ª Compañía y en febrero de 1938 destinaron a su División al Frente de Aragón, acuartelándose en Caspe. Fue de los que se vió envuelto en el fenomenal desaguisado de la Batalla del Ebro donde tantos republicanos murieron al cruzar el río y no pocos por la sencilla razón de no saber nadar. Se incorporó, una vez reorganizada su unidad y, por méritos de guerra, estuvo a punto de ser nombrado teniente. Al término de la guerra civil, Francesc Martí Solé fue uno de esos republicanos que tuvieron que traspasar la frontera de Francia, para sufrir los maltratos que padecieron nuestros refugiados republicanos en los campos de concentración donde los confinaron las autoridades francesas.
Retrato de juventud del párroco de Castellvell del Camp, Mosén Joan Compte Plana, martirizado el año 1937

Hasta aquí, la historia de Francesc es muy parecida a la de muchos milicianos que, por sus convicciones políticas, se vieron involucrados en una guerra civil. Lo que destaca de Francesc es uno de los episodios que transcurren en lo que Unamuno llamaba intrahistoria. Francesc era jefe del Comité Revolucionario de Castellvell del Camp. Durante su estancia en su pueblo natal, Francesc salvó la vida de muchas personas reputadas como derechistas, entre esas personas figuraba el párroco del pueblo, Mosén Joan Compte Plana.

El Reverendo Padre Joan Compte Plana había nacido el 26 de febrero de 1877 en Valls (Alt Camp, Tarragona).  Cuando estalló la guerra civil era cura rector de Sant Vinceç (Castellvell del Camp). Fue detenido el 28 de febrero de 1937 por una brigada anarquista que, bajo la falsa identidad de policía, le pidió que lo acompañaran para declarar en la Prefectura de Policía. El anciano párroco no llegó a la Prefectura de Policía, pues fue martirizado y su cadáver fue hallado en una fosa abierta de Cerdanyola. Mosén Joan Compte tenía 60 años. Antes de ser apresado por los anarquistas, su vecino, el jefe del Comité Revolucionario, el tal Francesc que más tarde sería nombrado sargento de transmisiones estando en Torredonjimeno, alertó en muchas ocasiones al párroco para que se escondiera y pusiera a salvo su vida, sobre todo cuando por el pacífico pueblo se dejaban caer los milicianos del Comité Revolucionario de Reus, comandados por los criminales políticos más curtidos, disciplinados por los comisarios políticos soviéticos. Cuando Francesc no pudo contener la presión del Comité Revolucionario de Reus, Francesc convenció al párroco para que abandonara el pueblo. Francesc decía que "aquel sacerdote le caía bien". No pudo salvarle la vida al cura, pero hizo todo lo que estuvo en su mano por salvarlo. Por su martirio está abierto el proceso de beatificación de Mosén Joan Compte Plana.

Son estas las historias humanas que demuestran que, además de esos monstruos sedientos de la sangre del prójimo, también en las tragedias colectivas, además de aparecer lo peor del hombre, aparece con fuerza lo mejor: la compasión, la piedad y el amor al prójimo, aunque no se compartan las mismas ideas. Con esa imagen queremos quedarnos, con la imagen de un miliciano tratando de salvar la vida de un anciano sacerdote que no había hecho daño a nadie. Y ese miliciano estuvo en Torredonjimeno, su nombre es Francesc Martí Solé y falleció hace poco.

Este artículo está dedicado al buen nombre de este hombre de bien y en homenaje de todos los milicianos que, lejos de cometer crímenes contra la humanidad, mostraron en su conducta que los principios morales estaban por encima del envilecedor adoctrinamiento ideológico.

Manuel Fernández Espinosa

NOTA EXPLICATIVA SOBRE LA FUENTE: Esta semblanza de Francesc Martí Solé está en deuda con una modesta, pero muy digna publicación parroquial, realizada en la Parròquia Sant Vicenç Màrtir, de Castellvell del Camp. Estas hojas parroquiales se encuentran escritas en su mayor parte en catalán y están dedicadas completamente a ilustrar la personalidad y las circunstancias del Siervo de Dios Mosén Joan Compte. Es en el número 13 de esta colección de hojas parroquiales donde encontré la referencia documental que situaba a Francesc Martí Solé en Torredonjimeno, lo cual fue una grata sorpresa para mí.

viernes, 31 de mayo de 2013

TORREDONJIMENO Y EL TORERO ANTONIO DE DIOS MORENO “CONEJITO”.


En la Revista Cultural Órdago de Torredonjimeno, se ha dado a conocer la relación existente desde antiguo entre Torredonjimeno y el mundo del Toro. Desde Lendínez, pedanía de nuestra localidad, en donde se podían contemplar reses bravas en sus corrales, al artículo de Manuel Fernández Espinosa “El toro de San Marcos” (Órdago, Nº 12, Marzo, 2009), donde nos ofrecía en primicia la noticia sobre la celebración de esta romería en nuestra localidad y su relación con la Virgen de Consolación. En ese mismo número, Luis Gómez nos hablaba en otro interesante artículo sobre la “Tauromaquia en Torredonjimeno”, donde nos narraba las peripecias de D. Juan del Prado y Valenzuela, un noble tosiriano cuyo oficio fue el de rejoneador en el lejano s. XVII.

"Rejoneador a caballo en el siglo XVIII. Aguafuerte de Goya"
 

Esta relación del toro y Torredonjimeno queda demostrada en los libros de las cofradías penitenciales de la localidad, donde se puede constatar la compra de este tipo de ganado para ser corrido por el pueblo, o los gastos que hacía el ayuntamiento para sufragar corridas de toros para deleite de sus vecinos.

Algunos de los toreros de mayor renombre de la época fueron los que visitaron la “plaza tosiriana” y ese el caso de Antonio de Dios Moreno “Conejito”.

Había nacido este matador en la vecina Córdoba un 18 de septiembre de 1871, tomando su alternativa en la jienense plaza de Linares, de la mano del célebre matador “Guerrita”, quien le cedería un morlaco de la ganadería de los Orozco. Ese día, delante de otro célebre torero, “El Bombita”, el diestro cordobés quedó formalmente proclamado como matador con cuadrilla propia. Corría el año 1895.



"El torero Antonio de Dios Moreno "Conejito" quien toreo reses bravas en Torredonjimeno el 27 de agosto de 1895"
 
 
Ese mismo año, durante el mes de agosto, “Conejito” con su cuadrilla, aparecería en la localidad tosiriana para lidiar varias reses bravas. Habremos de suponer que en una plaza o ruedo portátil, pues no consta que la localidad tuviese en esas fechas coso taurino propio; más fuese como fuese Antonio de Dios Moreno “Conejito” y su cuadrilla lidió varios toros en Torredonjimeno, para deleite y disfrute de los amantes del mundo del toro y de la Fiesta Nacional.  
“Conejito” ya se había “desfogao” en otras plazas como novillero, e incluso llegó a matar con espada antes de su alternativa linarense, como consta en su biografía y según era la costumbre en este oficio.

Cuentan los entendidos del mundo del toro, que “Conejito” fue un torero entregado, el cual se acercaba mucho al asta del toro en la suerte de matar, (de la que no era muy ducho) y posiblemente fue eso una de las causas por la que en su joven carrera por las plazas de España, tuvo muchos "sustos", siendo corneado en numerosas ocasiones y por ello “mermando sus posibilidades” como torero –dicen-.

 
"El diestro cordobés Rafael Guerra -Guerrita- diestro que dio la alternativa a Conejito"

Actuó junto a los grandes de la época, como “Chicuelo”, o el “Niño de la Palma”, dejando el mundo del torero un 10 de octubre de 1908 en una hermosa corrida.
El diestro cordobés, ascendería al Señor en su Córdoba natal, un 1 de junio de 1931, a la edad de 60 años.

Luis Gómez


martes, 28 de mayo de 2013

AQUELLOS PRIMEROS VIAJES EN EL TREN…

 
"Vista de la estación de Torredonjimeno y la Vía Verde"
 


Muchos de los jóvenes tosirianos de hoy en día pasean con sus bicicletas de montaña por la Vía Verde. Otros lo hacen a píe, dando un sencillo paseo en compañía de su mascota o de algún familiar o amigo.
Los menos jóvenes todavía recordamos las vías del tren. Las recordamos como venas de acero que se extendían a lo largo de ese espacio en una y otra dirección. Algunos incluso recordamos ver pasar el tren por Torredonjimeno, con su máquina de gasoil y sus vagones de pasajeros siguiéndole a la zaga. De tarde en tarde, algún gigantesco tren de mercancías pasaba por la localidad camino de Martos. 14 vagones, y hasta 44, llegó a contar en una ocasión éste que escribe, cuando de mozalbete, acudía junto a los amigos a los alrededores de la estación o junto al túnel que hay a pocos metros, camino de Torredelcampo.
Ver pasar el tren dentro de ese túnel era una hazaña que casi todos los de mi edad han hecho alguna vez. Supongo que era como un “rito de iniciación” un gesto de valor o algo parecido. Visto con los años, no era más que una tontería. Una peligrosa tontería, habría que matizar. Pero nada que no hayan hecho nuestros mayores e incluso superado.
Los más ancianos recordarán no sólo ese tren, sino los muchos que paraban por la localidad, y además los trenes que movía la fábrica de cemento, que como era normal en esos años, estaba a pleno rendimiento y sus locomotoras movían vagones llenos de sacos de cemento hacia la vía principal.
Todos estos recuerdos no serían posibles si en el año 1852 no se hubiese iniciado los trámites para solicitar que se trajese el tren a la provincia. Ese es el año en el que las autoridades y personal político de la provincia se plantean el que Jaén no esté ajena a las nuevas tecnologías, y por lo tanto se  vertebre su fisonomía con los ferrocarriles. Luego vendrán decretos y normativas y años en los que por una cosa y por otra, todo quedará en agua de borrajas. En 1871, todavía no hay nada concreto, y la vía que une Jaén con Martos, es todavía un sueño.  Tendrá que llegar el año 1893 para que la línea de tren esté concluida.
 
"Locomotora a vapor atravesando un viaducto"
 
Los primeros viajes, en locomotoras de carbón, con un trazado sinuoso, vagones sin mucha estabilidad y un sinfín de curvas a lo largo del recorrido, debieron ser un espectáculo sin igual para los viajeros de entonces. Y máxime si tenemos en cuenta que los que hoy son puentes de hierro, antes lo fueron de madera. Esos puentes servían para sortear los numerosos vados que tiene el camino férreo que unía Jaén con Torredonjimeno.
Los viajeros que se atrevían a subir en ese trayecto, debían tener un corazón a prueba de bombas si podían ver, sin bajarse de su asiento, como el convoy  atravesaba lento e inseguro por esos endebles maderos, suspendidos a decenas de metros de altura, y con un constante crujir de sus maderas y los vientos ululando a su alrededor. Ver la locomotora con todos sus vagones en ese sitio, debía ser un ejercicio no apto para cardíacos. Un espectáculo que daría miedo, pues las crónicas cuentan que ese trayecto era peligroso. Así lo refleja un diario de Cádiz, que el sábado 18 de marzo de 1893 escribía:

El trazado general de la línea, es pésimo, inseguro, con curvas increíbles. Los terraplenes, trincheras y desmontes se suceden uno tras otro, y como el suelo es arcilloso y la compañía ha hecho las obras sobre barato, resulta que viajar por la línea es un continuo sobresalto y reclama la previa redacción de un testamento.
Sobre todo la sección de Jaén a Martos constituye un verdadero camino al camposanto. El día que menos se piense ocurrirá alguna catástrofe de primer orden.
Torre del Campo, Torredonjimeno y Martos, presenciarán escenas de desolación si el gobierno no pone coto (como no pondrá, seguramente), a los abusos de la Compañía. Esta sección por humanidad, debe cerrarse al público, pues aun cuando sólo se usa de día, ofrece peligros en todos sus puntos.
Los trenes cruzan por él (los puentes de madera, en concreto el que hay a la salida de Torredelcampo) a paso de carretilla de baldado; los viajeros se apean y marchan junto al estribo, y cuando luego de salir de aquella “Funeraria” toma el convoy alguna velocidad, al querer subir a sus carruajes, hay mil sustos, caídas y riesgos. Creemos, en suma, que el gobierno debe enviar ingenieros exigentes que digan si puede seguir, en conciencia, la circulación de trenes, sobre todo en la sección de Jaén a Martos

Comparado con esto, lo que nosotros hacíamos de mozalbetes para demostrar nuestro valor, (ver pasar el tren desde el túnel, colocar piedras o chapas de cerveza en la vía del tren y demás) son minucias de aficionado. Eso si era valor…
Luis Gómez
 



lunes, 20 de mayo de 2013

LA JUNTA LOCAL DE LA COMUNIÓN TRADICIONALISTA TOSIRIANA DEL AÑO 1894

D. Manuel Peinado, vicesecretario de la Junta Local de la Comunión Tradicionalista de Torredonjimeno

DIOS, PATRIA, FUEROS Y REY 
EN TORREDONJIMENO

La historiografía tosiriana ha estado durante mucho tiempo lastrada por una interpretación interesada de nuestra historia local. En cuanto a la historia contemporánea (relativa al siglo XIX y XX) se ha impuesto por intereses ideológicos y políticos, la visión de un Torredonjimeno que fue liberal durante el siglo XIX (reduccionismo acrítico que no ha tenido en cuenta nada más que la inercia de la historia oficialista, cuando no las preferencias ideológicas de quienes han asumido esto sin mayor examen; y de este error óptico no se escapó ni D. Juan Montijano de la Chica). Hacia el final del siglo XIX y principios del XX se ensayó sobre el movimiento obrero (de signo marxista), ignorando los intentos que, desde la Doctrina Social de la Iglesia, se hicieron en Torredonjimeno para organizar un Círculo de Obreros Católicos (tema que nosotros descubrimos gracias a la colaboración de descendientes de carlistas que nos proporcionaron el documento fundacional, del que dimos cuenta en publicación impresa). Así es como se ha brindado una historia sesgada de nuestra localidad, soslayando el fenómeno que durante el siglo XIX constituye nuestra singularidad: nos referimos a la fuerte presencia carlista que llegará a prolongarse bien avanzado el siglo XX. Resultaba así que la existencia del famoso General D. Miguel Gómez Damas era como un dato aislado, exótico, extraño. Con nuestras indagaciones, el General D. Miguel Gómez Damas queda perfectamente contextualizado en una localidad que transpiraba carlismo por todos sus poros. Un carlismo muchas veces perseguido por las instituciones oficiales del liberalismo, pero alentado en el sagrado doméstico por quienes habían jurado en secreto permanecer fieles a la Causa a lo largo de siete generaciones.

Fue la revista cultural ÓRDAGO la que planteó, en el curso de varios números de la misma, una contestación a este estado de cosas. Todavía recordamos la sonrisa escéptica de cuantos leían en nuestras páginas que Torredonjimeno fue una localidad con una marcada presencia carlista en la población. En sus manuales de texto (confeccionados por la historia oficialista) el carlismo era cosa de Vascongadas, Navarra y ciertas partes de Cataluña y Levante. La pereza intelectual hacía el resto. A lo largo de nuestra andadura hemos profundizado lo bastante como para confirmar nuestra hipótesis con las pesquisas realizadas y, es más, trascendiendo los límites locales hemos llegado a suscitar en investigadores y estudiosos de la comarca el interés por el estudio del carlismo en sus respectivas localidades (Marmolejo, Porcuna, Jamilena, Torredelcampo, Castillo de Locubín, Alcalá la Real, Alcaudete...), convirtiéndonos así en la vanguardia de una renacencia de los estudios carlistas en el reino de Jaén y en Andalucía, contra tirios y troyanos.

Recientemente, el investigador de Jamilena, nuestro amigo José Carlos Gutiérrez, nos hacía llegar la fotografía de este interesante documento:

Como puede apreciarse se trata de un listado de carlistas, miembros de la Junta Local de la Comunión Tradicionalista (del año 1894). Este listado apareció en el periódico integrista "El Siglo Futuro" el 13 de marzo del año 1894. Por lo que podemos ver el carlismo gozaba de excelente salud en Torredonjimeno, incluso después de su última derrota.

Prestando atención a los apellidos de las personas que forman la lista nos encontramos a personajes locales perfectamente identificados: D. Juan Montijano, el secretario, es el padre del mismo D. Juan Montijano de la Chica. D. Manuel Peinado es hermano de D. Rufino Peinado, oficial carlista de Castillo de Locubín, interesante figura del carlismo jaenero que también ha sido estudiado por nosotros mismos. Las otras personas tienen descendencia entre nosotros, pero preferimos no pronunciarnos sobre su identidad por mor de ser discretos.

Son muchos los artículos que llevamos escritos sobre este asunto. Remitimos a varios números de ÓRDAGO para ahondar más en esta cuestión, que sigue siendo una cuestión prioritaria para nosotros, en tanto que estamos convencidos de que la recuperación de nuestra historia nos posibilita la conquista de nuestro futuro: de un futuro donde la propuesta tradicionalista vuelva a reaparecer con toda su fuerza entre los descendientes de aquellos que un día fueron tradicionalistas y que, por ignorancia y engaños, dejaron de serlo por haber sido embaucados por falsas soluciones políticas ajenas a nuestra idiosincrasia y procedentes del extranjero.

Manuel Fernández Espinosa

 
D. Rufino Peinado, hermano de Manuel Peinado, el vicesecretario de la Junta tradicionalista